Por Maribel Acosta Damas
Cuba es tal vez el país del mundo con más mitos elaborados contra su proceso revolucionario. ¿Por qué? Porque en el llamado mundo de la democracia, paradójicamente no cabe la otredad. Una y otra vez aparece la pregunta ¿hay elecciones en Cuba?
Este domingo 26 de marzo cubanas y cubanos mayores de 16 años están convocados a las urnas para las elecciones nacionales que definirán la dirección del país en los próximos cinco años. Sin embargo, persistentes campañas mediáticas de muchos años han posicionado un término: DICTADURA (dicen que en Cuba no hay elecciones y por tanto, el gobierno no sale de la deliberación popular).
Curioso, porque las elecciones nacionales cubanas después del triunfo revolucionario de 1959 datan desde el año 1976 en que cambios rotundos en los métodos de institucionalización del país conformaron los entramados legislativos que dieron lugar al proceso electoral actual. ¿Es perfecto? Ni mucho menos. Pero sí es el resultado de una vocación de participación y control popular que hasta hoy ha marcado el horizonte de la Revolución Cubana.
¿Cómo son las elecciones en Cuba?
– Es un proceso que comienza en las bases con las proposiciones directas de la gente, donde se eligen a las autoridades y gobiernos municipales, provinciales y de donde sale el 50 por ciento de los candidatos a parlamentarios. La otra mitad sale de las propuestas de las organizaciones de la sociedad civil cubana. En Cuba el Partido Comunista no propone, es directamente el pueblo.
– Las elecciones nacionales de Cuba se realizan cada 5 años y en ellas se eligen a los diputados, se constituye la Asamblea Nacional del Poder Popular, se elige a su presidente, vicepresidente, secretario y demás miembros del Consejo de Estado, así como al presidente y vicepresidente de la República.
– El Consejo Electoral Nacional organiza, dirige y supervisa las elecciones, consultas populares, plebiscitos y referendos que se convoquen.
– Intervienen más de 200 000 personas, investidas de autoridad electoral, todos salidos de las comunidades.
– Se declara electo como diputado, el candidato que obtenga más de la mitad de los votos válidos emitidos. En las elecciones del 26 de marzo se elegirán los 470 diputados que integrarán la X Legislatura del Parlamento cubano. Fueron nominados en las 168 Asambleas Municipales del Poder Popular.
– Se excluye todo tipo de propaganda electoral individual y cualquier otra acción encaminada a inclinar la decisión de los electores a favor o en contra de algún candidato. Los candidatos sostienen encuentros con la población en recorridos por comunidades y centros de producción, los servicios, de la educación y la ciencia. Sus biografías son públicas y disponibles en los colegios electorales. Los medios de comunicación las dan a conocer y la campaña electoral se centra en convocar al pueblo a votar.
– Los colegios electorales están en las comunidades y sus autoridades las conforman los vecinos de estas, de manera voluntaria. Para las Elecciones Nacionales de 2023 están previstos 23 mil 468 colegios electorales.
– Las urnas en Cuba están custodiadas por niños, niñas y adolescentes; estudiantes de las comunidades donde están los colegios electorales, vestidos con sus uniformes escolares.
– El escrutinio es público, en el que pueden participar todos los habitantes de la comunidad para conocer directamente los resultados.
¿Quiénes son los nominados para las elecciones 2023?
De los nominados para su elección este 26 de marzo, el 20 por ciento son jóvenes menores de 35 años, 53 por ciento mujeres, el promedio de edad es de 46 años y más del 95 por ciento son graduados universitarios. Si son electos, el nuevo parlamento tendrá una renovación del 64 por ciento de sus integrantes.
¿Cómo se miran las elecciones en Cuba?
Como un termómetro de consenso de la Revolución, como suceso patriótico e identitario y como acto de soberanía nacional. De modo que este 26 de marzo, luego de cinco años difíciles para el país, su sistema político será sometido a revisión por el pueblo y el resultado de las urnas otorgará las herramientas para estrategias de transformaciones y rumbo de la Revolución Cubana. ¿Quién dice que esto no de DEMOCRACIA?
