Por Economiapolitica.uy
Dibujo Adán Iglesias Toledo
Tras conocerse los últimos datos de Cuentas Nacionales que publica el Banco Central (BCU), vemos que la economía uruguaya creció 4,9% en el año 2022, es decir, no pasó el 5% esperado para el último año. Superó al nivel pre pandemia (2019) en 3,6%, pero un promedio anual de crecimiento de 1,2% ciertamente para lo que va del quinquenio no es un buen resultado.
En el informe anterior sobre la actividad económica adelantábamos que, si bien era de esperar un crecimiento anual para el 2022, los datos trimestrales julio-setiembre adelantaban ya cierto enlentecimiento de la economía, lo cual se confirma con estos últimos datos. El crecimiento observado del último año fue producto de la reactivación económica post pandemia y se explica fundamentalmente por el desempeño del primer semestre, el cual mantenía la tendencia del crecimiento observada en 2021.
Si observamos la evolución de la actividad económica desestacionalizada trimestralmente durante el año 2022, los dos últimos trimestres del año cerraron con un resultado negativo (-0,7% y -2,3% respectivamente), por lo cual en el segundo semestre la producción en su conjunto (PIB) cayó -0,7% con respecto al semestre anterior. Es lo que usualmente se denomina como una recesión técnica.
LA OFERTA PRODUCTIVA SECTORIAL
Si comparamos el comportamiento trimestral del PIB de los últimos meses del 2022 con el mismo período 2021 se observa una caída del -0,13%. Si repetimos este período de comparación según actividades, vemos el detalle a continuación, tal como se observa en el gráfico.
Gráfico 1
A nivel de industrias o actividades, se destaca en primer lugar el comportamiento del sector agropecuario, pesca y minería. Este sector, que tuvo una fuerte expansión desde la reactivación económica, fundamentalmente motivado por el crecimiento de precios, muestra una caída en el último trimestre 2022 del -21,5% comparado con igual trimestre del 2021. Esta caída de los últimos meses del año pasado fue acompañada, como ya lo sabemos, por la coyuntura de sequía que se mantiene hasta principio de este año. Otros sectores que caen en los últimos tres meses del año comparado con igual período del 2021 los que comprenden energía eléctrica, gas y agua (-6%) e industria manufacturera (-4,3%). De esta manera la recesión económica se ubica en los sectores de la producción material del país, mientras que los sectores de servicios privados y públicos recuperan las pérdidas de 2020-2021.
En términos anuales las actividades incluidas en el sector agropecuario acumulan una caída del -3%. Al tiempo que los principales sectores que explican el comportamiento del año 2022 son el comercio, alojamiento, suministro de comidas y bebidas con crecimiento anual del 10,4%, el transporte, y almacenamiento 9,7%, y la construcción 7% (cuadro 1).
Cuadro 1
DESTINO DE LA PRODUCCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS
Desde el enfoque del gasto, si comparamos de igual forma el desempeño del último trimestre 2022 con el mismo del 2021 encontramos que las exportaciones de bienes y servicios caen -5,6%, y particularmente las exportaciones asociadas a la actividad agropecuaria. Respecto al consumo, si bien el consumo final crece, el mismo se explica por el consumo privado de los hogares, que crece 4,5% ya que el consumo (gasto) del gobierno que cae 0,23%. También la formación bruta de capital fijo (inversión) crece 3,9% respecto al cuarto trimestre 2021.
Gráfico 2
Finalmente, en términos anuales, en base al fuerte desempeño del primer semestre, desde el enfoque del gasto los principales rubros que sostienen el desempeño económico del 2022 son las exportaciones de bienes y servicios que acumulan un crecimiento del 24% y el mayor dinamismo de las inversiones, aproximado por la formación bruta de capital fijo que presentó una variación del 27,5% en 2022. Por otro lado, el consumo en 2022 presentó un crecimiento del 9,3% en relación al año anterior explicado por un mayor consumo del gobierno 10% y de los hogares 9%.
EL DESIGUAL REPARTO DE LA TORTA
Vimos que la actividad económica produjo un volumen de bienes y servicios en 2022 superior en 3,6% al producido en 2019. Pero nuevamente tenemos que decir que ello no ha tenido una correspondencia en como se distribnuye el valor de toda esa producción.
El último dato disponible en la información que proporciona el BCU sobre dicha distribución da cuenta que el valor que le correspondió a los trabajadores, o sea la masa salarial, fue el 42,5% del PIB en el año 2017. De allí en adelante podemos estimar su evolución proyectando dicho valor por la evolución de los trabajadores ocupados y del salario promedio que cobraron anualmente. En 2019 la participación de la masa salarial en el PIB habría descendido a 42%, y de alli en adelante la caida fue contínua, hasta que en 2022 el registro estimado es de 38,7%.
Si la participación de la masa salarial en 2022 se hubiera mantenido igual que en 2019, los trabajadores en su conjunto se hubieran repartido 3,3 puntos del PIB adicionales, o sea un valor de 2.350 millones de dólares. Si consideramos que en el año 2022 hubo en promedio 1.657.000 personas ocupadas, la pérdida para cada trabajador fue de 1.417 dólares, que en moneda nacional son $ 58.356, un valor que superó en 30 por ciento al salario promedio (con aguinaldo) del año 2022 ($ 44.670) .[i]
[i] Carlos Grau estimó una pérdida salarial de 800 millones de dólares solo en 2021 – https://cinve.org.uy/rebaja-salarial-y-empleo-los-trabajadores-perdieron-800-millones-de-dolares-en-un-ano/