En un comunicado recientemente difundido, el Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay (CICU) expresó que, ante la amenaza de la pandemia y sus consecuencias, «no podemos darnos el lujo de ignorar la necesidad de diálogo y acuerdos entre todos los sectores y organizaciones sociales, comenzando con el propio sistema político, procurando buscar definir y consensuar lo que es necesario y bueno para todo nuestro pueblo».
Para el CICU el foco del diálogo debe estar en aquellos y aquellas que más se han sentido perjudicados por la pandemia y sus consecuencias: «privilegiando a quienes están sufriendo más por la enfermedad y la muerte de personas queridas, por la angustia e impotencia de no tener un trabajo, por no alcanzar a poner comida en sus mesas, por no estar en condiciones de que sus hijos accedan a la educación»
Retomando el versículo bíblico que enuncia “tengan paz, no teman”, se hace un llamado a la esperanza en la lucha contra la pandemia, recordando que «la esperanza no nace por arte de magia», sino que «surge cuando vemos signos que nos permiten seguir creyendo». En ese sentido, buscando los signos que permitan mantener la esperanza, continúa diciendo: «necesitamos muchas más señales en ese sentido, sobre todo de parte de las autoridades, de quienes tienen algún tipo de responsabilidad pública, incluidas nuestras Iglesias, pero también de cada ciudadano y ciudadana». Estos signos ya se ven en la multitud de iniciativas de solidaridad de las personas de nuestra sociedad, pero aún faltan por parte de las autoridades, señala la declaración.
«Necesitamos hablar, escucharnos, buscar juntos, tratar de comprendernos y no cerrarnos a los posibles aportes de quienes piensan diferente»
El CICU es una organización religiosa ecuménica integrada por las iglesias Anglicana del Uruguay, Católica Apostólica Romana, Evangélica Luterana Unida, Metodista en el Uruguay, Evangélica Valdense del Rio de la Plata, Evangélica del Río de la Plata, Nueva Apostólica Sudamérica, Pentecostal Naciente, la Primera Iglesia Evangélica Armenia, la Asociación Cristiana de Jóvenes y el Ejército de Salvación. Fue fundado en 1998 y tiene como uno de sus objetivos promover las iniciativas de diálogo, oración y testimonio común y buscar áreas de mutua cooperación entre las Iglesias y la sociedad.
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