Otra vez gritos de contundentes medidas, pero en los hechos nada.
Logran trasmitir sentimiento de “estamos igual de preocupados que ustedes”, pero en el gobierno, el te digo una cosa mientras hago la otra, llegó para quedarse.
Quizás el acto más cobarde fue tomar “la decisión contundente” sobre el eslabón más débil, porque todo lo que involucre a los niños, niñas y adolescentes tiene ese plus de protección que todos queremos, pero la educación al igual que bares, gimnasios, termas, no mueven la aguja. La única realidad es parar el trabajo y cerrar fronteras que en definitiva es el lugar de mayor contagio. Proponer esto en la situación actual, con un gobierno que no se va a hacer cargo tampoco parecería una solución porque igual nos mandan para la casa sin ningún tipo de ayuda ni respaldo del Estado.
El gobierno sigue apretando la plata, no queda claro aún en qué se va a gastar el fondo coronavirus. A eso súmale las deficiencias en la gestión, porque hace ya un mes se prevé la situación actual y no tuvieron tiempo de preparar medidas como la alimentación por estos tres días de los niños y niñas de las escuelas en la única decisión contundente que tomaron.
Este panorama, muy claro para nosotros, no significa que la derecha y el gobierno se sientan acorralados, por el contrario, la derecha sigue con su ofensiva a todo nivel: en el campo de la política, de la economía y de las ideas. Las luchas internas al mismo tiempo se van tensando por ahora, algo que no pueden disimular ya, ni siquiera en las conferencias.
Un secretario de presidencia que “manda” más que el Presidente mientras este se dedica a explicar la nada misma, mientras la maquinaria comunicacional le inventa sentido a todo esto.
Aún así, no es un gobierno derrotado sino todo lo contrario. Avanzan en el modelo de sociedad donde solamente entran unos pocos, cual barrio privado.
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