Un 19 de julio de 1979 las columnas guerrilleras del Frente Sandinista de Liberación Nacional ingresaban triunfantes en el Municipio de Managua, capital de Nicaragua, momento cúlmine de la “Ofensiva Final” iniciada en junio y que marcaría la victoria de la Revolución Popular Sandinista.
Un poco de marco
Desde 1934 el país venía siendo gobernado de forma dinástica por la familia Somoza: tachos y tachitos, una familia con una de las fortunas más grandes del continente. De élite rural, descendientes de capitanes gallegos y soldados franceses, que rápidamente se fundieron con la alta sociedad, con el Partido Conservador y con la influencia norteamericana.
Precisamente esta influencia norteamericana fue la que llevó al primer “Tacho”: Anastasio Somoza García, a traicionar y ordenar el asesinato de Augusto César Sandino (Augusto Nicolás Calderón Sandino). Luego de que el “General de Hombres Libres” triunfara en su resistencia contra el ejército de ocupación estadounidense, creando la Guardia Nacional y poniendo a su frente al General Somoza.
Lo que no pudieron los versos transformados en balas de Rigoberto López Pérez, apuntando al pecho de Somoza el 21 de setiembre de 1956 (muriendo el 29 de setiembre de 1956), lo empezarían a poder las acciones de Ramón Raudales en el 58’, “El Chaparral” en el 59’, “El Dorado” en el 60’.
De la Juventud Democrática Nicaraguense a la Juventud Revolucionaria Nicaraguense, de la Juventud Patriótica Nicaraguense al Movimiento Nueva Nicaragua, finalmente al Frente Sandinista de Liberación Nacional fundado en 1961 por Carlos Alberto Fonseca Amador, Santos López, Silvio Mayorga, Faustino Ruíz, Tomás Borge, Noel Guerrero, Bayardo Altamirano, entre otras y otros.
El proceso
Al calor de la Revolución Cubana y la Guerra de Independencia Argelina, con la memoria presente de las luchas contra la ocupación norteamericana y por la liberación nacional de Sandino, el Frente Sandinista fue aumentando su apoyo a pesar de las derrotas de Pancasán en el 67’ o “Las Termópilas” en el 69’.
Pero fue en noviembre del 76’, al pie del Cerro Zinica, la derrota más importante previo al triunfo por venir. Fonseca muere en combate y el Frente se divide en tres tendencias que luchan por separado: una tendencia que bregaba por la lucha popular prolongada, de carácter maoísta; una tendencia proletaria, marxista-leninista; y una tendencia tercerista, fuertemente vinculada a un nacionalismo de izquierda, a la socialdemocracia y a la Teología de la Liberación.
El asesinato del periodista, empresario y notorio opositor al régimen, Pedro Joaquín Chamorro en 1978, provoca una insurrección importante que desencadena (unos meses más tarde) en la Toma del Palacio Nacional por parte de una columna del FSLN.
En marzo de 1979 las diferentes fracciones sandinistas firman el acuerdo de unidad y en junio se hace el llamamiento a la «Ofensiva Final», convocando a una huelga general, ingresando con un amplio respaldo popular en Managua el 19 de julio de 1979, consumando su victoria y la derrota de Anastasio Somoza Debayle.
Las contras
En 1981, y siguiendo la receta que habían implementado con Cuba, el gobierno de Ronald Reagan impone un bloqueo económico y financia grupos terroristas que desde Costa Rica y Honduras buscan derrocar al gobierno sandinista. Fecha que coincide con la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, que implicaba el reparto de las tierras en un país fundamentalmente agrícola y de latifundios, tierras que provenían de las propiedades nacionalizadas a los Somoza y sus partidarios y en las que se crearon granjas cooperativas dependientes del gobierno que congregaban a pequeños productores facilitándoles el acceso a créditos, herramientas e insumos.
La Contra finalmente conseguiría su objetivo, pero por las urnas, apoyando y financiando la coalición electoral de 14 partidos que impulsaban a Violeta Barrios de Chamorro (viuda de Pedro Joaquín Chamorro).
Pero la contra también llegaría a su fin, en 2007, cuando Daniel Ortega vuelve a ser electo Presidente de Nicaragua. Fecha que coincide con el “Período Progresista” en nuestro continente, caracterizado por gobiernos de izquierda y progresistas que buscaron la unirse atrás de una línea (política, económica, militar) que le permitiera mayor independencia frente a una hegemonía norteamericana de más de medio siglo.
Particular de los pueblos
Muchos análisis circulan sobre la situación que hoy vive el país centroamericano que -junto a la situación cubana- nos traen a la memoria el inicio de las operaciones mediáticas, económicas y militares que todavía siguen asediando a Venezuela…aunque ya no sea tapa de diario.
Ninguno de estos análisis hablan de los intereses norteamericanos afectados, siendo Estados Unidos uno de los principales actores de la ofensiva en los 3 países mencionados.
Imposible no hablar de Artigas, de la “Soberanía particular de los pueblos”, de como también hasta nuestra diplomacia fue mamando estas ideas y colocándonos dentro de los primeros lugares en la lista de países no injerencistas.
No hay que ser científico para entender las diferencias, climáticas, políticas, territoriales, culturales, que conforman nuestra visión de los procesos, los nuestros pero mucho más los ajenos. Pero hay que ser muy valientes para defender el derecho de los pueblos a construirse y constituirse, abstrayéndonos de nuestras comodidades, nuestras idealizaciones, porque justamente no se trata de nosotros…y si.