Por Colectivo Mate Amargo
Es necesario unir las voces para enfrentar la colonialidad, la injerencia y ocupación extranjera, y denunciar la crítica situación que atraviesa el pueblo saharaui. 82 países reconocen la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, que además integra la Unión Africana. Entre los países que reconocen a esta República hay varios latinoamericanos como Uruguay, Ecuador, México, Cuba, etc. Su independencia fue declarada el 27 de febrero de 1976, tras el abandono de España en 1975 y a pesar de la entrada, luego, de Marruecos (“marcha verde” 6/11/75) y Mauritania en juego. La segunda se retiró en 1979, pero Marruecos continua hasta el día de hoy.
La República Saharaui se encuentra dividida por muros de piedra y arena, en dos partes, la mayor (el 80% del territorio) controlada por Marruecos y la otra por el Frente Polisario en territorios liberados dónde se encuentra el gobierno de esta República y su capital Bir Lehlu. El conflicto bélico se había detenido en 1991 con el aval de la ONU y el acuerdo de realización de un referéndum entre la población saharaui en el cual optarían por la independencia o la anexión a Marruecos que jamás se pudo concretar.
El conflicto militar se reanudó en el 2020 contra el pueblo saharaui. Primero fue Trump quien firmó la proclamación de reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, que al día de hoy Biden no ha revertido. Luego y como era de esperar Alemania, Francia y la propia España quien hasta marzo del 2022 habían apoyado la idea de referéndum, tomo partido por la anexión y colonización marroquí. Lejos de buscar soluciones pacíficas avivan los fuegos de la discordia.
Hoy levantamos nuestra vos solidaria con el pueblo hermano saharaui y junto a la Fundación Vivian Trías (quien convoca) y a la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (auspicia) les invitamos a todas y todos a participar a las 19 horas, en el local de la misma
Fundación (Colonia 1456 5to. Piso) para intercambiar con el embajador Saharaui y así repudiar todo tipo de intervención, injerencia externa y colonización de territorio, reclamando la realización del plebiscito pospuesto por tantos años.