Por EconomiaPolitica.uy
Cabildo Abierto, en la figura de su líder Guido Manini Ríos, en estos días hizo una propuesta de reestructura de las deudas de personas físicas. Tal vez cabe la expresión: ¡¡¡Otra que Populismo!!! Y después acusan a la izquierda de serlo. Efectivamente parece Populismo y de Derecha, ese que se guía por los votos que puede atraer. Así de desmesurada aparenta ser la discursiva corriente en estos temas, pero vamos a los hechos.
La situación es realmente dramática pues, según el Banco Central del Uruguay (BCU), hay casi 1 millón de compatriotas que figuran con deudas impagas en el Clearing de informes. Según el diario “El Observador” 633.000 deudas se consideran irrecuperables (73%) y 235.000 de estos deudores siguen obteniendo crédito en algún lugar, es decir, en esas financieras que sólo le piden la cédula de identidad.
Estamos hablando del crédito al consumo que tuvieron que acceder las personas y las familias durante la pandemia y una crisis que los ahogaba, prácticamente abandonadas por el gobierno de coalición que integra Manini y Cabildo Abierto. Parece que Manini no recuerda las propuestas hechas en aquellos momentos por el Frente Amplio para ayudar a los hogares, a las familias, como se hizo en casi todas partes del mundo, debido a la inamovilidad y la urgencia sanitaria. Allí se originó, seguramente, este alto endeudamiento.
¿Por qué no se puede pagar? Según Manini todo se debe a las altísimas tasas de interés habilitadas, permitidas y legalizadas por la ley de usura (Ley 18.212) del Frente Amplio en su primer gobierno (2007), o sea, la misma cantaleta: “La culpa es del Frente Amplio.”. Sin embargo, una simple cuenta permite afirmar que durante 13 años (2020-2007=13) se mantuvieron ritmos similares de inflación con la misma ley actuando y no se sucedieron estos niveles de endeudamiento en las personas. O sea, cuando él dice que permitir 150% de tasa de interés frente a un 10% de inflación provocó este endeudamiento. Pero el cambió brutal no está allí. El cambio radical fue el cambio de gobierno y sus políticas, agudizando la situación dada con la pandemia, tratando a los “malla oro” como motores de la economía y no al o la que trabaja en tanto que le resta importancia a la demanda interna, además de cambiar el rol del Estado desprotegiendo a las grandes mayorías. Algo así como 2+2 son 4, nos hacen buscar otras causas, y tomar con gran seriedad un tema dramático que afecta a tantas familias en este País.
Le recordamos al Sr. Manini -así no mira la paja en ojo ajeno y se preocupa más por la viga en el propio-. que también es nueva la utilización de la tasa de interés por parte del Banco Central como instrumento para combatir la inflación. Todos los meses, desde hace más de un año, vienen aumentando la tasa de interés según muestra el siguiente gráfico:
Los aumentos establecidos desde el BCU en la tasa de interés de referencia (que se incrementó un 106% entre abril del 2020 y mayo del 2022), se han dado porque indudablemente están recurriendo a disminuir la demanda y a un abaratamiento del dólar para, supuestamente, bajar la inflación. Esta política, y como era de esperar, no les ha dado resultado porque la inflación tiene otro origen, pero el gobierno continúa encareciendo el crédito y de esto Manini no dice nada.
De igual forma, lo que más cuesta creer es que no vean que el aumento de la morosidad que está ocasionando esta cantidad de deudores irrecuperables y otros que seguirán endeudándose, es consecuencia de la pérdida del salario real, es decir, la pérdida del poder de compra y por lo tanto pérdida de poder de repago de deuda, fundamentalmente a partir de la pandemia.
De hecho, el proyecto de Cabildo Abierto sería una reestructuración de deudas privadas que beneficiaría momentáneamente a lo que definen como deudores y culpables de buena fe, sin resolverles la situación de base. O sea, beneficiaría a aquellos cuyos activos no excedan una única vivienda y los ingresos anuales no superen las 120.000 UI (652 mil pesos), unas 10 mil UI al mes (54.338 pesos). El Banco Central le respondió a Manini que eso cambiaría las reglas de juego sobre las deudas ya generadas en contratos entre privados, creando una retracción del crédito y perjudicando a muchos más, aunque sean buenos pagadores. ¿Cuál es la solución entonces? No la tiene este gobierno, pues se trata de mejorar la capacidad de pago y por tanto los ingresos familiares, y solo de esta forma medidas paliativas podrían surgir efecto, de lo contrario podría interpretarse como mero populismo.
Algo similar planteamos cuando dijimos que las consecuencias de la inflación no se arreglan con una política de precios, si bien esto puede ayudar, se corrigen sustancialmente con políticas de ingresos, porque esencialmente se vincula a problemas redistributivos pujantes en el conjunto de la economía. Se trata en gran medida, de la defensa del consumo familiar. La pregunta que cabe nuevamente es por qué el Sr. Manini no hace un fuerte planteo sobre la evolución salarial y de los ingresos de los hogares, de la caída de su poder de compra en estos dos años del gobierno al que pertenece, agregando muy concretamente lo relativo al alza de las tasas de interés que planteamos antes, también propias de su gobierno. En definitiva, a los más necesitados no le resuelve nada, eso sí, las instituciones financieras comenzarían a cobrar algo de lo hoy, incobrable. ¿Será populismo de derecha y nada más?.