Calibrando el “lente tupamaro” hacia la XII Convención

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Por Colectivo Mate Amargo

Los 50 milímetros de lluvia caídos entre viernes 26 y sábado 27 en el sur del país obligaron a que la rueda de mate en torno a “Artiguismo, cuestión nacional y socialismo” convocada para la tarde del sábado en Sauce se realizara bajo techo, aunque con las puertas y ventanas bien abiertas al afuera, los retrocesos sociales que atraviesa el país y los nuevos ingredientes que requiere hoy el debate sobre la liberación nacional en Uruguay.

El convite abierto por el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T) da continuidad al ciclo que ya pasó por la Base Pinela, en el oeste Montevideano, llegó a Bella Unión con la barra cañera y norteña y ahora se adentró en territorio canario, clave por su amplia incidencia en población rural y producción agropecuaria familiar, así como en sus concentraciones urbanas y peri urbanas duramente golpeado por la crisis social, el retiro del Estado y las crisis de pérdida de empleo y caída en la capacidad de compra de las familias asalariadas, con su consiguiente debilitamiento en la demandas de alimentos básicos, cuyos bajos valores y libre importación golpean las economías de los chacareros.

Con un Uruguay que asiste a la frivolidad y el recorte hechos blasón en la gestión del gobierno nacional, con centros estudiantiles ocupados y la militancia activa en el territorio y la propuesta, la charla buscó, en palabras de uno de los participantes, aportar -en debate amplio entre veteranos y recién llegados- una mirada que ajuste el lente tupamaro a conceptos centrales como por qué ser tupa es ser artiguista y en qué se cree descansa “la cuestión nacional” y los contenidos de la propuesta socialista.

La de Sauce y las anteriores se enmarcan en la celebración de una gran redondilla militante, denominada XII Convención del MLN-T, un proceso en que las urgencias de la coyuntura dejan lugar a la mirada con luces largas para centrar ejes y reencontrarse, conocida la responsabilidad de la ancha columna tupa en la dinámica de las luchas populares.

De todas partes vinieron

El sábado 27 en Sauce tomaron la palabra en su orden Lucía Martínez, historiadora y profesora; Karina Núñez, militante social y frenteamplista además de fundadora del sindicato trabajadoras sexuales de Uruguay; la Diputada del Movimiento de Participación Popular por Montevideo Bettiana Díaz; William “Willy” Martínez quien coordina el Frente Agrario Nacional del MPP e integra el equipo del diputado canario Nelson Larzábal y finalmente el economista Héctor “Pocho” Tajam.

La docente histórica retomó conceptos del historiador José Pedro Barrán que definió a Artigas como “un conductor conducido” dado que desde su adhesión a la revolución con centro en Buenos Aires no será él un mero transmisor sino que “actuará en función de ese mismo pueblo que lo sigue”. Su máxima, inscripta en los hemiciclos parlamentarios actuales «mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana» significa para Lucía “que la autoridad artiguista proviene del pueblo” no de su alcurnia militar o poder económico.

“La soberanía en términos artiguistas es una soberanía popular, con participación”, insistió y dijo que esta fidelidad a sus mandados mandantes será “a la postre lo hará romper con Buenos Aires” que prontamente se desvió de sus fines revolucionarios.

Como ejemplo de la integralidad del proyecto artiguista referido a contemplar y corregir las desigualdades de la sociedad de la primera mitad del siglo diecinueve, Lucía analizó el reglamento aduanero artiguista que sería ley de puertos y económica en el territorio libre por él protegido: “El proyecto artiguista de aduanas establece claros impuestos a aquellos productos importados y los productos básicos como el maíz deben hacerlo dentro de la Liga Federal sin impuestos”.

Protección de áreas claves de la economía de la época, de un lado, así como llegada universal de alimentos y otros artículos de primera necesidad, Artigas estuvo lejos de abandonar la dependencia colonial española para sumar a los pueblos libres del sur de América a otros monopolios, como el británico.

“El artiguismo no es Artigas sino un proyecto de soberanía popular donde el colectivo no está para celebrar al líder o lideresa. Está para asegurar que se cumpla el mandato…. Que no se salgan del trillo” dijo Lucía.

Tras ello Karina, recién llegada de Livramento Brasil donde realizaba labores con sus compañeras trabajadoras sexuales, retomó el hilo desde el mismo Éxodo Artiguista y la participación de mujeres que prestaban servicios sexuales en la Montevideo realista acompañando la marcha hasta el Ayuí. Karina es hija de un líder sindical portuario en Fray Bentos y según explicó es la cuarta generación de trabajadoras sexuales en su línea materna. En la charla tupamara se expresó como militante del FA y social, aunque su bagaje de organización en un sector poco visibilizado, permeó toda la charla y aportó reflexión desde un colectivo femenino profundamente explotado, por el fiolo, el dueño de whiskería o el que le abre la puerta a la emigración y la trata.

“Cuando se ve a una mujer trabajando en una esquina estamos viendo el final de una larga cadena de explotación que en muchos casos se inicia en la niñez y donde en muchos casos no existe la opción a plantearse si dedicarse al trabajo sexual o no”, según palabras de Karina. A ello, la organización entre sus compañeras: «Para las personas de a pie nuestro trabajo nos impide sacar la cabeza del pozo. Conocer la militancia a través de mi padre sindicalista del puerto en Fray Bentos me permitió saber qué tengo voz».

Como trabajadoras, la importancia de ser escuchadas y comprendidas, sin intermediarios ni interpretaciones academicistas “Me tocó enfrentarme a mis propias compañeras mujeres, universitarias y de estudio, “especialistas” que pretendían tomar nuestra palabra. Nosotras somos muy conscientes y entendemos nuestro papel y nuestro aporte al cambio social» señaló Karina.

Legisladora joven y mujer, Bettiana viene de dar la pelea en la Comisión de Presupuestos en la última Rendición de Cuentas. Una rendición de ajuste, con otros envoltorios. La rendición de frazada corta y pies descalzos. En definitiva, nada no esperable de cuño herrerista y de la dupla Arbeleche Alfie.

Saludó la convocatoria que reunió a una cuarentena de militantes y allegados de varias regiones de Canelones  porque dijo nos ayuda “a retomar conceptos y reflexión para que no se vacíen de contenido nuestros parámetros políticos”. En su óptica “el ideario artiguista significa reivindicar la libertad como construcción colectiva organizada”. Su espacio de militancia, la Cámara de Representantes, así como la búsqueda de alcanzar nuevamente el gobierno en 2024, lo encara desde “una idea de construcción de poder para alcanzar la liberación nacional y el socialismo». Y en ese sentido el rol del estado en la “cuestión nacional” es central.

“Necesitamos retomar un Estado que hoy viene siendo llevado por delante por el Herrerismo. El desafío es organizar lo que no está organizado” dijo Bettiana y dejó una pregunta “¿cómo comprometer los proyectos de izquierda con el ideario artiguista traído al hoy donde vemos los destrozos a las políticas compensatorias por ejemplo en lo referido a (el Instituto Nacional de) Colonización?”.

Conociendo las dificultades de definir hoy la cuestión nacional, identificar los factores de poder y todo ello haciendo estribo en el Artiguismo desde el Sauce que transformó a Don José para siempre, William reflexionó que “Artigas pudo construir nación sin territorio y congregar comunidad…. reconociendo la multi culturalidad”.

“Pensarnos Nación con un lente tupamaro implica pensar en los frenos al desarrollo, reconocer las causas de la pobreza en un país rico” y colocar en un centro estratégico los bienes naturales y su actual concentración en familias y empresas de corte trasnacional, señaló William, de Toledo, una comunidad fuertemente golpeada por la crisis y el recorte estatal.

“La cuestión nacional es pensar hoy como nos liberamos de las grandes limitantes. En la actualidad es el capital de matriz extranjera  aplicado intensivamente en nuestro territorio. Por ejemplo en los agronegocios trasnacionales o en la entrega del Puerto de Montevideo” llevado adelante por el actual gobierno concediendo el monopolio en su operativa a la trasnacional belga Katoen Natie.

Para el coordinador del Frente Agrario Nacional del MPP es crucial incorporar a las plataformas de cambio social, político y ambiental conceptos como la agroecología -no como mera agricultura sin insumos químicos sino como proyecto de co-evolución con el territorio y la naturaleza, propugnando la justicia social y ambiental- o la Soberanía Alimentaria como pilar de la Soberanía y la Cuestión Nacional.

“Sólo hay una manera de avanzar: con mirada profundamente oriental y latinoamericana. Pensar junto a los movimientos sociales salidas conjuntas con la importancia estratégica de los bienes naturales” señaló el militante tupamaro y quien también ha alternado como legislador en Canelones.

Cerrando las intervenciones Pocho Tajam remarcó la tendencia global de un retorno al neoliberalismo a través de repicar “un mismo discurso y es el de la crisis. Países europeos de tradición de socialdemócrata hoy vienen hacia nuestro continente y se refleja en la guerra mediática, la judicialización de la política y otras expresiones, la más clara es en Argentina” con el intento de condena y proscripción perpetua a la vicepresidenta Cristina Fernández.

“La construcción de la alternativa al capitalismo debe construirse día a día” dijo Tajam y planteó como pregunta orientadora ¿Que podemos hacer hoy por el socialismo?”.

Un ejemplo citado por el economista y ex legislador fue durante el gobierno del Frente Amplio “la universalización de la salud (a través de la creación del Fondo Nacional de Salud), un proceso interrumpido por este gobierno”. Para pocho se trata de “una tarea a retomar y que equipara condiciones” sociales diversas con foco en la justicia.

En términos de Tajam “hoy las necesidades pre fabricadas son las que dominan el mundo del trabajo y el humor de la gente. El capitalismo disfraza la democracia en una aparente participación ciudadana” en tanto que “el socialismo es liberador en tanto estrechamos el consumo de mercancías en  las más esenciales. Así el trabajo y consumo de recursos sería mucho más eficiente”, remarcó el investigador económico y militante político.

Calentamiento de motores hacia su XII Convención, trazado de marco para el también inminente Congreso del MPP,  los tupas no parecen descuidar el presente por repensar el pasado y proyectar el porvenir.

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