Gabriela Cultelli y Héctor Tajam
Finalmente se dieron a conocer las medidas adicionales. Muchas de ellas son las mismas que ya venían, pero que se extendieron a junio de este año, y ya fue probada su baja eficacia.
Según declaraciones gubernamentales, estas medidas serían para los sectores más afectados por la inmovilidad de las últimas acciones restrictivas tomadas.
El gobierno definió como sectores más afectados turismo- restorantes y hoteles, taxi y transporte escolar, freeshop, eventos – ferias y congresos, cultura y esparcimiento (los relacionados a cine, teatro, espectáculos culturales y deportivos, clubes) y a ellos se focalizarían las nuevas medidas o extensión de las ya existentes. Hay medidas para las empresas y para los trabajadores dependientes, cuentapropistas. De todas estas medidas y de cada una de ellas, no se mencionó el costo fiscal. Se trata de:
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Exoneración de los aportes jubilatorios patronales se eleva del 50% al 100% y se extiende hasta junio.
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Exoneraciones de IRAE mínimo mensual, o de los adelantos mensuales que de ese impuesto se hacen, que van de 1,8 mil a 13 mil pesos, medida hecha para todos (o al menos no se aclaró), para los que perdieron y para los que ganaron, a contrapelo del mundo y sin pedir, a los grandes, nada a cambio.
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Exoneraciones al impuesto al patrimonio de las personas jurídicas. Este impuesto que en el caso de la empresa está siempre presente allá actividad o no. Otra medida no diferenciada y sin ninguna contra prestación, además de ser poco significativa.
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Se suman créditos a través del sistema de garantías (siga), tratándose de créditos de 25 mil pesos sin interés que hasta ahora se ofrecían solo al sector turismo agregándose estos otros sectores. Poco y en tanto que préstamos hay que devolverlos. Lo que si se agrega y puede resultar interesante es el involucramiento de empresas de microfinanzas que dan crédito hasta 100 mil pesos con intereses subsidiados desde la Agencia Nacional de Desarrollo, pero reiteramos, hay que pagarlo.
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Luego hay una rebaja en el cargo fijo y potencia contratada de la UTE, dónde volvemos a remarcar el hecho de su generalización, para la empresa que le va mal y para la que le va bien.
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Se subsidia parte (25%) del costo telefónico y de internet de las oficinas turísticas.
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Como medidas interesantes señalamos que se flexibiliza más el seguro de paro y
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el subsidio para trabajadores informales y monotributistas ($7305) por tres meses.
Si a este último subsidio mencionado lo comparamos con el valor de la canasta básica alimenticia promedio del País (línea de extrema pobreza o indigencia) que está en $4100, alcanzaría para que coman 1,8 personas, o sea no da para comer ni 2 personas. La canasta básica que asegura la línea de pobreza, o sea comer, los servicios básicos, vestirse, está alrededor de 14 mil pesos, por lo que el subsidio apenas supera la mitad. Estas son las medidas más importantes, pero no sacan de pobre a nadie, por tanto, el incremento de la pobreza no se detendrá este año, recordando que aumentaron en 100 mil para el 2020. Obviamente que tampoco hubo medidas diferenciadas para la población trabajadora de mujeres, la más afectada con la crisis. El MIDES no presentó nada nuevo.
En síntesis, otra vez medidas insuficientes y mal orientadas, por tanto volveremos a contar por miles las y los compatriotas que caerán este año en la pobreza, ante la inoperancia de un gobierno que no se hace responsable de nada.
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