Vuelta a clases. Más dudas que certezas.

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@mateamargouy

Gimena Morales

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), publicó hace pocos días el Plan de Inicio de Cursos 2021, y los cuestionamientos no tardaron en llegar. Sindicatos de la educación como lo es la Federación Uruguaya de Magisterio y Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP), criticaron la poca participación que tuvieron en la creación de este plan.

El Plan de Inicio de Cursos 2021 propuesto por ANEP fijó la fecha del primer día de clases para el primero de marzo y en este documento se plantean cuatro objetivos principales para el retorno a clases de los niños y niñas de todo el territorio.

En primer lugar, se buscará “lograr una mayor presencialidad de los estudiantes atendiendo la situación sanitaria y las particularidades de cada nivel educativo, con énfasis en los primeros y últimos grados escolares”. El segundo objetivo es “establecer un plan pedagógico a partir de instancias de recibimiento y priorización curricular brindando apoyos específicos a los estudiantes con mayores vulnerabilidades educativas”. El tercer punto es “generar espacios de acompañamiento presencial o mediado por tecnología a estudiantes y docentes considerando aspectos socioemocionales y vínculos con las familias y la comunidad”. Por último, se buscará “propiciar estrategias que permitan afianzar una educación combinada”.

Los puntos antes mencionados se desarrollan con mayor profundidad a lo largo del documento, pero quedan algunas zonas grises donde no se aclara el cómo se llevarán a cabo o los recursos que serán necesarios para concretarlos.

Desde FUM-TEP, se reclamó a ANEP la falta de instancias de intercambio con los sindicatos y la demora que hubo para presentar el Plan final. Gabriela Verde, ex-consejera de ANEP en diálogo con Mate Amargo, apoyó esta postura y confirmó que la federación solicitó participar de la creación de ese plan desde noviembre. “Nosotros enviamos varias notas solicitando un espacio de intercambio y nunca fuimos escuchados, no se dio esa instancia”, explicó y aclaró que si bien los consejeros tuvieron una instancia de diálogo con Robert Silva, presidente de ANEP, no se logró profundizar en mucho temas “y cuando quisimos acordar ya en enero estaba este documento que seguro en pocos días no se hizo, y se realizó sin la participación de los trabajadores”.

La consejera también destacó que no es la primera vez que esto sucede ya que “es una nueva modalidad de trabajo que tiene este gobierno, donde todo se resuelve desde la dirección”.

Por su parte, Mate Amargo también se comunicó con Gabriela Arbeleche de FUM-TEP, y ella reclamó que “hay un documento elaborado por Codicen muy genérico y amplio pero nadie se hace cargo ni lo aterriza”.

Una de las soluciones que se presentan en el Plan de ANEP es la de un llamado a la colaboración de la sociedad civil para identificar locales alternativos “que puedan convertirse en espacios escolares de modo de ampliar la capacidad locativa”. Frente a este llamado, grandes instituciones como la UdelaR o las Intendencias de Montevideo y Canelones respondieron ofreciendo sus espacios para este propósito.

Sin embargo, y según declaró FUM-TEP en un comunicado que se publicó el viernes pasado luego de una reunión con Graciela Fabeyro, directora del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Olga de las Heras, subdirectora, el asesor Eduardo García Teske, y la secretaria general, Cecilia Hernández, “no hay previstos cargos ni funciones de docentes nuevos para desdoblar grupos numerosos”.

Arbeleche dijo al semanario que si bien se planteó la necesidad de nuevos cargos en los casos de grupos grandes que deberían ser desdoblados, la respuesta fue que “no estaba prevista la creación de esos cargos”.

A su vez observó que “es muy fácil buscar un club de barrio y ubicar grupo, pero no se puede dejar a un adulto completamente solo con un grupo fuera de la escuela, no es seguro por muchos motivos”. Explicó que en caso de que haya un niño que signifique una dificultad mayor, el maestro o maestra debe tener a quién acudir, y fuera de las escuelas eso se complejiza.

Otro de los planteos que surgió en la reunión con las autoridades del CEIP fue la reducción del tiempo de trabajo de los maestros comunitarios. Ellos son quienes trabajan en los quintiles más bajos y cumplen un rol importante en el acompañamiento de las familias y el vínculo con la institución. “Sus funciones estaban previstas para todo el año, y a partir del 2021 solo se llevarán a cabo entre marzo y diciembre”, informó Arbeleche. “Es muy grave que en un momento donde se necesita mayor acompañamiento y apoyo, se vayan a reducir las figuras que pueden aportar”.

Además, FUM-TEP planteó en la reunión el tema del transporte para los docentes, considerando la reducción del aforo al 50%. Si bien se les dijo que los trabajadores de la educación podrán acceder al transporte aunque se supere el aforo, “eso también nos deja dudas, por ejemplo, ¿el ómnibus va a parar en cada parada para preguntar si es o no trabajador de la educación quién está esperando?”.

Presencialidad obligatoria ¿Si o no?

La consejera de ANEP aseguró que la idea desde octubre es que la presencialidad sea obligatoria, y al mismo tiempo se generen las condiciones para que la presencialidad sea total y segura todos los días. Por otro lado, Verde aseguró que no se ha entregado un plan claro de cómo será esa situación.

Dejaron librado en ese documento a que las escuelas lo resuelvan como puedan y eso genera una incertidumbre total porque las familias no van a saber en qué situación están”, resaltó y agregó que las cifras muestran que el 60% de las escuelas están en condiciones de volver a la presencialidad, “pero no se sabe de dónde salen esos números”.

Según detalló al semanario la consejera, se solicitó a la dirección técnica y personal de estadística en primaria esos mismos datos, y los resultados fueron que en 2020 sólo dos de cada diez escuelas lograron la presencialidad plena.

La directora del CEIP, por su parte, opinó en la reunión del viernes pasado que volver a la presencialidad total “es una utopía”. En respuesta a esa postura, la representante de FUM-TEP respondió que desde la federación se considera que lo utópico es el plan que se creó y no la vuelta a la obligatoriedad de la asistencia.

Los colegios privados también se preparan para el nuevo comienzo

El presidente de la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep), Juan Carlos Noya, dijo a Mate Amargo que se pidió una reunión con Codicen donde se plantearon varios temas, entre ellos la realización de un nuevo protocolo para la vuelta a la presencialidad, ya que el que se creó el año pasado “quedó desactualizado”.

Codicen nos adelantó que ya están trabajando en una actualización del protocolo y, entre otras cosas, se tendrán en cuenta las burbujas por grupo o nivel”, informó Noya. Con respecto a los plazos de actualización de este protocolo, la respuesta de Codicen fue que “ya está casi listo”.

En cuanto a la presencialidad obligatoria, el presidente de Aidep aseguró que fue otro de los planteos que se hizo a Codicen pero que aún no obtuvieron respuesta. “Necesitamos una definición porque, si bien a la educación privada no le afecta tanto como a la pública, cambia la planificación”, relató y apuntó que si no hay obligatoriedad, hay un grupo de padres que no envía a sus hijos a los colegios pero sigue pagando una cuota, “y hay que planificar cómo lidiar con esos casos”.

Por otro lado, aunque desde Presidencia se habló que en el plan de vacunación los trabajadores de la educación tendrían prioridad frente a otros grupos, Noya sostuvo que les preocupó que en la base de datos enviada por ANEP, los trabajadores de educación privada “se habían quedado fuera”.

Ahora estamos con Codicen trabajando en conjunto para que ellos tengan la base de datos de todo el personal que trabaja en el sector privado y puedan ser vacunados al igual que los trabajadores del sector público”.

Sobre las inscripciones a los colegios que conforman Aidep, su presidente lamentó que si bien no se tienen datos oficiales aún, todo parece indicar que serán menos que en años anteriores.

Asimismo, aseguró que se dio un panorama muy distinto al de otros años. Por un lado, aclaró que las inscripciones se atrasaron “notoriamente”, ya que en un año normal, estas se cerraban en setiembre en todos los colegios, y “al día de hoy se siguen recibiendo bajas y se siguen recibiendo ingresos, a pocos días de empezar los cursos”.

Por otra parte, también se dio una gran movilidad. Familias que se vieron obligados a pasar a sus hijos a escuelas públicas y también viceversa, casos en los que entraron alumnos de escuelas a varios colegios.

Finalmente, según informó el presidente de Aidep, también se dio mucha movilidad interna entre colegios. “Las cuotas son muy heterogéneas entonces hay una movilidad mucho más alta entre los propios colegios”, concluyó.

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