A una semana del referéndum la satisfacción del deber cumplido, pero el amargo sabor del no haber podido llegar. Amargo porque como antes y a contrapelo de la máxima artiguista, pagarán más los y las que menos tienen, porque las y los más infelices son y serán los menos privilegiados de un modelo neoliberal con expresión económica, pero también social en su abanico más amplio.
La Luc impacta en las formas salariales, no solo por el aumento de los combustibles derivado del dejar hacer dejar pasar del mercado y sus precios, si no y fundamentalmente por intervenir en la acción sindical y de masas con más y mayor represión. Impacta en educación pobre para pobres, impacta favoreciendo a los dueños de las viviendas. Pero, el nuevo modelo neoliberal es mucho más amplio que 476 artículos de una ley. Vendrán ahora otras leyes y reformas que lo corroboraran, pero la pobreza y su expansión en momentos de crecimiento de la riqueza generada es la pauta más cruda.
Es el resultado de “la libertad responsable”, del “sálvese quien pueda” cuando el salvavidas lo tienen otros, porque el “derrame” anunciado no se avizora en el horizonte. Se trata de 375.624 personas por debajo de la línea de pobreza (65.000 más que en 2019) y 10.631 personas por debajo de la línea de indigencia (3.600 más que en 2019).Mientras que el PBI creció un 4.4%, recuperando casi el 75% de lo perdido durante la crisis, la cantidad de pobres solo se recuperó en un 35% entre 2020 y 2021, mintiendo además sobre una supuesta baja de la pobreza infantil, que también creció. Porque la guerra mediática que vive el mundo es en primer lugar guerra contra las poblaciones más vulnerables.
La desprotección de este tipo de Modelo, ya conocidos (aunque olvidados) de finales del siglo XX, puede hoy tener efectos mayores en tiempos de cambio de imperios o al menos de centros hegemónicos mundiales, con conflictos múltiples a nivel planetario y grandes ganadores (industria armamentista, productores de alimentos y otros de las zonas en conflicto, etc.) donde se destaca el llamado capital digital (comunicacional).
Sin embargo, el “alerta” tendrá que escucharlo también la derecha, no solo porque casi llegamos con los votos, consolidándose una acumulación importante medida por los resultados del pasado 27M, si no por esa “segunda ola progresista” que parece crecer en este continente, y quien sabe no llegue a tocar nuestra puerta mañana, siempre y cuando mantengamos alta nuestra capacidad de resistencia hoy.