Actualmente me encuentro embarazada de 17 semanas y además soy asmática, lo que me hace doblemente de riesgo. El tema de las falta de vacunas contra el Covid nos tiene preocupados a mi compañero y a mi desde hace ya un tiempo. Al principio del embarazo no estaba segura si debía vacunarme o no, dado que no se hablaba mucho y no había suficiente información disponible sobre las vacunas y los efectos que podrían generar en las embarazadas o en el feto en desarrollo. En abril, estando todavía de menos de 12 semanas de embarazo, el doctor que me atendió me dijo que no me podía indicar qué hacer pero que me vacunara, no me dio mucha información. Siempre tuve la sensación de que era mejor esperar a que pasara el primer trimestre ya que suele ser el más complicado. Efectivamente, luego de cumplir los 3 primeros meses y que los estudios dieran todos bien, tuve una consulta con otra ginecóloga diferente, esta vez por teléfono y me indicó que se recomendaba vacunación a partir de la semana 13 de embarazo. Para esto yo ya estaba inscripta, por las dudas y considerando los largos tiempos y demoras, desde principios de abril.
Pasaron las semanas y los casos de Covid en embarazadas fueron aumentando y con ellos las muertes, lo que se vuelve una situación bastante angustiante, sobre todo cuando no tenés información, no tenés hora y nadie te dice nada sobre qué hacer o cómo seguir. Quiero agregar además, que las embarazadas nos tenemos que dar la vacuna de la gripe, cosa que no he podido hacer ya que te recomiendan darse primero la del Covid, porque hay que esperar por lo menos 15 días entre ambas y es prioritaria la del Covid, entonces se vuelve una doble espera y toda la incertidumbre aumenta.
El 8 de mayo me llegó un mensaje de que tenía hora para el 27 de mayo a las 21.30 en el Antel Arena, esto fue unos días antes de que saliera el decreto que indica que las embarazadas son población de riesgo y por tanto deben ser priorizadas. Me habían agendado para darme la Sinovac. El 12 de mayo salió el comunicado que finalmente nos decretaba población de riesgo. Digo salió, pero para poder verlo tenés que navegar bastante por la página del MSP donde la información no está para nada accesible y tampoco es clara. En esos días se me ocurrió llamar a mi prestador de salud para saber si efectivamente estaba en la lista de embarazadas y qué debía hacer, si ellos sabían algo. Quien me atendió me dijo que no, que no les había llegado ninguna información y que no tenían ningún tipo de indicaciones por parte del Ministerio. Bárbaro, seguíamos esperando y en una nube de nada. Yo ya me había decidido dar la Sinovac porque pensaba que cualquier vacuna era mejor que ninguna vacuna y que era necesario acortar el tiempo sin inmunización, porque sentís que estás todo el tiempo por contagiarte, con los riesgos que eso conlleva. Ya estaba bastante recluida, tengo la suerte de poder trabajar desde casa ya que mi profesión me lo permite, pero volví a recluirme más, mi compañero sale solo a hacer las compras y por supuesto cuidarnos como al principio de la pandemia. Realmente uno trata de no pensar pero se vuelve difícil y más cuando no tenés idea de cómo seguir, cómo sigue todo y hasta cuándo.
El día anterior a la fecha en la que me tocaba vacunarme, ingresé a la página del MSP y no había mucha información, ni clara ni concisa ni nada. Tipeo “embarazada” en el buscador: en primer lugar aparece un documento ya desactualizado del 28 de abril que se titula “Recomendaciones para la mujer embarazada y el recién nacido frente a la COVID–19” y dice textual: “Tampoco existe, hasta la fecha, evidencia concluyente de que el embarazo pueda empeorar el curso de la enfermedad por COVID-19, ni en lo que respecta a la neumonía, pese a lo cual existen reportes de escasos casos de muerte materna. La mayoría de las mujeres embarazadas con infección por COVID -19 presentan cuadros sintomáticos leves o moderados. Tos seca, fiebre y falta de aire son los síntomas más frecuentes”, cosa que al 26 de mayo, un mes después, ya estábamos viendo que no era tan así y las muertes y complicaciones en embarazadas seguían sumando casos, es más ya eran consideradas población de riesgo y sin embargo esta nota es la primera que aparece en el buscador.
En segundo lugar aparece otra entrada titulada “Comunicado vacunación contra la Covid-19 en embarazadas” también del 28 de abril y actualizada el 29 que cita “El Ministerio de Salud Pública recomienda la vacunación contra la covid-19 en embarazadas que presenten alto riesgo de exposición al virus SARS – CoV-2 o de padecer un cuadro severo de la infección por la enfermedad.” y que “No se debe rechazar a una embarazada al momento de concurrir a vacunarse ni solicitar receta médica. Puede recibir tanto CoronaVac como Pfizer.” Ya tenían casi un mes de desactualización, no priorizan a las embarazadas en general, indican cualquiera de las dos vacunas y son las dos primeras entradas que te aparecen.
Recién en tercer lugar aparece la entrada que data del 12 de mayo y se titula “Comunicado vacunación de embarazadas” donde dice “(…) Por esto, el balance beneficio-riesgo es ampliamente favorable y se recomienda la vacunación, independientemente de la edad gestacional. Se puede utilizar tanto la vacuna de Pfizer/BioNtech como la Coronavac del Laboratorio Sinovac.” Confuso, la doctora me dijo a partir de las 13 semanas y el Ministerio que no importa la edad gestacional. Además, yo ya venía viendo en redes y escuchando de otras embarazadas que les estaban dando la Pfizer, ¡pero la página del Ministerio vuelve a decir que te podés dar cualquiera de las dos!
Seguía completamente confundida, llena de dudas y preguntas, entonces llamo al 0800 1919 int. 4, interno se supone es para brindar información y evacuar dudas. Ese miércoles 26 me atiende un muchacho, que me dijo firmemente que las embarazadas si o si se tenían que dar la Pfizer, no la Sinovac y que mi fecha, como había llegado el 8 de mayo, unos días antes del comunicado, “casi seguro” fuera para la Sinovac, pero que él no podía asegurarme porque no tenían esa información. Raro, si no la tiene el Ministerio, ¿entonces quién? Me dijo que esperara al otro dia, al dia de la vacunación y que fuera hasta al Antel Arena para comprobarlo o que de lo contrario, tratara de llamar para ver si podían ellos, brindarme la información de cuál vacuna se estaba administrando allí. Quiero recalcar que tenía hora para las 21.30, día de frío, sin auto. Ir a consultar cuál vacuna estaban dando solo por las dudas, probablemente fuera un riesgo de contraer la enfermedad, todo increíble. Le consulto si él me podía indicar si efectivamente estaba en la lista de embarazadas porque en mi prestador de salud me habian respondido que no tenian informacion y me dijo que si, le paso mi cedula, chequea y me dice que sí, que estaba en la lista del Ministerio de embarazadas. Por lo que si estaba agendada para la Sinovac, esperara a que se pasara mi fecha y llamara por teléfono el viernes de mañana a este mismo número para que me pudieran borrar y reagendar, pero que lo hiciera por teléfono y no por la web para que me quedara tranquila de que se había hecho. A todo esto pensaba que si la información hubiese estado clara desde antes, por lo menos desde el 12 de mayo, fecha del comunicado, yo podría haberme borrado y solicitado nueva fecha ese mismo día, lo que hubiese anticipado todo el proceso y por ende habría disminuido el riesgo de contagio y posibles complicaciones.
Llegó el jueves 27 de mayo, en el correr del dia llamo al Antel Arena y me indican que sí, que estaban dando la Sinovac ese día. Por lo que dejo pasar mi hora y espero ansiosa al viernes de mañana, ya quería tener hora y por lo menos un horizonte más claro de todo esto. Llamo el viernes temprano y la primera persona que me atiende me dice que todo lo que me dijo el primer telefonista era imposible, que no podría nunca haberme dicho todo eso, directamente negando algo que me había sucedido, realmente quede en un estado de indignación y sorpresa que no podía creer. Por suerte mi compañero siempre está escuchando las conversaciones que pongo en altavoz para que escuche lo mismo que yo, algo así como un respaldo. Es increíble, me dijo que ellos no tenían acceso al listado de embarazadas y por ende el primer telefonista nunca podría haberme dado esa información, cosa que efectivamente había hecho una vez que le di mi numero de documento. Me dijo también que en ese número ellos no podían borrar ni reagendar a nadie, básicamente no podía hacer nada. Lo único que me dijo, tratándome bastante mal y no logrando comprender la situación angustiosa de una embarazada que ya no sabia a quien recurrir, que me borrara y me volviera a inscribir por internet, indicación contraria a la del primer telefonista. Me dijo además, que llamara a mi prestador de salud, que ellos podían darme la información, a lo que yo le decía que en mi prestador me indicaron que llamara al Ministerio. Ya todo parecía una tomada de pelo monumental y la desesperación aumentaba, en mi prestador de salud me dicen que llame al Ministerio y en el Ministerio a mi prestador, un loop infinito. Mi duda era si estaba en la lista o no como me habían indicado en la primera llamada, ya que de eso dependía que si me borraba, no quedara otra vez en la cola de la lista, esperando indeterminadamente. Pero no me lo pudo o no quiso decir, por lo que corté, esperé unas pocas horas y volví a llamar a ver si quien me atendía una tercera vez, podía darme otra información.
Esta señora fue bastante más amable, pero lo que me pasó me dejó en un estado de tristeza, angustia, incertidumbre y rabia, mucha rabia, que solo podía llorar. Me dijo, a diferencia del primero y la segunda ¡que no me anotara por internet! Que el Ministerio sabía de todas las embarazadas y ellos se comunicaban con la persona, que eso sabía de otro caso, o sea sabía de oído de un supuesto caso en donde el Ministerio se había comunicado por iniciativa propia con una embarazada, pero no me lo garantizaba, ¡eran suposiciones de ella! ¿No les parece una locura? ¿Una falta de respeto? Me dijo también y voy a tratar de recordar las palabras lo mejor que pueda: “esto no tendria que decirtelo pero yo no soy empleada del Ministerio, soy empleada de un ente público pero no del Ministerio, soy empleada de Antel, aquí donde estoy, estoy sola, no tengo supervisores ni nadie con quien comunicarme, la información que me pedis no la tengo y no se que decirte, es más, casi no tengo información, probablemente vos tengas mas informacion que yo”.
No lo podía creer, en el número al que estaba llamando para tratar de saber qué hacer con la hora de la vacuna, que está para eso, para dar información, me decían que no tenían información. Finalmente viendo mi desesperación me dijo que lo único que podía hacer era pedirme mis datos, nombre, cédula y número de teléfono para tratar de comunicarse con alguien y ver si podían llamarme para responder a mis consultas. Nunca sucedió, nunca me llamaron ni se comunicaron conmigo.
Ese día también traté de comunicarme con el Ministerio por diferentes vías, sin suerte. El 1934 que es el numero que aparece en la web no te da nunca, realmente es imposible, si la llamada llega a entrar podes estar un dia entero esperando a que te atiendan y nada. No había manera. Por supuesto que lo de no anotarme como me dijo la última telefonista no me pareció razonable, por lo que ese mismo día, entré a la web, me borré de la hora que me quedaba, la segunda de la segunda dosis y esperé a que me llegara el mensaje de que había sido dada de baja. Cuando me llegó, ingresé nuevamente y me anoté, otra vez, ya casi finales de mayo, vuelta a esperar, embarazada y con miedo, con bronca, con incertidumbre, no teniendo respuestas de ningún lado. Teniendo que escuchar y leer que se priorizan y se cuidan a las embarazadas, ¿cómo? ¿de qué manera? ¿cómo se las está cuidando? ¿Faltan brazos o falta voluntad del gobierno, del Ministerio de Salud Pública? Yo seguía esperando y los casos de muertes de embarazadas volvían a resonar, otra muerte, esta vez una mujer en Paysandú…
Finalmente pude saber, por un contacto, que estaba en la lista de embarazadas que mi prestador de salud le había enviado al MSP y pude resolverlo, pude tener mis dos fechas para la Pfizer, pero me quedo pensando, ¿qué pasa con las personas gestantes que no cuentan con todo el acceso a la información, todos los medios y recursos con los que cuento yo? ¿Qué pasa si una persona llama y la telefonista que la atiende le dice que no se anote, que el Ministerio se comunica igual? ¿Se queda con esa respuesta sin anotarse? ¿Se contagia de COVID esperando? ¿Quién se hace responsable?
Mientras vivís en carne propia un Estado ausente, tenés que ver videos y tweets hablando de dosis, del avance de la vacunación, sabiendo que la información no está, que el cuidado no está, que hay un abandono tremendo y que mientras las personas gestantes se enferman, se agravan y varias de ellas mueren. Me pregunto, ¿tan difícil es hacer una pequeña campaña en medios masivos, en la calle, que diga claro y simple algo como: “Si estás embarazada te corresponde la Pfizer, inscribite en…”. Eso para quienes tienen acceso y saben manejarlo, las embarazadas en Uruguay son aproximadamente 28.000, ¿no pueden llamarlas, ir a los domicilios y registrarlas para que se puedan vacunar? ¿No hay ninguna manera de que la información sea más clara y accesible? ¿En serio? Es falta de voluntad, de empatía o qué? Todavía no lo sé y me quedo pensando en todas las que seguramente no estén vacunadas ni registradas por no contar con los privilegios con los que yo cuento. Duele muchísimo.
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