Por Colectivo MateAmargo
Se trata de otro abuso del que persiste en creerse juez y gendarme mundial. Se cumple un año del secuestro ilegal y extraterritorial del diplomático venezolano Alex Saab. Son formas injerencistas que en diversas ocasiones ha utilizado EEUU, rompiendo con cualquier marco jurídico internacional, e incluso, muchas veces, de las propias naciones involucradas. El gigante del norte que tanto habla de derechos humanos, los viola, también en este caso, cotidianamente. Citamos textualmente de la página que lleva por nombre el de este artículo: “Si a eso sumamos … el uso de su persona como elemento clave del Lawfare contra Venezuela posterior a las medidas coercitivas unilaterales, mal llamadas sanciones, tenemos el más franco descaro en la pretensión imperialista del gobierno estadounidense para hacerse de la jurisdicción penal internacional y la dominación de los pueblos libres del mundo.” (tomado de https://freealexsaab.org/documentos/).
Como siempre, lo acusan sin pruebas y de cualquier cosa, en este caso de lavado de dinero, a lo que se le suma que EEUU no acepta su calidad de diplomático, más allá de que los documentos probatorios estén en regla.
Lo cierto es que el Diplomático Venezolano Alex Saab, fue secuestrado en Cabo Verde el 12 de junio del 2020 sin notificación previa de ningún tipo, ni permiso para contactarse con autoridades de su país. Ni siquiera se le informó por qué lo detenía y tiempo después, el 16 de octubre del 2021, fue llevado ilegalmente a EEUU. La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas fue pisoteada, pues en su artículo 29 dice: “La persona del Agente diplomático es inviolable. No puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad” y en el 40 agrega: “Si un agente diplomático atraviesa el territorio de un tercer Estado, (…), el tercer Estado le concederá la inviolabilidad y todas las demás inmunidades necesarias para facilitarle el tránsito o el regreso”. El diplomático fue detenido el 12/6/2020 y torturado físicamente, luego deportado a EEUU por una supuesta acusación de un tribunal de Florida del año anterior, de la cual no se le había notificado en tiempo y forma.
Las torturas sufridas y denunciadas fueron:
- Encerramiento a oscuras por 7 meses
- Fue golpeado de manera constante
- Fue asfixiado con bolsas en su cabeza sin hidratación (submarino seco según se le conoció en Uruguay en los años de brutal represión y dictadura)
- Permaneció en celdas sin ventilación adecuada, con ratas y excrementos en el suelo, sin que se le permitiera ir al baño
- Múltiples amenazas de muerte
- Aún permanece aislado sin comunicación con su familia.
De hecho, estos horrores se configuran como una flagrante violación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículos 7), de la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 5); de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (artículos 2, 3, 16); del Convenio Europeo de Derechos Humanos (artículos 2 y 5); entre otros. Podría agregarse la violación del artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos- Sociales y Culturales, al prohibirse la evaluación por médicos de su confianza pues se trata de un paciente que tuvo cáncer de estómago, negándosele sus medicamentos: y de los artículos 9 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por la obstaculización del debido proceso y derecho a la defensa, pues se le prohibió asistir y hablar en su defensa, en las audiencias, no fueron aceptadas las incidencias para demostrar que la persecución era política, no se le permitía contacto con sus abogados internacionales, se limitó al mínimo el contacto con su abogado local, y no le proporcionaron a la defensa los recursos y pruebas promovidos por la fiscalía.
Muchas son las acciones legales realizadas ante diversos organismos internacionales, la inmensa mayoría con dictamen favorable a Saab (Tribunal de justicia de la CEDEAO, Consejo de Derechos Humanos de la ONU; etc.), pero sus hijas e hijos y su esposa, así como todo un pueblo continúan esperando. Ningún país por grande y poderoso que sea podría considerarse juez y gendarme mundial. Porque otro mundo es posible.