Por EconomiaPolitica.uy
Ec. Claudio Fernández Caetano
Dibujo: Adán Iglesias Toledo
El Índice de Precios del Consumo (IPC) es un indicador que mide la variación de los precios de bienes y servicios que consumen los hogares. Es elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de una encuesta de gastos y consumo, estableciendo una canasta de consumo de bienes y servicios de un hogar promedio (es el resultado de la encuesta, es decir, el promedio del consumo de los hogares encuestados, y de ninguna manera el consumo de un hogar “tipo” o específico).
A partir de las ponderaciones que se obtienen de la encuesta (el porcentaje del gasto mensual que se gastó en determinado producto o servicio, por ejemplo: qué porcentaje del gasto fue en compra de alimentos) y de las variaciones de precios de los elementos que la componen, queda formulado mes a mes el IPC.
Para calcular la variación mensual de los precios, se realiza mensualmente un relevamiento de los precios del conjunto de bienes y servicios seleccionado a partir de la estructura del gasto de consumo de los hogares que habitan en las regiones urbanas del país. Los datos de precios de los bienes y servicios incluidos se relevan sobre una selección por muestreo de los establecimientos existentes en Montevideo y en las localidades seleccionadas del interior.
Las ponderaciones que reflejan la estructura del gasto de la canasta son el reflejo de la pauta de consumo de los hogares y por tanto su variación en el tiempo dependerá no sólo de los cambios en la oferta de bienes y servicios, sino también de las posibilidades de su consumo relacionadas a la distribución del ingreso que resulta el modelo económico que predomine en el país.
Este mes el INE presentó nuevas ponderaciones de la canasta a partir no de una nueva encuesta, sino de la actualización por precios de la última encuesta realizada en 2017-2018. La nueva composición de la canasta respecto a la utilizada con base en 2010, se traduce en rubros que incrementaron su pesos relativo así como algunos que lo redujeron.
Cuadro 1: Rubros del IPC que redujeron su participación en la canasta.
Fuente: INE. Metodología Indice de Precios al Consumo 2022
El Cuadro 1 muestra aquellos rubros que redujeron su participación en la estructura del gasto en 2022 respecto a la canasta anterior de 2010. Alimentos y bebidas no alcohólicas disminuyó su peso en el gasto de los hogares en 2,2 puntos porcentuales, pasando de representar el 28% del gasto a 25,8%. Este cambio podría reflejar la mejora en el ingreso medio de los hogares que funcionó a partir del 2004 y detenido desde el 2020; el crecimiento del ingreso tiene como reflejo la caída en la importancia relativa del consumo de alimentos respecto a otros gastos.
Por su parte, el consumo de tabaco redujo significativamente su peso en la canasta, pasando de representar el 3,1% de la canasta al 1,7%. Este dato es consistente con la política pública antitabaco desarrollada en los gobiernos del Frente Amplio, donde quedó comprobada la reducción de la prevalencia del tabaquismo principalmente en la población más joven, presentada a través de la última encuesta GATS. Por el contrario, las bebidas alcohólicas aumentaron su participación en 0,5 puntos porcentuales; mostrando la baja percepción del riesgo en este consumo que evidencia la necesidad del desarrollo de la política pública contra el consumo problemático de alcohol aprobada en 2019.
Por su parte, también pasó a representar un menor peso en la canasta el rubro vivienda, aunque con diferencias entre sus componentes. El peso del alquiler, del suministro de agua y los gastos en conservación de la vivienda se redujeron en el total del gasto de los hogares; mientras que aumentó el peso de la electricidad, gas y otros combustibles.
En relación al gasto en salud, la caída en el peso de este rubro en el gasto se fundamenta principalmente en los “servicios médicos mutuales y colectivos” que redujeron en 2,7 puntos porcentuales su participación en la canasta. Este cambio se relaciona con el desarrollo del FONASA y el cambio en la financiación del sistema de salud, que a partir de su creación en 2007 fue incorporando paulatinamente a distintos colectivos en pro de alcanzar la universalidad.
Sobre el gasto en educación, se redujo la participación del gasto de los hogares en todos los niveles (excepto en lo destinado a educación preescolar y enseñanza primaria), posiblemente como resultado del aumento del gasto público en educación per cápita hasta 2019.
El Cuadro 2 presenta aquellos rubros que en la nueva canasta 2022 aumentaron su participación respecto al 2010.
Cuadro 2
Fuente: INE. Metodología Indice de Precios al Consumo 2022
Entre los rubros que aumentaron su participación en la nueva canasta, es relevante el aumento que tuvieron el rubro Transporte, Comunicaciones y Recreación y cultura.
En transporte, se destaca el aumento del gasto en los hogares relacionado a la adquisición de vehículos (pasando de representar el 1,3% de la canasta a 2,9%) y a su funcionamiento. Sin embargo el gasto en servicios de transporte redujo su importancia, cayendo 0,6 puntos porcentuales .
En comunicaciones el aumento significativo se ubica en los servicios de comunicación e información, donde se presentan la telefonía celular, el acceso a internet y la suscripción a servicios de contenidos audiovisuales. Este subrubro pasó a representar 1,9 puntos porcentuales adicionales en la canasta de gasto de los hogares; lo que refleja la mejora significativa en el acceso democrático a la tecnología que se obtuvo en los gobiernos del Frente Amplio, mediante la mayor cobertura de fibra óptica, la conectividad internacional con el cable submarino y el acceso a través del Plan Ceibal o el Ibirapitá.
En relación al rubro recreación y cultura, la nueva canasta muestra un mayor gasto en este rubro, pasando de 5,8% del total a 8,1%. Se destaca la mayor incidencia de los paquetes turísticos en el gasto de los hogares respecto a la composición anterior de la canasta. El mayor consumo en este rubro puede acercarse al aumento de los ingresos medios de los hogares que operó hasta 2019 y como se señaló, ingresos mayores tienden a reducir relativamente el consumo de alimentos y generar el aumento en el consumo otros rubros, siendo esta una situación probable.
En síntesis, la actualización de las ponderaciones de la canasta del IPC es importante en tanto se acerque más a la evolución de la pauta de gasto de los hogares en el tiempo, lo que redundará en un indicador de precios que podrá reflejar más fielmente cambios en los precios de los bienes y servicios consumidos actualmente. En lo cotidiano, estos cambios impactan en cuestiones clave como lo son el ajuste de salarios, jubilaciones, tarifas, prestaciones sociales, etc; así como otros indicadores que dan cuenta de la realidad socioeconómica como lo son la evolución la de pobreza e indigencia.