Por Economiapolitica.uy
Héctor Tajam
Dibujo: Prof. Adán Iglesias Toledo
Alivio para pocos
En el artículo anterior[i] vimos como el “alivio fiscal” implementado por el gobierno a través de rebajas tributarias en los impuestos a las personas físicas (IRPF), a jubilados y pensionistas (IASS) y a las pequeñas y medianas empresas (IRAE-IMEBA), benefició especialmente a personas con ingresos superiores a $ 50.000, ya fueran trabajadores activos o personas jubiladas o pensionistas.
Para el caso de las jubilaciones que paga el BPS, para el año 2021, podemos constatar en el cuadro siguiente, que casi el 80% no pagaba IASS, unas 375.000 jubilaciones cuyo monto era inferior al Mínimo no Imponible de 8 BPC ($ 38.960). De esta manera tan solo una parte pequeña del total, el 20%, se beneficiaría con un aumento del Monto no Imponible del IASS de 8 BPC a 9 BPC, que ascendería al valor de $ 50.940.
Este alivio fiscal para jubilaciones y pensiones superiores a $ 50.940 tendrá un costo sobre la recaudación del IASS de 30 millones de dólares anuales, es decir que los ingresos del BPS se verán reducidos en dicha suma, algo totalmente contradictorio con el discurso que fundamenta el proyecto de Reforma de la Seguridad Social sobre el cual la coalición de gobierno intenta ponerse de acuerdo. En efecto, un futuro de insolvencia financiera del BPS se augura de no concretarse tal reforma, por lo cual sin duda su credibilidad se ha visto reducida con estas medidas que van en contra de tal pronóstico, a la par que benefician a quienes en realidad no lo necesitan.
Algo similar, aunque de mayores proporciones por su alcance, sucede con el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF). De acuerdo con la información brindada por la DGI[ii] para el año 2020 sobre la recaudación del IRPF, en dicho año de 1.328.000 probables contribuyentes solamente el 31% (437.000) debió pagar dicho impuesto, pues sus ingresos no alcanzaban al Monto no Imponible de 7 BPC ($ 34.090). Si incluimos las deducciones, ese límite se amplía a $ 50.000. Por lo que a esa reducida población se circunscribe el probable alivio fiscal de las personas activas, de las cuales según informó el propio Presidente Lacalle a la Asamblea General, 63.000 dejarían de pagar el IRPF.
Conclusión, pocos pagarán menos impuestos y el aumento de la concentración y de la desigualdad en la distribución del ingreso será inevitable. Parece claro que su disminución no es un objetivo del gobierno. En palabras de Vigorito, Grau, Vilá y de Rosa: “El no mencionar los efectos distributivos de las medidas planteadas asume implícitamente que los niveles de desigualdad y pobreza vigentes son tolerables y no requieren intervención por parte del Estado”[iii].
Para todos
El costo total de las reducciones en el IASS y en el IRPF ascenderá a 110 millones de dólares anuales. No son pocos los analistas que han propuesto un mejor destino a ese sacrificio fiscal, en particular pensando en un destino menos regresivo, que abarque a la totalidad de los contribuyentes, o a quienes realmente lo necesitan[iv]. En ese sentido la opción por rebajar el IVA sería mucho más abarcativa abaratando el consumo de las familias que le destinan todo su ingreso. Con un adicional también importante, las finanzas del BPS no se verían afectadas.
En el año 2022 el monto recaudado por el IVA constituyó el 47% de la recaudación total de la DGI, unos 6.500 millones de dólares. Los 110 millones que “cuesta” el alivio fiscal en el IASS-IRPF representan tan solo el 1,7% de lo recaudado por IVA, por lo que una rebaja del IVA que lo sustituyera hubiera llegado a más hogares y abaratado el gasto de consumo necesario.
Veamos el caso de los jubilados. En el artículo anterior mostramos como el beneficio del alivio fiscal para cada jubilado con ingresos mayores a $ 50.900 rondaba los $ 600 mensuales. Si en lugar de rebajar el IASS aplicáramos una rebaja de 2 puntos del IVA el resultado sería prácticamente el mismo. El monto promedio de las jubilaciones es cercano a $ 30.000 en 2021, 2 puntos menos de IVA sobre dicho ingreso, si se gastara solamente en consumo, serían también $ 600, y estaríamos beneficiando a todos, no solamente al 20% que más gana.
Para los que más lo necesitan
Es cierto que el IVA es un impuesto regresivo. En proporción a los ingresos, los que menos ganan pagan más pues destinan prácticamente todo su ingreso al consumo que grava el IVA. Por ello es que además se ha planteado la posibilidad de orientar esa rebaja del IVA, que sustituiría a los “alivios” a través del IRPF-IASS, hacia un IVA “personalizado”.
Las herramientas informáticas que hoy se disponen hacen posible discriminar el beneficio de una rebaja del IVA de varias formas, una de ellas es de acuerdo el ingreso de la persona. De esta manera se podrían fijar rebajas del IVA, incluso por productos, para personas u hogares que no cubren ciertos mínimos, por ejemplo, el mínimo no imponible del IASS o el correspondiente al IRPF a los hogares.
Así el efecto se invierte, se favorece a los que menos ganan y se contribuye a disminuir la desigualdad. Lo cual sería muy apropiado una vez que conocimos los datos del INE sobre desigualdad y pobreza: Índice de Concentración del Ingreso (GINI) en 2022 = 0.389 (en 2019 = 0.383); Pobreza 2022 alcanza a 352.000 personas (310.000 en 2019).
[i] https://www.mateamargo.org.uy/2023/03/19/alivio-fiscal-para-pocos-mayor-desigualdad/
[ii] https://www.dgi.gub.uy/wdgi/page?2,principal,informes-al-cierre-de-la-campana-de-presentacion-de-declaraciones-juradas-irpf-iass,O,es,0,
[iii] https://ladiaria.com.uy/opinion/articulo/2023/3/desigualdad-la-dimension-ausente-en-la-propuesta-de-modificacion-del-irpf-y-el-iass/
[iv] https://www.lamañana.uy/economia/el-regimen-de-exoneraciones-tributarias-por-el-mecanismo-de-la-comap-cumplio-un-ciclo-y-requiere-una-revision-profunda/