El pasado domingo se llevaron a cabo las primarias chilenas, en un contexto de asamblea constituyente y pandemia. Luego de una gran victoria obtenida por la centro izquierda, la izquierda y expresiones populares ante la asamblea constituyente, tanto sectores de derecha como de izquierda se prestaron a realizar primarias que determinen los candidatos a las elecciones nacionales.
La coalición heredera de la vieja concertación prefirió evitar este escenario.
Por parte de la izquierda, tanto el Frente Amplio de Chile como el Partido Comunista de Chile volvieron a presentarse en conjunto presentando un candidato por cada fuerza que determinase cual pasaba a las elecciones nacionales.
Gabriel Boric, candidato del Frente Amplio fue el claro ganador superando más de un millón de votos y un 60% de la coalición frente al 40% de Jadue candidato del Partido Comunista.
Cabe destacar que la alianza representó más de un millón seiscientos mil votos superando por amplio margen a la interna de la derecha que fue conquistada por Sebastián Sichel quien no superó los votos que tuvo Jadue.
La izquierda Chilena, vuelve a quemar una etapa electoral de forma victoriosa, luego de alcanzar representaciones en las regionales y de obtener una contundente victoria en la conformación de la asamblea constituyente.
El Frente Amplio y el Partido Comunista realizaron su segunda experiencia en alianza, la primera había sido la asamblea constituyente.
Desde el último estallido social brutalmente reprimido por el gobierno derechista de Sebastián Piñera, el movimiento popular se ha enfrentado a la ardua tarea de canalizar el descontento en procesos electorales, sorprendiendo en cada uno de ellos y generando un escenario de esperanza luego de una irrupción digna en las elecciones pasadas, ahora con mayores perspectivas de lograr objetivos mayores.
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