Colectivo Mate
Como señalamos anteriormente (ver nota) , se está tratando con apremio y sin discusión publica, la nueva ley de “SERVICIOS DE DIFUSIÓN DE CONTENIDO AUDIOVISUAL” más conocida como ley de medios.
Luego de la comparecencia de diversos actores sociales a la Comisión de Industria, Energía y Minería de la Cámara de Representantes -donde se está tratando el proyecto de ley-, quedó suficientemente planteada la preocupación y desconcierto de organizaciones sociales, sindicales y de la academia en relación al artículo 48 del proyecto en tratamiento.
Este artículo, tal como indicó -en la comisión realizada el pasado 17 de noviembre- el propio Representante Nacional Martín Melazzi (Partido Colorado), debería pertenecer más precisamente a una ley de telecomunicaciones, ya que plantea, y legista sobre la infraestructura y servicios de la fibra óptica que Antel posee actualmente. El legislador planteó: “no es nada sencillo cuando se mezclan las telecomunicaciones con una ley de medios de estas características”.
El artículo 48 del texto en tratamiento, establece que a partir de la aprobación de la ley: “Los titulares de licencias de servicios de difusión y contenido audiovisual de televisión para abonados que operan mediante cable, tendrán derecho a solicitar licencias para prestar simultáneamente servicios de banda ancha y acceso a Internet mediante el empleo de sus redes propias o de recursos que contraten a terceros-”
Traduciendo esto a un lenguaje que todos y todas comprendamos, significa que, Antel -la mayor empresa de suministro de internet, y la única con infraestructura e inversión en fibra óptica del país- a partir de la presente ley estaría obligada a arrendar (o alquilar) su infraestructura a empresas privadas (de TV cabe), para que éstas puedan vender servicios de internet junto a sus paquetes de televisión.
Es al menos llamativo, que cualquier empresa que realice inversión en infraestructura para brindar algún servicio, luego arrende dicha infraestructura a quienes son su competencia en el mercado. Para los defensores del libre mercado y de la “competencia libre” sería absolutamente absurdo.
Aún es más llamativo cuando vemos que la empresa que debería arrendar esos servicios e infraestructura, es una empresa estatal, que pagamos todos y todas las uruguayas. No es raro que las empresas estatales realicen políticas de suministro de servicios aunque esto les implique alguna pérdida económica -cuando se trata de asegurar el acceso ciudadano a un derecho como lo es el acceso a las telecomunicaciones-. Pero, lo que sí es al menos inédito, y llamativo, es que el servicio está dirigido a empresarios que luego lucrarán -y competirán con Antel- en el suministro de internet. Es decir, la empresa del Estado perderá dinero para que otros privados lo ganen, y todo esto subsidiado con el bolsillo de los y las ciudadanas de nuestro país.
Cabe destacar que el artículo 48 es una síntesis de lo que eran los artículos 268 y 269 de la Ley de Urgente Consideración (LUC) enviada por el Poder ejecutivo al Parlamento. Que luego fueron retirados ya que generaron una gran disconformidad en la ciudadanía en general y distintas desavenencias en el sistema de partidos.
En la última Comisión de Industria, Energía y Minería, de la Cámara de Representantes, el presidente de Antel -Gabriel Gurméndez- llevó una modificación del artículo 48 en el cual se modifica el término “infraestructura” por “servicios”, y se modifica “operadores públicos” por “operadores de telecomunicaciones” en general.
Esta modificación deja un marco de confusión sobre las prestaciones y los actores en juego. ¿Reduce el alcance o habilita a que luego los propios prestadores de internet subarrendar la infraestructura pública.
La modificación si bien la entregó el presidente de Antel a la Comisión de Industria, Energía y Minería; lo hizo a nombre del Ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien manifestó que no iría a la Comisión de Industria del Parlamento Nacional por este tema, así como tampoco lo hará la Presidenta de la URSEC, Mercedes Aramendia.
Cerramos esta nota con parte de la intervención del Presidente del Sindicato Único de Telecomunicaciones (SUTEL), Gabriel Molina, quién en la misma comisión manifestó: “Presidente Nosotros no le tenemos miedo a ningún tipo de competencia; incluso tenemos una abierta que ha dejado a Antel en uno de los primeros lugares en el país, con un reconocimiento en el mundo. Eso es indudable, todos saben que es así, y es algo que para los uruguayos debería ser un elogio: tener una empresa pública del tamaño de Antel que es considerada en el mundo como una de las mejores. Y lo que está en litigio acá es justamente lo que las empresas que compiten con Antel no han hecho. […] no han hecho un desarrollo en profundidad de la infraestructura, a la espera claramente de que se tomara esta decisión, […] Y en ese marco aparece hoy por hoy, incluido en el proyecto de ley de medios, en el artículo 48, la posibilidad de que obliguen a Antel a alquilar su fibra.
Para justificar esto muchos colocaron arriba de la mesa que es una necesidad de los cables del interior, y nosotros dijimos en la instancia anterior, y volvemos a decir ahora, que no tenemos ningún problema en que Antel mejore los negocios que ya tiene con la CUTA -no es que no tenga negocios, tiene-, y si en algún caso hay que hacer alguna inversión para mejorar el tendido de la fibra y llegar a donde no se llega, Antel tiene US$ 130.000.000 para invertir el año que viene, y parte de eso se puede utilizar para mejorar los servicios del interior.
El tema es Montevideo; no es solamente una cuestión de los cables privados o los cableoperadores: detrás de cada uno de ellos están las empresas que compiten con Antel. Y lo tenemos que decir con total claridad para que se entienda: no son empresas privadas nacionales las que están compitiendo con Antel, son multinacionales que han desarrollado en el mundo aspectos de competencia entre ellas mismas. […] Por lo tanto, seguimos insistiendo en que los privados de Montevideo se suban a la fibra y compitan con Antel con su propia infraestructura.”