MateAmargo
Daniel Caggiani asesor en la IMM, legislador, marco a partir del cual fue presidente del ParlaSur entre 2019 y 2020, diputado, senador.
Cuéntanos un poco de ti, luchador social de por vida, como empezó tu militancia, tu vida, tu familia.
Uno se define primero como militante social y luego político. Empecé militando a nivel estudiantil en el Liceo 18 en el año 1996, en las ocupaciones. Recién entraba en el Liceo y empezamos a organizar jornadas de apoyo a los compañeros que estaban ocupando otros centros, sobre todo el IVO, que era de la zona y de 2do ciclo. Luego comencé a tener contacto con la militancia política partidaria, aunque desde una mirada estudiantil. Organizamos el gremio, manifestaciones, juntamos recursos, sacamos un boletín del propio Liceo. Así la cercanía con los problemas sociales fue creciendo, se empieza a problematizar en el contexto político y dar los primeros pasos en el compromiso a nivel territorial en el MPP y también en el MLN-T que fue siempre una referencia histórica para nosotros. Muchos compañeros y compañeras de militancia ayudaron en nuestra formación, a encontrar compañeros de ruta para integrar un proyecto político muy importante.
El contexto familiar jugó un papel de politización temprana. Los amigos, los grupos de pares íbamos problematizando las ocupaciones en que participaba cada uno en función de la realidad que estábamos viviendo, y que vivían nuestros vecinos, nuestros amigos. Eso terminó siendo un componente fundamental para el proceso inicial en la militancia política y el compromiso para asumir una forma de vida.
Empecé a militar bastante joven y ahora es parte importante de la vida. Es una forma de entender el compromiso de vida y para con la sociedad. Esto trasciende las responsabilidades institucionales o políticas que uno pueda tener, porque en realidad hoy estamos aquí y mañana en otro lugar. Pero siempre seguiremos con el mismo compromiso de luchar por una sociedad más justa, hacerlo en colectivo y tratar de construir alternativas para que nuestra gente viva mejor.
En menos de un mes, el 27 de marzo, el pueblo uruguayo define por SI (o por no) a la anulación de 135 artículos de la ley de urgente consideración, al respecto ¿Qué mensaje tendrías para darle a este pueblo?
En tres semanas tenemos una instancia muy importante que surgió de las entrañas del pueblo uruguayo que está acostumbrado a sacar lo mejor de nosotros en los momentos más difíciles, sorprendiéndonos año tras año. La juntada de firmas en medio de la pandemia, en una compleja situación política y social, fue una enseñanza sobre la necesaria unidad de las organizaciones políticas y sociales, para la construcción de un modelo de sociedad que piense en los más humildes.
El 27 habrá un mojón, una instancia de referéndum que consultará a la ciudadanía si desea anular los 135 artículos más nefastos de la Ley de Urgente Consideración. Esto tiene que ver con el aumento de los combustibles y por tanto con el incremento del costo de vida de los uruguayos, en momentos que hay recorte del gasto público, de los salarios y las jubilaciones que ha generado una pérdida en los ingresos de las familias uruguayas. A la par hay un aumento de las exportaciones y de la actividad económica. Por tanto, hay una concentración de los resultados económicos en muy pocas manos, en los “malla oro” como diría este gobierno. También allí estos 135 artículos son una malla jurídica que termina legitimando la existencia de ciudadanos clase “A” y clase “B” en Uruguay. Ciudadanos que pueden acceder a una garantía de alquiler con toda garantía ante un posible desalojo y otras arbitrariedades, y otros ciudadanos clase “B” con contrato de alquiler sin garantía, con procedimientos más flexibles que vulneran derechos fundamentales que sin duda van a generar un problema no solo del acceso, sino del mantenimiento de la vivienda. Ni que hablar de los derechos laborales, sindicales. Ni que hablar de los temas educativos y los temas de seguridad que como parte de esa malla jurídica termina permitiendo abusos contra la ciudadanía y sobre todo contra los sectores más vulnerables de esta sociedad.
Es una instancia muy importante. La ciudadanía será legisladora por un día, definirá por SI o por no, por la papeleta rosada que es la nuestra. Es una instancia muy difícil, pues no solo hay que ganarle al no, si no también a los votos en blanco. Las fuerzas políticas que defienden el no han tratado de que la ciudadanía no se informe. Será un llamamiento a la sociedad ante todo lo que está ocurriendo, y la mejor forma de manifestarse en una democracia es el voto. La ciudadanía podrá expresar sus preocupaciones, carencias, frustraciones y sobre todo demostrar su fortaleza con un voto, de manera pacífica. Son señales que es importante que la ciudadanía pueda dar en la instancia del 27.
El pasado 25 de febrero fue el llamado a sala del canciller Bustillo. Allí expresaste con gran preocupación y entre otras cosas que “no hay una política exterior en este país”, que el ministro de relaciones exteriores era un “ministro sin cartera”. ¿Podrías comentarnos sobre esta situación?
La visita del canciller Bustillo a la comisión permanente nos dejó gusto a poco. Salimos más preocupados que cuando entramos. Seguimos preocupados por la falta de rumbo de la política exterior del país. Hay una concentración muy importante de esta actividad en la Torre Ejecutiva y una pérdida de centralidad de la cancillería. El presidente manda y ordena y la cancillería a veces intenta fundamentar las decisiones del presidente y eso debilita el trabajo del propio gobierno en esa instancia.
El gobierno a dado un claro giro en política exterior, a tomado decisiones importantes no consultadas ni con la propia coalición de gobierno y termina degradando posicionamientos de Uruguay que son base de nuestros principios de política exterior. Sobre todo, ha tenido un alineamiento enorme con las grandes potencias, fundamentalmente con EEUU, primero con Trump y ahora con Biden. Ha intentado un acercamiento comercial con China, pero ha fracasado. Se ha peleado con los socios regionales en un momento en que el mundo está de vuelta de la globalización y lo que hay es una gran necesidad de integración regional. Nuestro gobierno con una visión ideológica muy marcada, va a contramano.
Nos preocupa porque así se nos están generando dificultades de relacionamiento político. El gobierno está quedando aislado desde el punto de vista del posicionamiento país en la región. Para el país es una muy mala señal que se abandonen espacios de integración regional que han sido pilares en nuestra conformación como nación. Hay sin dudas una falta de visión independiente y autónoma en el posicionamiento internacional, con peso en las decisiones de política exterior de otras naciones y falta de visión soberana sobre estos temas. Es preocupante porque en realidad obra contra la defensa de nuestros principios nacionales que junto a los regionales deberíamos defender a ultranza.
Dada la situación actual no podemos cerrar sin pedirte una breve reflexión sobre el conflicto Ucrania – Rusia.
Es fundamental ver el conflicto Ucrania – Rusia en toda su dimensión. Hay una clara intensión de ciertos sectores de la derecha de la política nacional, regional y mundial, de convertir este conflicto contra alguna de las partes en pugna, sobre todo contra Rusia.
Es un conflicto de larga data que tiene ribetes históricos, pero que sin dudas su origen fundamental está en la intervención de EEUU en las zonas de influencia de países muy importantes como Rusia y China. En este caso estamos hablando de Rusia, y de un país muy importante como Ucrania que tiene una posición geopolítica muy significativa, fronterizo con Rusia por donde pasa uno de los gasoductos que alimenta con gas ruso a la Unión Europea. Ucrania fue el epicentro de un golpe de Estado en 2014, dónde se puso en la presidencia a la ultraderecha que desarrolló con sangre, sudor y lágrimas, un proceso de exterminio a bastos sectores de la población ruso-parlante. La zona este de Ucrania, la zona del Donbass no reconoció a ese gobierno ilegítimo y reclamó niveles de autonomía. Luego hubo acuerdos de la Unión Europea con Rusia y Ucrania para poder lograr cierto marco de estabilidad en la región que nunca se consiguió, con más de 14 mil muertes en enfrentamientos de la población con el ejército ucraniano.
Es una situación compleja, pues cualquier situación de enfrentamiento bélico que suceda en las zonas de influencia de los países centrales en estos tiempos se va a incrementar, pero además puede generar un enfrentamiento internacional mucho más grande. Creo que ahí el diablo puso la cola y los países de la OTAN, sobre todo EEUU que es quien dirige a la OTAN, han jugado un papel lamentable. Estas situaciones se pueden incrementar en el corto plazo y por tanto los problemas de las potencias centrales, emergentes, con sus países y zonas periféricas también se van a incrementar.
Hay que estar atentos, tener la mirada afinada, para condenar las situaciones que se puedan estar dando de avasallamiento de derechos fundamentales como pasa en los conflictos bélicos, teniendo además una mirada más integral sobre los pormenores y las cosas que suceden.