Por Gabriela Cultelli
Dibujo: Adán Iglesias Toledo
A lo largo de varios artículos hemos venido tratando el tema de la mal llamada Reforma de la Seguridad Social. Mal llamada porque para serlo le falta mucho, y se queda en los márgenes de una triste reforma previsional. Pero, en mi opinión, sería peor si fuera y en los marcos de este gobierno neoliberal, una reforma de todo el sistema, pues seguramente no solo recortarían jubilaciones y algunas pensiones, el recorte en gastos y derechos sería mucho mayor. Dejemos de hacer historia contra fáctica y vayamos al análisis de algunos elementos de esta reforma.
Entre la mentira y el fanfarroneo mediático se ha dicho que esta reforma favorece a las mujeres, pues deja de lado el límite de 5 años máximo por hijo. ¿Qué significa esto? Actualmente y desde épocas frenteamplistas, a las mujeres se les contabiliza un año de trabajo por cada hijo hasta un máximo de 5 años y si su vida laboral no supera los 40 años. Es una medida que podríamos considerar de avance en relación a la labor de cuidados que cumple este sector social, aunque sin duda insuficiente, pero un avance en términos de derechos. Pero, actualmente la edad mínima para acceder a causal jubilatoria es de 60 años.
La Reforma nueva, reconocerá sin límites la cantidad de hijos, pero llevará la edad para jubilarse a 65 años, y eso para quienes han tenido una vida de doble jornada laboral no es ningún beneficio, sino todo lo contrario. Súmese que las mujeres de la población más vulnerable, las que tienen más hijos, son las que más trabajo informal tienen y las de menores salarios, lo que redunda en que no posean siquiera causal jubilatoria, y la pensión a la vejez se expediría con la aprobación del proyecto de reforma a partir de los 71 años (un año más, aunque con nombre cambiado).
Es que las mujeres en general presentan peores condiciones de trabajo que los varones, y si sumamos la ascendencia étnico racial la historia es más lamentable[i]. La tasa de actividad[ii] es del 54,5% en mujeres y de 70% en varones, al tiempo que la tasa de empleo no llega al 50% en mujeres y en varones es del 65%. La tasa de desempleo además es mucho mayor en mujeres (9.5%) que en varones (7.3%) y si observamos el desempleo en la población afrodescendiente éste llega a 11.2%. El subempleo es también mayor en mujeres (10% y 7,6% en varones), porcentaje que se eleva a 11.8% si la referencia se hace a la población afro uruguaya. Se deduce que las mujeres afrodescendientes están aún en peores condiciones laborales.
Lo mismo en tendencias, se observa cuando el indicador hace referencia a los ingresos, con resultado más negativo para mujeres y afrodescendientes. Según la última información disponible (2016) los ingresos por hora en la actividad principal eran 8.2% menores para mujeres que para varones[iii].
En esas condiciones, si tenemos presente que ahora la nueva reforma promediará 25 años de trabajo (no los mejores 20, ni los últimos 10 como es actualmente) es fácil darse cuenta que las más afectadas serán las que peores condiciones de trabajo y peores ingresos tengan.
Pero hay algo más que hay que recordar y que se suma a todo esto, y es el cálculo de la llamada tasa de remplazo, o sea lo que se calcula nos pagarían mes a mes como jubilados y jubiladas. Tanto las AFAPs, como la nueva reforma, estima viviremos más de 100 años y en base a eso calcula nuestras jubilaciones. Y como las mujeres viven más que los varones (esperanza de vida al nacer para mujeres 81 años y para varones 76) entonces nuestra tasa de remplazo será peor, y menores nuestras jubilaciones. Es que se supone que con la nueva Reforma todos y todas entraremos al sistema mixto, a las AFAP. Hoy se entra con salarios que superan los 71 mil pesos. El tema ciertamente no es nuevo, pero se agrava en las condiciones de la nueva reforma.
En términos de políticas que afectan más a mujeres podríamos mencionar también los cambios en la pensión a la viudes, que ahora habrá que tener 65 o más años para recibirla de forma vitalicia, además de reconocerse el matrimonio con una antigüedad mínima de 3 años y por tanto el concubinato con más de 5 (2 para su reconocimiento establecido por ley, más 3 que establecería la nueva Reforma).
Epílogo
Otra vez con la rapidez que los caracteriza y haciendo el show de “la participación” donde organizaciones sociales y grupos organizados pasan por la comisión a plantear su desconformidad sin ser oídos, será pasada a sala y aprobada por mayoría esta tétrica Reforma. Entre goles y pan dulce, pues parece se liquidarán los temas antes de fin de año, evitando mayores resistencias, pues la gente poco sabe de lo que le espera.
Como decíamos al inicio, el tema de esta Reforma lo venimos tratando en varios artículos aquí mismo en Mate Amargo, que invitamos a recordar para tener una visión más completa del tema y su gravedad (“Reforma Seguridad Social. La verdad de la milanesa: Más trabajo, Más aportes, Menor jubilación” 11/9/2022; “Jubilaciones: Punteando la reforma” 29/5/2022, etc.)
Son Reformas como la anterior (1996) solo miradas del lado de los gastos, sin buscar alternativas del lado de los ingresos, y ni siquiera preverlas por muchos años. Por ejemplo, de aquí al 2040 se mantiene la misma distribución entre masa salarial y masa de ganancias que hoy. Por tanto, la derecha hace el supuesto de que permanecerán ellos en el gobierno por todos esos años y no cambiará el modelo económico, porque de ganar el Frente Amplio, la cosa cambiará.
[i] Datos INE
[ii] La PEA (Población económicamente activa) mide la cantidad de personas mayores de 14 años empleadas y desempleadas, que buscan trabajo. La Tasa de actividad relaciona la PEA con el total de población, lo que nos permite medir el peso que tiene esa población activa en el total.
[iii] Información observatorio social MIDES