Por Colectivo Mate Amargo
En el marco de su proceso de discusión interna, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T) desarrolló una actividad pública -y con invitados- el pasado sábado 13 de agosto, en la que expuso algunos de los temas en discusión para la etapa.
La fecha y el lugar elegidos no fueron casualidad, el 13 de agosto coincide con el aniversario del fallecimiento de Eduardo Pinela, joven -hijo del obrero barrio de la teja- que allá por los sesenta fue una de las piezas fundamentales en la construcción de un nuevo camino, de organizaciones sociales, sindicales y políticas de izquierda.
Convocados en la histórica Base Eduardo Pinela, que supo ser la matriz comunitaria de un grupo de jóvenes que trabajaban socialmente con la comunidad de la “cachimba del piojo” y luego dio origen al Movimiento de Apoyo al Campesino (MAC), Graciela Jorge, Daniel Olesker, Mariana Piriz y Alejandro Pacha Sánchez, plantearon los grandes temas que estarán presentes en la convención.
Por la tierra y con Sendic
Graciela Jorge, co-fundadora del MAC y del MLN-T, acompañada de otras “chiquilinas” que formaron parte de aquellas epopeyas populares, realizó un relato del nacimiento de la organización, con su habitual tono que impone una carga emotiva para una organización que cuenta con sus propios mártires.
Graciela rememoró como fue que la Comunidad Eduardo Pinela se convirtió en uno de los tres lugares que fueron forjando aquel encuentro de militantes “orejanos” y de distintas fuerzas políticas de izquierda, que dieron lugar al nacimiento del MLN-T.
Un grupo de militantes sociales que en la Teja organizaban una comunidad, intentando dar respuesta a los acuciantes problemas de pobreza de los vecinos de la Cachimba, se solidarizaba con los conflictos sindicales de un barrio proletario (las fábricas de INLASA, el BAO, la Aurora, CODARVI, por nombrar solo algunas, Ancap y los frigoríficos del Cerro). Mientras que por el lejano norte, en Bella Unión nacía UTAA y en Paysandú otro grupo acompañaba la lucha de los trabajadores industriales y rurales.
En aquellas casi primeras búsquedas de un camino que ya no satisfacía la “izquierda tradicional”, Eduardo Pinela fue un factor de organización fundamental junto a “El Loco” Rivera Yic (desde el Club Atlético Vencedor) y -quienes pasarían a ser en 1966 los primeros combatientes caídos en combate- Carlos Flores y Mario Robaina.
Graciela hizo mención al movimiento que se generó en torno a la lucha de los peludos de la caña de azúcar del norte, la original propuesta para la concepción sindical de entonces, de un sindicato que se planteaba la ocupación del latifundio como respuesta a la obtención de una fuente de trabajo. La expropiación de armas del Tiro Suizo en Colonia, la clandestinidad de Raúl Sendic, los militantes provenientes del MRO, del Partido Socialista y Comunista, los del MIR, los anarquistas, que dentro del Coordinador buscaban no solo la acción solidaria con las luchas del Norte del País, sino también las respuestas necesarias a una democracia atropellada por la oligarquía.
Graciela Jorge no podía dejar de mencionar, el profundo impacto que la triunfante revolución cubana tuvo en aquellos jóvenes. Un camino posible en una izquierda que debatía las vías de acceso al poder, aunque desde la izquierda tradicional se los tildara de cortoplacistas.
Liberación Nacional y Socialismo
En calidad de invitado, el actual senador del Partido Socialista y ex integrante de la casa: Daniel Olesker, demostró una vez más su solidez conceptual, haciendo una serie de aportes bien importantes para el debate en cuestión.
Empezó recordando el debate central y fermental de los años 60’, entre la izquierda que se planteaba las concepciones del Socialismo Real y la necesidad de la Revolución Democrática Burguesa. Proceso que había transitado Rusia hasta transformarse en la URSS y la que proponía el tema de la Cuestión de la Dependencia, planteando una estrategia de Liberación Nacional como la que se venía desarrollando en buena parte de Colonias y ex colonias de los centros imperiales: en varios países de África, en la región de Viet Nam, y ni que hablar Cuba.
Recordó que fue la toma de esas definiciones estratégicas, las que llevaron a definir las vías de acceso al poder, (léase armada o electoral como en Chile) y no al revés.
Aportó que la izquierda actual debería dejar de definir como norte, un lugar exacto al cuál llegar -casi esquema, como pasaba en los sesenta-, sino ir construyendo procesos “dirigidos hacia” sin dejar de plantear la necesidad de una brújula que oriente.
También planteó la necesidad de identificar bien las etapas; la construcción de un poder social, poder popular, que supere los coyunturales cambios de signo político en los gobiernos; un análisis de clase a fondo para poder identificar las alianzas obvias y las posibles; y siempre propender a la complementariedad internacional, tarea para la cual es necesario un Estado conducido por fuerzas políticas de izquierda.
Artiguismo y lucha de clases
Mariana Piriz, responsable de la Comisión de Interior del PIT-CNT y Secretaria General de AFUTU, reivindicó el rol que el Artiguismo tiene en el MLN-T. Por cómo este logró hacer confluir en la lucha a todas las expresiones sometidas del pueblo, por las características de un Artigas “conductor-conducido” a diferencia del Artigas de mármol, por la capacidad de conjugar en un Reglamento de Tierras las ideas de justicia, de producción, de soberanía y de defensa.
Hizo énfasis en que la práctica en el seno de los trabajadores retome las históricas metodologías del Sindicalismo de Base, la construcción y fortalecimiento de la herramienta sindical con el protagonismo central de trabajadoras y trabajadores.
Subrayó también la necesidad de que para crear conciencia y organización revolucionaria no basta con solo poner las injusticias del sistema en el centro de la lucha, sino que hay que marcar la forma de enfrentarlas y cambiarlas. Teniendo en cuenta el factor trabajo, pero haciendo foco en las relaciones sociales de producción que allí se desarrollan y -sobre todo- teniendo presente que existen otros colectivos de desposeídos que ni siquiera entran en ese análisis.
La síntesis
Al Pacha le tocó sintetizar los aportes realizados, destacando las temáticas a ser discutidas en la Convención, pero además invitando a la reflexión a un “espacio tupamaro” que trasciende al MLN y que -junto a otras fuerzas de izquierda- buscan un cambio radical en la sociedad.
Sostuvo que hay enormes mayorías de pueblo que hoy no participan en las organizaciones políticas, sindicales y sociales, pero que son imprescindibles para cualquier objetivo de transformación que se plantee.
Y que podemos lograr ciertos grados de soberanía en nuestros respectivos países, pero en la globalización de hoy y con empresas transnacionales capaces de sentarnos en juicios multimillonarios con enormes consecuencias para nuestros pueblos, es imposible pensar en un proceso de liberación nacional sino es con la región.
En el siguiente link podrás ver la actividad completa: https://fb.watch/eUUD_EcVrL/