Por Colectivo Mate Amargo
El pasado 29 de setiembre, cuando los trabajadores de la empresa ADECOAGRO se disponían a negociar los términos de una nueva rotación en los Seguros de Paro que la empresa viene manejando ya desde el año pasado, a 20 de ellos se les comunicó que no se presentaran más a trabajar…estaban despedidos.
ADECOAGRO es propiedad de un Consorcio Argentino que compró los últimos activos -que todavía permanecían en América Latina- del gigante suizo Glencore, ubicados en Argentina y Uruguay. Una operación estimada en U$S18 millones, cerrada en diciembre de 2021 y que contempla la asunción de deuda financiera por un monto aproximado de U$S20 millones. Pero que -según informó la empresa en su último balance- generará una tasa de retorno interna de aproximadamente U$S10 millones anuales, entre otras cosas porque solo en la Argentina el consumo de arroz aumentó 30% durante la pandemia.
Mate Amargo se comunicó con el Presidente del Sindicato de dicha empresa, Milton Sienra, para interiorizarse sobre las razones de semejante atropello que ha generado malestar en trabajadores pero también en actores políticos nacionales y departamentales del oficialismo.
Mate Amargo– Además de por el destino incierto de los 20 trabajadores despedidos, ¿por qué ha caído tan mal, en propios y ajenos, la medida adoptada por la empresa?
Milton Sienra– Son varias las razones. La primera y principal es la pérdida de la fuente laboral, sobre todo la forma en que se da, casi que una emboscada, siendo que hace más de 3 años que no tenemos conflictos importantes.
MA– ¿Por qué una emboscada?
MS– Porque fuimos citados para convenir los Seguros de Paro, medida que la empresa viene tomando desde el año pasado y hasta el propio Ministerio de Trabajo está de acuerdo, y nos encontramos con que habían echado a 20 trabajadores.
MA– 20, de los cuales un alto porcentaje pertenecía al Sindicato, ¿no?
MS– 19 de los 20 compañeros despedidos eran miembros del Sindicato. El vice Presidente, el Vocal, el Secretario, el encargado de las Finanzas…todos pa’ fuera. Fíjate que somos un Sindicato de 30 trabajadores, de un total de 50 trabajadores que estamos en el Molino ubicado en el kilómetro 404,5 de la Ruta 8 rumbo a Aceguá.
MA– ¿Y con la zafra cerca de comenzar?
MS– Si, en realidad la zafra arranca en febrero, pero a partir de noviembre la empresa empieza a tomar trabajadores para llegar a una plantilla de 120-130 trabajadores.
MA– Y ¿cuáles son las razones que aduce la empresa para la medida adoptada?
MS– Que problemas de mercado, que estancamiento de la producción por la falta de contenedores para la exportación. Y que todo eso los lleva a planificarse un trabajo de 18 a 24 meses de un solo turno.
MA– ¿Tan mal están?
MS– Eso es lo que dicen ellos, pero nosotros seguimos trabajando y el arroz blanco sigue saliendo a Brasil y México.
MA– ¿Entonces?
MS– Yo creo que quieren tercerizar, quieren volver a las viejas épocas de jornadas laborales de 12 a 14 horas, de irregularidad en los aportes, de salarios de hambre para maximizar las ganancias. Están con viento en la camiseta y lamentablemente cuentan con las herramientas para poder hacerlo
MA– ¿Yendo incluso contra las recomendaciones del propio Ministerio de Trabajo?
MS– Por eso te digo. Y a nivel del oficialismo departamental tampoco se comparte la actitud intransigente de la empresa, según lo que hemos podido conversar con algún Director y algunos Ediles
MA– ¿Cómo siguen ustedes?
MS– El 11 de octubre tenemos una tercera audiencia, porque después de que nos comunicaron los despidos nos volvimos a reunir con la empresa y el Ministerio, pero ellos estaban cerrados a pagar los despidos y les ofrecían a los trabajadores despedidos ingresar en una bolsa de trabajo. En esa tercera audiencia se define todo, no tenemos mucha expectativas porque -como te dije- están cerrados y con viento en la camiseta.