Con esta nota comenzamos un espacio de reflexión al que denominamos «Análisis, estrategia y discurso». Pretendemos analizar política y filosóficamente la situación actual desde una óptica que busca desnudar las formas de vida que crea el capitalismo, las estrategias que se naturalizan en la cotidiana, así como los discursos que se sostienen.
M.I. Leniatov
Seguramente a lo largo de lo que va de este gobierno hemos escuchado y padecido este enunciado u otros similares. Dicho enunciado no es otra cosa que una preposición con pretensión de verdad.
Denomino preposición con pretensión de verdad a un enunciado que se enuncia con la pretensión de afirmar algo obviamente verdadero, que se muestra como si fuera o insertara una proposición con valor de verdad.
Al analizar el enunciado “La LUC no debe ser tan mala que hasta el Frente acompaño algunos de sus artículos” nótese que el mismo busca minimizar el juicio peyorativo o las críticas posibles a la LUC, afirmando como verdadero, por negatividad (“por debajo”), “La LUC debe ser (muy) buena que hasta el Frente acompañó algunos de sus artículos”. Ahora bien, véase que estamos ante la presencia de 3ra persona Singular del presente del Indicativo de Deber (“debe”), que introduce cierto mandato, como si el enunciado fuera un juicio moral del tipo “debes cumplir las promesas”, “no debes traicionar a tus amigos”, “no dañaras a las personas”, etc.·
Sin embargo, mientras estos juicios morales son a primera vista verdaderos y auto-evidentes, ya que no necesitan justificación ni ser defendidos por argumentos, ya que forman parte de nuestras creencias básicas (Audi, 1999). La preposición “La LUC debe ser (muy) buena que hasta el Frente acompañó algunos de sus artículos” es a primera vista falsa, porque es complejamente discutible y exige discusión y argumentación.
Sin embargo, es obvio que si pedimos argumentaciones estas se nos darán, aunque no nos convenzan, por lo que se podría entrar en un circuito sin fin de argumentaciones y contra argumentaciones, por lo que propongo una vía distinta para enfrentar a la coalición multicolor: desarmar su argumento.
Nótese que el enunciado que aquí estamos analizando introduce la conjunción “que”, el cual permitiría introducir la subordinada “hasta el Frente acompañó algunos de sus artículos”. Entonces parecería que se nos presentara una relación entre la “bondad” de la LUC y el hecho de que el Frente Amplio acompaño alguno de sus artículos. Sin embargo, como notaremos en breve, lo que se busca mostrar y afirmar es absurdo.
Miremos por un momento el enunciado “fumar no debe ser tan malo que hasta hay gente que sigue fumando”. Es obvio que fumar en malo para la salud, y es claro que lo es independientemente de que exista gente que fume o no, su “maldad” está en el hecho de que hace daño, genera efectos nocivos independientemente de si hay gente que fuma o no. Por ello, no tiene sentido referir a la gente que fuma como una especie de argumento que busca minimizar el daño del fumar. Alcanzaría con afirmar “fumar es malo para la salud”
Ahora bien, nótese que no se dice “La LUC es buena”, ni “La LUC es buena para la gente”, sino “La LUC no debe ser tan mala que hasta el Frente acompaño algunos de sus artículos”.
Si la LUC fuera realmente buena no solo sería buena independientemente de lo que el Frente haya decidido, sino que, además, no necesitaría referir a lo que el Frente decidió para sostener su bondad.
Si esta Ley fuera buena lo sería por su contenido, estructura, redacción, así como por sus consecuencias, pero no porque el Frente la apoyó o no. De hecho, referir a que decidió el Frente muestra la debilidad de esta ley, ya que nuestra fuerza política no acompañó la gran mayoría de los artículos de la LUC, por lo que dicha ley es mala o mayoritariamente mala.
Lo que está puesto em juego en ese enunciado no es otra cosa que la retórica, y en particular el modo en que se participa en ella al esforzarse “en descubrir y sostener un argumento e, igualmente en defenderse y acusar” (Aristóteles, 1999, 162), por lo que el uso del enunciado que analizamos aquí refleja “el arte de pleitear” (ibid., p. 166).
Mediante la retórica se busca persuadir de que estamos ante una “verdad”, ya que “la persuasión es una especie de demostración (puesto que nos persuadimos (…) cuando pensamos que algo está demostrado” (ibid., p. 167). Sin embargo, como vimos ante el análisis del enunciado “La Luc no debe ser tan mala que hasta el frente acompaño algunos de sus artículos”, no hay nada demostrado, salvo la presencia de una prueba por persuasión que busca predisponer al oyente sobre las bondades de la LUC, al decir “hasta el frente acompaño algunos de sus artículos”, lo cual como vimos sería innecesario si esa Ley fuera realmente buena.
Como plantea Aristóteles (1999) “la retórica se reviste también con la forma de la política”, en un ejercicio de habla que busca mostrar un “hecho convincente”, pues lo “convincente lo es en relación con alguien y, o bien es convincente y persuasivo inmediatamente y por sí, o bien parece serlo porque puede ser demostrado mediante (argumentaciones) de esta naturaleza” (ibid., p. 179). Así estamos ante la presencia de la ideología, que como plantea Althusser (1989), permite articular relaciones de dominación, de sujeción, que reproducen u “orientan las relaciones sociales por una serie de rituales definidos.
Por ello, lo que se busca con este enunciado no es sólo sostener una verdad de las bondades de la LUC sino someter a quien la escucha de su “verdad”, persuadirlo y orientarlo de tal modo que no vea que en el fondo hay algo que huele muy mal: la propia LUC. Una ley que es incapaz de ser defendida refiriendo a ella misma.
Referencias bibliográficas
Althusser L. (1989) Ideología y aparatos ideológicos del Estado. En: La filosofía como arma de la revolución. pp. 102-151. México: Siglo XXI
Aristóteles (1999). Retórica. Madrid: Gredos.
Audi R. (1999) Moral Knowledge and Ethical Pluralism. En: Grecco J; Sosa E. (1999) The Blackwell
Guide of Epistemology. Oxford: Blackwell.
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