Llegando a mediados de 2021, el Poder Ejecutivo -previa negociación con los líderes de la coalición de gobierno y alguna conversa con el Congreso de Intendentes- envió un Proyecto al Parlamento buscando dar empleo a 15 mil uruguayos, durante un período de seis meses.
Con el proyecto, conocido como “Jornales Solidarios”, el gobierno buscó mejorar los números de empleo y a la vez brindar ingresos en cierta cantidad de familias, tras un año y medio de dificultades económicas generalizadas
Mate Amargo conversó con Karina Camacho, una madre montevideana de 48 años que trabajó toda la primera fase de la iniciativa gubernamental, que salió sorteada para trabajar -también- la segunda fase, y que se ha transformado en referente del colectivo de trabajadores y trabajadoras organizadas en “Jornales Solidarios”.
Mate Amargo– ¿Cómo recibiste la noticia de que el gobierno iba a brindar 15.000 puestos de trabajo?
Karina Camacho– ¡Bien! Me anoté enseguida
MA– Y saliste sorteada
KC– Por suerte quedé dentro de los 15.000, de más de 280.000 personas anotadas.
MA– Y de esos 15.000, ¿cuántos eran para Montevideo?
KC– Alrededor de 4.000
MA– ¿En qué fecha arrancó? y ¿qué tarea te tocó realizar?
KC– Empezamos el 14 de junio del año pasado. Me tocó sanitizar ómnibus en Terminal Colón. El asunto fue que estábamos en plena ola de contagios COVID y, si bien teníamos todos los materiales para trabajar: ropa e insumos, los compañeros se enfermaban y se quedaban sin ingresos. Tampoco teníamos cobertura de salud.
MA– ¿Cuáles eran las características del contrato?
KC– El contrato era por 6 meses, 12 días de trabajo por $12.500 nominales…unos $10.600 en la mano.
MA– ¿Se te iba una gran parte en boletos?
KC– No, la intendencia de Montevideo nos proveyó de 25 boletos mensuales a cada uno. Pero como te decía recién, lo único cubierto eran los aportes al BPS.
MA– Pero el Proyecto se extendió, ¿no?
KC– Si, hasta enero seguimos trabajando con el mismo régimen de días y de salario, pero a partir de enero bajó a 6 días mensuales por $5.300 en la mano. Era eso o te bajabas del programa.
MA– ¿Cuál fue la respuesta de las y los trabajadores?
KC– Muchos se bajaron del programa, porque el ingreso no daba para nada y no era fácil conseguir otra laburo que no coincidiera con los días de los Jornales Solidarios
MA– Vos seguiste firme
KC– Si, porque seguía siendo un ingreso y porque había que dar la pelea desde adentro.
MA– ¿Qué pasó después del 31 de enero de 2022?
KC– Empezamos a movernos, a presentar cartas, a buscar a Senadores para pedirles que implementaran una segunda fase. También fuimos con el Presidente del Congreso de Intendentes.
MA– ¿Cuáles eran las respuestas?
KC– Muchos nos esquivaban, alguno nos mandó a buscar trabajo…que, por cierto, era lo que estábamos haciendo. Tuvimos receptividad en algún legislador del Frente Amplio, alguno también se quedó sin saber mucho que decirnos, pero lo cierto es que en lo concreto no teníamos respuestas.
MA– ¿Y el PIT CNT?
KC– Nosotros empezamos a organizarnos mejor a partir del 1º de mayo cuando el PIT CNT nos invita a ser parte del acto, allí confluimos trabajadores de los “Jornales Solidarios” y del “ABC”. Nos hemos seguido reuniendo y desde el Instituto Cuesta Duarte nos han asesorado para trabajar junto al INACOOP e INEFOP para poder presentarnos como Cooperativas de Trabajo en Intendencias y en el MIDES.
MA– Pero el gobierno decide sacar una segunda fase de “Jornales Solidarios”
KC– Si, aunque muchos no se volvieron a anotar. En esta oportunidad se anotaron alrededor de 160.000 personas en todo el país, por lo que se redujo el número de cupos para Montevideo.
MA– Volviste a salir sorteada.
KC– Por suerte si. Soy una de las 2.667 personas que vamos a trabajar en Montevideo.
MA– ¿El contrato es el mismo?
KC– El mismo, $12.500 nominales por 12 jornadas al mes, durante 4 meses.
MA– ¿Cuándo firman?
KC– Antes del 10 de julio parecería
MA– ¿Y cómo queda la organización de las y los trabajadores?
KC– Seguimos juntándonos y vamos a seguir haciéndolo. Yo elegí volver a presentarme, y por suerte quedé, para seguir haciendo conciencia en los nuevos y para que lo excepcional no se transforme en permanente.
MA– ¿Sos consciente de que te la pueden complicar?
KC– Si, pero son mis convicciones y no creo que le esté haciendo daño a nadie. Todo lo contrario. He sentido rumores, algunos fueron insultos directos, de otros trabajadores del programa…que los iba a dejar sin trabajo, que todo el escándalo fue para que me acomodaran en el segundo sorteo…
MA– Otro de los objetivos de los que tienen la materialidad resuelta, hacer que nos peleemos entre los iguales.
KC– Si, pero yo no doy bola. Yo trabajo desde los 18 años, nunca me regalaron nada. Pero además a través de todo esto me he ido vinculando con compañeras y compañeros del mundo sindical, y charlando con ellos me voy descubriendo y voy descubriendo la importancia de pelear las injusticias, incluso a riesgo de perder lo poco que tenemos. Y es como esa frase que otro compañero me comentó y que ya la puse en mi perfil de whatsapp: “las acciones unen, las palabras separan”
MA– Gracias por este rato Karina y quedamos en contacto para seguirla, ¿te parece?
KC– Gracias a ustedes y me encantaría.