Mate Amargo
A Lilian la conocimos en las luchas por la defensa de la Educación Pública allá por los años 90, pero venía de antes.
¿Cuéntanos un poco de ti, de tu familia, cuando empezaste como luchadora social?
En realidad empecé a militar en el 83.
Cuando me recibí de profesora de Historia y a la salida de la dictadura se estaban creando lo que en ese momento se llamaban las asociaciones de profesores, que hoy conocemos como FENAPES. En el ochenta y tres en la Iglesia Tierra Santa se creó ADES, la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria.
Ahí empecé a militar, militancia sindical y al mismo tiempo política, porque a la salida de la dictadura se estaban organizando, por ejemplo, el primer primero de mayo; pero también los comités de base del Frente Amplio clandestinos. Ya en el 84 mi militancia fue tanto política en el Frente Amplio, como sindical.
En esa época con mi compañero de vida, militamos también muchas veces en reclamos populares o sociales. Por ejemplo, vivíamos en Colonia Nicolich y en esa zona no había teléfono. Por lo tanto, con el comité de base frenteamplista que se re instaló allí en el año 84 (hoy todavía funciona) “Heber Nieto”, empezamos a juntar firmas con los compañeros, con todos los vecinos y se instaló el primer teléfono público en esa zona. Era una zona barrial, muy extensa, semi rural y donde no había un teléfono público. Me acuerdo que se instaló en la farmacia del Empalme Nicolich, porque era donde lo iban a cuidar. Para una gran zona fue un logro importante, pues fue la llegada del Estado como tal, con un servicio público.
En el 89 fue la gran huelga de la enseñanza. Participé ahí. Y lo que acabas de decir en la pregunta: tenía una militancia fuerte por la Educación Pública en FENAPES. También participé en la creación del MPP y así hasta hoy.
En pocos días Uruguay define por la anulación (o no) de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración. Al respecto, que mensaje tendrías para nuestras mujeres y para nuestro pueblo en general
Estamos en contra de la Ley de Urgente Consideración, no de toda la ley, pero sí pedimos las firmas para anular estos 135 artículos. Fue muy dura esa juntada de firmas, porque en plena pandemia estábamos tratando de llegar a la casa de los amigos, vecinos, vecinas, barriadas intensas en esos momentos donde las aglomeraciones no eran posible y donde había mucha gente recluida por el COVID-19. Pero bueno, la militancia en la calle logró esas ochocientas mil firmas y ahora estamos volviendo a los barrios, volviendo a pedirle a las vecinas y vecinos para que nos acompañen con su voto por el SI con la papeleta rosada para anular estos 135 artículos, que son una muy mala noticia para las trabajadoras y los trabajadores.
Son una mala noticia porque, aunque no vamos a explicar aquí los 135 artículos, podemos decir que se recortan los derechos y cuando se recortan derechos, las más perjudicadas obviamente son las mujeres. Por ejemplo, en derecho laboral, la flexibilización del trabajo hace que muchas veces las mujeres para poder mantener el hogar, las mujeres jefas de hogar, tengan más de un trabajo y precarizados.
Otro de los artículos de la ley, que es muy importante también para las trabajadoras, es la no obligatoriedad de los niños de 3 años en la educación pública primaria (1). Así el Estado se retrae y por lo tanto las trabajadoras les queda como única opción la educación privada de sus hijos de 3 años para poder integrarse al mercado laboral. Eso por un lado mercantiliza la educación, porque obliga a entrar al mercado privado para poder suplir lo que antes era un derecho en la educación pública de nuestro país. Por otro lado, hace que los niños queden muchas veces en manos de vecinas, de vecinos o de la familia, abuelas o de hermanas mayores que se hacen cargo de los cuidados. Esos cuidados que antes garantizaba el Estado con presupuesto y con sus servicios. Ahora el Estado se retrae y el mercado se hace cargo de lo que antes eran derechos universales, como el derecho a la educación pública.
Un tema muy importante en la LUC también es el de la seguridad. Estamos viendo que la seguridad pública no es que mejore y que por eso disminuyan los delitos, sino que lo que disminuyen son las denuncias, porque la gente para denunciar tiene que dirigirse a las comisarías. No existen más los patrulleros con las tablets que tomaban las denuncias en el lugar, en caso de una rapiña, hurtos, etcétera. La gente tiene que dirigirse a las comisarías y lo que está pasando allí es que se volvió al viejo cuadernito donde se anotaban las denuncias, y a las largas esperas. La gente ya no concurre a denunciar rapiñas o pequeños hurtos porque en realidad no se están tomando esas denuncias. No se está cuidando a la policía.
En nuestro país, en este momento el mayor ajuste es en la salud, es en la educación y es en el gasto público social. Éstos son lugares altamente feminizados. Por lo tanto, las más afectadas en sus derechos son las mujeres, tanto las mujeres trabajadoras de estos lugares como las mujeres que hacían efectivo sus derechos a través de la atención en salud, de la educación o del gasto público social, como por ejemplo subsidios por parte del Estado que ya nos están recibiendo. La mayor pobreza está en las mujeres. Las mujeres de los barrios donde el Estado se había extendido a través de policlínicos, los jardines de infantes, hoy día son las que han perdido muchos más derechos, porque el Estado se ha retirado, han quedado solas, aisladas, en medio de la pandemia, abusadas muchas veces por sus parejas, exparejas, y sin tener a quién recurrir porque el Estado no da respuestas.
Nosotras las mujeres, somos las que producimos más riqueza a través del trabajo visibilizado y del invisibilizado, del trabajo asalariado y de aquel que no se ve. ¡Probemos a ver qué pasa si puede funcionar este sistema sin nosotras!
Vimos que en ocasión del 8M alzaste tu voz en cámara con fuerza diciendo que querías «dejar constancia de una serie de hechos graves: hubo una nueva denuncia hacia cinco policías de la Republicana por abuso sexual». ¿Es esto otro «caso aislado»? ¿Qué más nos puedes decir al respecto?
Decíamos que en su último informe, el Mecanismo de Prevención de la tortura de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensora del Pueblo, ha sacado una serie de denuncias sobre abusos policiales y sobre desmanes de la Policía. No son casos aislados. Tan es así que, en Radio Sarandí, el día martes 9 de marzo, el jefe de la Policía Nacional, Diego Fernández, sacó un comunicado para la policía en general dónde les dice que por favor “paren la mano hasta después del 27 de marzo”. Así que a confesión de partes está todo dicho. Si fueran casos aislados no tendría que salir el jefe de policía a decirles a las policías y los policías en general de todo el país que pararan la mano, porque es que no hay como tapar esos abusos policiales en estos momentos.
El informe mencionado constató en el año 2020, 102 casos de irregularidades entre las que se cuentan 62 casos de abuso policial, 21 lesiones y 11 allanamientos ilegales. Hubo una nueva denuncia hacia 5 policías de la Republicana por abuso sexual, que se suma a la denuncia de fines de febrero por parte de dos mujeres por violación dentro de un patrullero. No son casos aislados.
El mes de marzo es el mes de la mujer y el 8M señalado como día internacional de la mujer trabajadora. Te pedimos un mensaje, en ese marco.
En el Mes Internacional de la Mujer queremos reflexionar sobre nuestra vida como mujeres en el sistema capitalista. Todas las mujeres somos trabajadoras, asalariadas o no, porque producimos riqueza y muchas veces a través de un trabajo no remunerado. Por lo tanto, ser mujer es ser trabajadora. Y queremos decir que muchas veces el trabajo, el mayor trabajo que tienen las mujeres, es el trabajo invisibilizado, trabajo muchas veces precarizado.
Las estadísticas muestran de qué manera las mujeres, a pesar de ser la mayoría de la población, no estamos en lugares de diseño de políticas públicas y de toma de decisión de esas políticas públicas. En nuestro país en este momento hay un retroceso en derechos que especialmente afecta a las mujeres y sobre todo a las mujeres más pobres. Ese retaceo de derechos, lo podemos ver a través de los ajustes fiscales, un ajuste en el presupuesto nacional y por lo tanto, en el gasto público social que hace que las mujeres sean las que más sufren. Ajustes en la educación, ajustes en la salud, ajustes en el sistema de cuidados. Las trabajadoras son las que salen a luchar por esos derechos, porque son los derechos de nuestros/as hijos/as, de nuestros/as sobrinos/as, de nuestros/as nietos/as. Las mujeres más pobres son las que están al frente de las luchas, reclamando que el Estado no se retire de los barrios, que no se retire de los lugares donde se garantiza el derecho a través de políticas públicas.
Como decía antes, si nuestras vidas no valen, bueno entonces, que produzcan sin nosotras, a ver si pueden.
Notas
(1) Art.127: «La educación en la primera infancia no es obligatoria. Cuando la educación de tres años adquiera carácter formal, se la considerará educación inicial no obligatoria.» se puede consultar https://resistencia.uy/140