Por Gabriela Cultelli
El 10 de diciembre de 2013, la Sra. secretaria de Estado de EEUU: Victoria Nuland [1] (junto al entonces embajador de EEUU en Ucrania) repartía galletas a manifestantes en una gran plaza de Kiev. Poco tiempo después se producía el golpe de estado y la guerra civil en Ucrania. Se llama injerencia y no es casualidad.
El martes 2 de agosto de 2022 la Sra. Nancy Pelosi [2], Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, llegaba a Taiwán con vítores de los separatistas y muy a pesar de las advertencias de China sobre la intervención flagrante en los asuntos de ese país, hablamos de la violación al reconocimiento territorial de una sola China que las Naciones Unidas firmó en los años 70´. Acuerdo que EEUU dice respetar, como su propio Presidente Joe Biden le comunicó a su par chino Xi Jinping en una llamada telefónica mantenida durante 5 horas el pasado 28 de julio, al mismo tiempo que se desmarca de la visita de la Sra. Pelosi (miembro del mismo Partido Demócrata de Biden) pero a quien defiende en su libertad de visitar cualquier territorio aunque esa visita se lea en todo el mundo como “hay que ayudar a Taiwán”. Y como siempre, el epicentro de sus guerras se encuentra lejos de sus fronteras, esta vez en Europa y Asia. Se llama injerencia y no es casualidad.
¿Qué consecuencias puede traer esta visita hoy, mañana, o dentro de un tiempo no muy lejano? Tal vez no queramos ver de lo que es capaz un imperio en decadencia, en pleno siglo XXI y con el poderío armamentístico de estos tiempos, pero es previsible que alimentar la tensión solo termine en más conflictos, globalmente preocupantes cuando quienes se enfrentan son las 2 economías más grandes del planeta.
No queda otra que construir una gran alianza por la paz, que implica la construcción de una gran alianza contra el mundo unipolar. O, dicho de otra manera, contra el imperialismo estadounidense, es eso o quedarnos sin mundo.
Hace 8 años y algunos meses
El comienzo de la guerra en la zona de Ucrania se remonta por lo menos al 2014, luego de que al golpe de estado lo sucediera la prohibición de la lengua rusa y su cultura en las zonas del Donbass. Acción que tuvo su reacción cuando los lugareños empezaron a defenderse, pero en una importante inferioridad de condiciones. El resultado fue entre 13 y 14 mil muertes, el 70% civiles. Una vecina cuenta que el primer civil en morir, en la zona fronteriza del Donetsk, fue un niño de 4 años.
Las masacres contra civiles pasaron a ser moneda corriente, como la de la casa de los sindicatos en Odesa el 2 de mayo de 2014, con casi 50 personas muertas (quemadas, ametralladas, golpeadas) o la matanza también de civiles durante el bombardeo al ayuntamiento de Lugansk el 2 de junio de aquel año.
El 5/9/2014, y luego en enero de 2015, se firmaron acuerdos que Ucrania rompió y rompe hasta el día de hoy. Bombardeos en las colas de la gente que busca agua o pan en las actuales Repúblicas de Lugansk y de Donetsk. Los torturados de los batallones nacionalistas ucranianos aparecen en fosas comunes, se habla de 2000 ancianos y niños asesinados. Aldeas destruidas, 1,5 millones de refugiados, pérdidas materiales incontables. En fin, eso que llaman los horrores de la guerra.
En la zona se han encontrado armas nucleares y armas de todo tipo, que no son fabricadas por los ucranianos, incluyendo varios laboratorios de guerra biológica. Armamento provisto en su mayoría por EEUU, Europa y la OTAN, amenazando a Rusia.
¿Dónde estuvieron los medios informativos occidentales? Nada, interesadamente miraron para otro lado hasta que Rusia decidió responder. Entonces arrancó la campaña, lo primero que hicieron fue censurar a RT y a Sputnik.
Rusia está ocupando toda la zona del Donbass. Si se tratara de la capacidad de avance sobre territorio enemigo, podríamos afirmar que Rusia ya ganó la guerra. Al mismo tiempo el Presidente Zelensky y su hermosa esposa parecieran estar más preocupados por salir bien fotoshopeados en la revista Voges, que encontrar una salida diplomática que en más de 8 años no han siquiera considerado, y es que no forma parte de los intereses de Europa y EEUU. Países que siguen proveyendo armamento a Ucrania, como los sistemas lanzadores M270, que pueden disparar cohetes guiados de precisión hasta 80 km de distancia, armas inglesas que se producen en EEUU. En Inglaterra se instruye -en su uso- a los soldados ucranianos, por lo que el conflicto sigue latente.
En las zonas ocupadas se va restableciendo poco a poco la normalidad. Antony Blinken, Secretario de Estado de los EEUU, y Sergei Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, se reunieron a partir del conflicto en Ucrania. Intercambiaron sobre la crisis alimentaria y el cambio de prisioneros y así fue como el 22 de julio se acordó en Estambul, transportar cereal ucraniano desde puertos del mar negro. También se liberaron las exportaciones de alimentos y abono ruso.
La crisis del mundo
Es una crisis económica cuyo ciclo de estancamiento y caída comienza en 2019, solo comparable con aquella que sufriera el mundo entre 1929 y 1933, pero aún peor en ciertos aspectos. Pues se suma la crisis sanitaria que agudizó todos los efectos de la primera, acelerando un cambio de época. Crisis sanitaria de la que aún no salimos, y crisis económica que cumple su fase de recuperación mucho más lentamente que la mayoría de los pronósticos oficiales, que ya desde el arranque no sostenían el menor análisis cuando predecían una recuperación rebote o recuperación en “V”. Debe tenerse presente que, estos ciclos, cada vez se suceden en espacios de tiempo más cortos, tal cual lo vaticinara Carlos Marx.
Hoy, no solo se pronostica una mayor lentitud en la recuperación, si no que -incluso- se esperan próximas nuevas caídas. La economía norteamericana, no termina de despegar, la europea, no logra sostenerse con las nuevas reglas del juego. Las que marcan los procesos inflacionarios, redundantes en rebaja de ingresos de la población en general, y que sumados a la problemática del empleo generada en los últimos tiempos, complica la estabilidad social interna de otrora.
Frente a esta realidad, el proceso de fascistización se hace cada vez más presente, aunque ya se contaba con expresiones previas. Las guerras resultan, como en otras oportunidades de la historia, un escape.
Al mismo tiempo, se comienza a mellar el patrón dólar, sobre todo a través de las formas de comercialización de China y Rusia. Además de aparecer novedosos corredores de transporte internacional, como el que conecta Rusia e India a través de Irán, o los dos puentes que unirán Rusia y China: el primero vehicular, ya inaugurado sobre el río Amur, con un costo de U$S 369 millones y 1Km de largo, que conecta las ciudades de Heihe (en la provincia china de Heilongjiang) con la capital de la región de Amur: Blagoveshchensk (en el Extremo Oriente ruso); el segundo ferroviario, comenzó a construirse en el 2014 y unirá la ciudad china de Tongjiang y la rusa de Nizhneleninskoye.
El bloqueo a Rusia continúa, pero es la propia necesidad de las economías de la Unión Europea la que comienza a abrir las primeras puertas; ya que el combustible les está saliendo más caro, y su “gran socio” EEUU le vende el cereal mucho más caro. Se retroalimenta así, el proceso inflacionario del cual obviamente culpan a la guerra en vez de buscar sus causas en la política que ellos llevaron adelante, también en relación a ese conflicto. Agréguese que se aproxima el invierno, y las necesidades energéticas serán aun mayores.
El belicismo que conllevan las crisis y las caídas imperiales, tiene historia. Y sacuden al mundo entero, porque la influencia de los imperios modernos es global. Al incremento de la tensión entre China y Estados Unidos, por la visita oficial de un alto cargo del gobierno estadounidense a la isla de Taiwán, hay que agregarle el aumento de la tensión entre Serbia y Kosovo. ¿Quién está detrás? La OTAN, dominada por EEUU, que dejó claro estar lista para intervenir.
Un mundo multipolar parece estar naciendo, de allí que terminemos como comenzamos: ¡No queda otra que construir una gran alianza por la paz!, para acabar con la amenaza de la OTAN y EEUU, salvaguardando los destinos de nuestra América Latina, de la Humanidad entera.
[1] Según Wikipedia: “Victoria Nuland (Nueva York, 1961) es una diplomática estadounidense. Fue portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 2011 a 2013 durante la presidencia de Obama y de 2013 hasta enero de 2017 fue responsable de la política exterior para asuntos europeos y euroasiáticos. Tenía rango de Embajadora de Carrera, el rango diplomático más alto en el Servicio Exterior de los Estados Unidos. De 2005 a 2008 fue Representante Permanente de los Estados Unidos en la OTAN. Ha sido consejera senior en el Grupo Albright Sonebridge una asesoría sobre estrategia y diplomacia comercial con sede en Washington. Fue directora ejecutiva del Center for a New American Security desde enero de 2018 a febrero de 2019…
El 5 de enero de 2021 se anunció que el presidente electo Joe Biden nominaría a Nuland para servir como Subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos en el equipo de Antony Blinken.”
[2] Según Wikipedia: Nancy Patricia Pelosi (Baltimore, Maryland, 26 de marzo de 1940) es una política estadounidense que desempeña el cargo de presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desde enero de 2019, y previamente de 2007 a 2011. Es congresista de los Estados Unidos por California desde 1987. Miembro del Partido Demócrata, es la única mujer en la historia estadounidense en haber ocupado la presidencia de la Cámara.