Jóvenes Organizadxs de Salto
La “vieja” normalidad laboral de Salto
No es algo fuera de lo común denunciar la explotación laboral como militantes sociales, por considerarnos revolucionarios luchando desde “abajo” con las grandes mayorías contra toda injusticia, pero también por el simple hecho de ser uruguayos y uruguayas en defensa de nuestro Estado de derecho y de las múltiples leyes conquistadas por la clase trabajadora en cientos de años de lucha.
No es algo fuera de lo común que organización sociales y políticas se posicionen en defensa de los trabajadores del citrus. Del trabajo citrícola zafral viven muchas familias en Salto, muchas veces con salarios muy precarios, naturalizando que en el momento que termina la zafra se quedan sin otro ingreso por meses. El sector citrícola es una contundente expresión de la precariedad del trabajo zafral en Salto.
No es algo fuera de lo común que desde hace años en nuestro departamento denunciemos situaciones de explotación laboral y abuso de las patronales, sobre todo en el ámbito rural. Durante el año 2017 hubo una parte de la sociedad que se solidarizó con el peón rural que fue golpeado con un rebenque por su capataz al reclamar las 8 horas de trabajo. Hechos que toman público conocimiento pero que lejos de ser casos aislados, son parte de las relaciones laborales ante las que no miramos para el costado.
El empresario y diputado salteño
Pero hay algo más que tristemente también está siendo parte de lo común en Salto: que una persona en específico sea noticia por ser un patrón que lejos se encuentra de garantizar mejores condiciones laborales para sus trabajadores.
Omar Estévez, o como lo conocemos en nuestro departamento, el “Paco Estévez”, es un empresario vinculado al sector citrícola en Salto, dueño de la empresa Estévez y Rosa S.A. y de otras empresas más pequeñas dedicadas al contrato de cuadrillas de trabajadores que “arrancan naranja” en momentos de zafra.
En 2019 “el Paco” fue electo diputado nacional por la lista 20115 del Partido Colorado, formando parte de la coalición de partidos que gobierna en nuestro país. Desde su asunción hasta hoy, sorprende más por hechos políticos lamentables que por propuestas parlamentarias que favorezcan el bienestar de las familias de uno de los departamentos más empobrecidos del país.
Hace menos de dos meses nos sorprendimos en varios medios locales y nacionales con la noticia de que el diputado Estévez votó y argumentó a favor de una ley que aprobaba una trasferencia de casi 129 millones de pesos uruguayos al Fondo Citrícola en este momento de crisis económica y sanitaria, lo extraño de este caso es que esta ley que lo favorecía como empresario. A su vez, habría violado los artículos 77 y 104 del Reglamento de la Cámara de Representantes (ajustado a la Constitución de la República) que prohíbe la presencia de un diputado en la votación de una ley que trate un “interés individual” suyo, no pudiendo tomar partido en la discusión y debiendo “declarar ante la Cámara (…) toda vinculación personal o de intereses que lo ligue” a los proyectos tratados en este ámbito parlamentario.
Lamentablemente ya no fue sorpresa para muchos salteños y salteñas el audio viralizado de una conversación del diputado Estévez y una trabajadora de una de sus cuadrillas zafrales. Ante la demanda de su trabajadora por fortalecer las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus en los ómnibus que van a la zafra, el diputado afirmó en el audio de respuesta que ha tenido “ocho positivos [de coronavirus]en el ómnibus” y que no le complique por “esa bobada” ya que no habría un protocolo para la situación y tratando de “estúpida” la demanda.
Pensando que ya no habría sorpresas, el pasado 7 de mayo nos enteramos que el diputado Estévez presentó la renuncia a su banca. El líder de su sector “Vamos Salto”, el senador German Coutinho, rechazó la renuncia.
¿Qué nos queda?
Con esta situación nos acercamos nuevamente a un hecho lamentable en el que este diputado se encuentra envuelto. Este empresario que no respeta los protocolos sanitarios para salvaguardar la salud de sus trabajadores y que a su vez se favorece paradójicamente de manera ilegal con el voto de leyes, es el mismísimo diputado que en 2020 durante las elecciones departamentales afirmaba que se alejaría de la coalición multicolor porque consideraba que el Partido Nacional y el gobierno había incurrido en casos de corrupción.
Como jóvenes organizados en el departamento cuestionamos profundamente el rumbo político y el posicionamiento ideológico de este gobierno y de sus representantes. Estamos en un momento que exige una enorme responsabilidad para gobernar, porque los 60 uruguayos que están muriendo por día y los 100 mil nuevos pobres que tiene nuestro país, no son un asunto menor.
Entonces nos preguntamos: ¿dónde quedó el batllismo colorado que respalda los derechos a los trabajadores?, ¿esta es la “libertad responsable” que pide ala ciudadanía el presidente Luis Lacalle, líder de la coalición multicolor?, ¿seguiremos aguantando decepciones salteñas como “Paco” Estévez?
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