Tras idas y vueltas informativas acerca del nuevo precio de los peajes quedan a la vista las diferencias internas del Poder Ejecutivo.
Hoy 1 de diciembre debía ser firmado el decreto de ajuste de tarifas de los peajes, pero el mismo fue postergado por desavenencias a la interna del propio gabinete ministerial.
Por un lado prima la intención de aumentar las recaudaciones del Ministerio de Transporte y Obras Públicas dirigido por Luis Alberto Heber (PN) quien a principio de su administración había manifestado la intención de instalar nuevos peajes para el área metropolitana de Montevideo con el fin de incrementar los ingresos, pero ante los problemas y oposiciones a tal anuncio la decisión se dejó en suspenso. Ante la negativa a dicha idea, ahora el jerarca y presidencia plantean por primera vez una suba de las tarifas de los peajes ya existentes en un 23 %, algo inédito y muy por encima de la inflación.
Por otro lado, el Ministerio de Turismo atraviesa uno de sus momentos más complicados en términos económicos y de actividad del sector ante la pandemia y la consecuente ausencia de turistas extranjeros. La depresión económica del sector es la más alta en al menos los últimos 15 años, y tal como ha manifestado su jerarca Germán Cardozo (PC) en radio Universal el aumento previsto “no ayuda en este momento”.
Ayer la rama Peajes del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), de firmarse el decreto la suba prevista sería del 23% para los casos de quienes paguen el peaje de manera manual (un 16% por encima del precio de quienes lo hagan a través de telepeaje), y puntualizaron que este aumento “no se debe a una suba de salarios”, sino por el contrario a la “anunciada automatización de los peajes anunciada por el MTOP en marzo de este año”.
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