La cuestión fiscal

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economiapolitica.uy

Hace un tiempo conocimos que el resultado de la actividad económica en 2021 en relación al año anterior mejoró, puesto que el PIB creció un 4,4%, tras la caída que observamos en el 2020 del 6,1%. En este contexto de recuperación del producto, que aún no alcanza los niveles previos a la pandemia, seguimos enfrentando el pobre accionar del estado y vislumbrando cómo se publicitan algunos logros, entre ellos, la eficiencia del gasto.

En primer lugar, si nos referimos al resultado fiscal 2021, vemos que el déficit fiscal es menor en esta coyuntura, el mismo cae en relación al año anterior un 20%, y es el resultado conjunto de mayores ingresos, por una mayorrecaudación (principalmente DGI), y un menor gasto.

Si ahora comparamos el nivel de déficit con el producto(PIB), en el 2021 el mismo significa 3,8% del PIB, luego de haber caído en el 2020 un 5,1%. Lo cual podemos apreciar en la siguiente gráfica

Déficit fiscal 2016-2021, como porcentaje del PIB

Fuente. economiapolitica.uy c/datos BCU, MEF.

Los ingresos totales del gobierno crecieron 4,4% en 2021, luego de haber caído en 2020 un 6,4%. Los principalesingresos del Estado se originan por concepto de impuestos que recoge la DGI (Dirección General Impositiva), que lentamente para el 2021 se reactivan respecto al 2020,punto de comparación lógicamente es muy bajo. De hecho, si observamos los principales impuestos vemos que el IVA mejoró en un 10% su recaudación anual hacia el 2021, explicando el 47% del total, mientras que el IMESI, si bien explica un 9,3% del total, su variación fue del 7%. Por otro lado, el IRAE (Impuesto a la Renta de la Actividad Económica) explica el 14% de lo recaudado por impuestosy su variación fue del 8%. También crec la recaudación por IRPF 1 (rentas del capital) en 13%, mientras que el IRPF 2 (a los salarios) cae 2% y lo recaudado por concepto de IASS (a las jubilaciones) apenas creció en 2021 un 0,3%.

Obsérvese la estrecha relación entre impuestos e ingresosgravados (base imponible). La recaudación que más aumenta (el IRAE y el IRPF 1) responde a la acumulación de ganancias empresariales, incluso en plena pandemia,Mientras que la recaudación que disminuye (IRPF 1 + IASS) es fruto de salarios y pasividades en retroceso.

Cuadro 1 – Ingresos públicos: recaudación de la DGI.

Del lado de los gastos públicos, hubo una reducción en salarios públicos, cuya capacidad de compra disminu1,7% en 2021, luego de haber caído también en el 2020 1,9%. De esta manera la masa salarial de los empleados públicos entre el 2019 y 2021 cayeron casi 4% (3,6%). Al mismo tiempo si observamos el gasto que hizo el gobierno en pasividades, éste apenas aumentó 0,07% en 2021, es decir, un crecimiento prácticamente nulo. También caen las transferencias del gobierno en el 2021 en un 6% y particularmente caen las transferencias BPS asociadas al menor gasto en seguro de desempleo, que en 2020 prácticamente se había duplicado.

Por otro lado, el gasto aumenta de manera muy sensible y casi imperceptible, en 2021 luego del incremento en 2020. Si se analiza dónde se da este incremento, vemos que fue en la caja policial, aumentando en un 4,3%, mientras que BPS apenas “creció” un 0,01%; aunque si se compara con niveles previos a la pandemia el resultado de todas maneras muestra caída en esa misma caja de casi 3%. Otra situación similar se da en la Caja Militar, con un crecimiento del 1,2%, mientras que el gasto en BPS aumentó 0,6%.

No es necesario ver muchos números para darnos cuenta el esfuerzo casi nulo que hizo el gobierno en los peores momentos de la pandemia.

Por otro lado, a la luz de los datos recientemente publicados del PIB 2021 conocimos que, junto al crecimiento del producto, las inversiones crecieron en 15%. Sin embargo y contrario a ello, en el sector público el gasto del gobierno en inversiones ca 6%, luego de haber caído también en el 2020 casi un 11%.

En definitiva, ante la ausencia de una política explícita de mejora de los ingresos y la recaudación, el ajuste fiscal anunciado desde la campaña electoral se dio por la vía de la disminución de los gastos públicos, principalmente en salarios, pasividades e inversiones.

Cerrado este artículo el Poder Ejecutivo anunció un aumento de salarios públicos y pasividades, intentando promover algo similar en el sector privado. Claro es que los salarios no tienen nada que ver con el foco inflacionario actual, por lo cual una política de mejora de ingresos es vital para recuperar el deterioro de su poder de compra. El nivel del aumento y su fecha de inicio no parecen constituirse en una propuesta de un impacto sensible en el ingreso de los hogares uruguayos. Pero además, anunciado con el tiempo suficiente para que los empresarios que tienen el poder de ajustar precios, lo hagan ya de antemano, dicho de otra manera, es posible que cuando se otorgue ya se haya perdido.

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