¿Con militancia se llega a las firmas?

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@mateamargouy

Tato Larrosa

Es verdad que la campaña de recolección de firmas para llevar a Referéndum parte de la Ley de Urgente Consideración no empezó de la mejor manera.

Las negociaciones entre las distintas organizaciones sociales y el Frente Amplio para acordar cuales artículos refrendar demoraron más de lo esperado, quitando tiempo vital para para conseguir las firmas necesarias.

También es verdad que estas negociaciones generaron desacuerdos en el seno de varios colectivos, lo que imposibilitó que todo el campo popular (pero si la gran mayoría) se encolumnara atrás de la propuesta acordada entre el PIT-CNT, FUCVAM, Intersocial Feminista, FEUU y Frente Amplio entre otras, para derogar 135 artículos de la LUC.

Y a todo esto hay que sumarle la grave situación sanitaria del país, tal vez el mayor obstáculo hacia el objetivo de contar con las más de 655 mil voluntades que exige la Constitución.

Estos contratiempos no fueron menores, y será necesaria una autocrítica para minimizar errores en el futuro. Pero este análisis debemos dejarlo para después del 9 de julio. Hoy, compañeras y compañeros, tenemos que salir a buscar esas firmas!

El proceso para llevar a Referéndum una ley es largo y desgastante, la esperanza y el desánimo se turnan casi a diario el corazón de los y las militantes que se ponen al hombro esta tarea. No queda más remedio que apoyarse en la primera, y pelearla hasta el final.

Este primero de mayo, vimos un pueblo movilizado. Trabajadoras, estudiantes, militantes barriales, salimos casa por casa a dialogar con las y los vecinos para contarles nuestra versión, la versión de las y los de abajo. Se vio un trabajo impresionante en el interior, donde los Plenarios Intersindicales marcaron presencia en cada pago. Y la gente firmó

80 mil firmas en una jornada histórica donde se le rindió un digno homenaje a los Mártires de Chicago. Lo que vimos este sábado pasado no nos asegura que lleguemos a las firmas, pero si nos mostró que es posible. Depende de nuestra capacidad y nuestra convicción.

En una plaza, en una feria o de barriada, las firmas aparecen a buen ritmo, y la receptividad de es muy buena. Mucha gente no conoce lo que implica esta ley y solo con nombrar un par de sus nefastos artículos, no dudan en acompañar con su huella.

Falta poco más de dos meses para que se acabe el plazo dispuesto. Queda mucho camino por recorrer, mucha militancia por desplegar, mucha batalla para dar. Así que si alguien nos pregunta si llegamos a las firmas, hasta el último día que podamos juntarlas, y aunque veamos que la cosa está difícil, nuestra respuesta será:

¡Claro que si vecino! ¡Claro que si compañera!

Prohibido rendirse.

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