La Colisión Multicolor y el pato en la palangana

0

Por Ricardo Pose

Ilustración Jorge Fuentes

Los partidos de Derecha tienen de cara a la contienda electoral, tanto interna como por la presidencia del país, un dilema casi imposible de dirimir. El eje aglutinador y motivador de la campaña del 2019, que era centralmente (además de fustigar con el tema de la Seguridad) sacar al Frente Amplio del gobierno…ya no existe. El otro problema adicional de volver a ganar las elecciones es que, en caso de llegar intacta la Coalición Multicolor, el nuevo gobierno ya no heredará la gestión de izquierda, sino la de su gobierno.

De allí que, a poco mas de un año de las elecciones, pero calentando los motores electorales, aparezcan los perfilismos y la coalición viva un proceso de colisión.

En estas idas y venidas sobre el proyecto de Reforma Jubilatoria, Cabildo Abierto se ha movido como era de esperar, con maniobras de estratega militar. Desde el vamos Cabildo se sumó a la coalición sin “atarse las manos”, manteniendo la autonomía necesaria que le permitió -y permite- no terminar atado a los designios ni a la gestión unipersonal de Luis Lacalle.

Lacalle que, dicho sea de paso, tiene en la cuenta roja de los cabildantes haberles derogado el proyecto de Ley Forestal. Lacalle y el resto de socios blancos y colorados, que subestimaron a Cabildo, creyéndolo debilitado por ser el socio que ha sufrido “bulling” por parte de la izquierda y cada vez que al partido de gobierno le ha servido. Cabildo se ha quejado de que muchos de sus proyectos presentados han sido ninguneados por sus socios (como el proyecto de deudores), o proyectos tan polémicos como el de Prisión domiciliaria, se lo han convertido en monedita de cambio.

Fue entonces que Cabildo anunciándolo ya en el senado, pero votándolo como parte de las negociaciones, anunció que sacaría toda su artillería a la hora de tratarse en diputados el proyecto de Reforma Jubilatora. Se parapetó detrás de reducir los 25 años a 20 y de eliminar el otorgar a las AFAPS la capacidad de invertir en proyectos privados, tal como se hizo con el salvataje de la empresa Ta Ta del empresario Narvaes.

Cabildo Abierto ganó la pulseada a pesar de los gritos destemplados del artífice de la coalición y las familias ideológicas, don Julio María Sanguinetti. Sin embargo Cabildo Abierto grita pero no apedrea el rancho, es consciente que sus propias fuerzas no le dan para tirarse a la aventura de presentarse como una alternativa político electoral por fuera del Frente Amplio o la -a esta altura- colisión multicolor.

De Presidente a Bombero

Responsable de estas colisiones también es Luis Lacalle, el hombre que gobernó a lo Herrerista en una gestión casi unipersonal y que empezó a ver las limitaciones de esa impronta de gobierno, necesitado cuál bombero de salir a apagar incendios. Primero fue la llamarada de Marset, al poco tiempo Astesiano, y mientras la Torre Ejecutiva ardía en llamas, “los bomberos blancos” empezaban a disputarse las candidaturas de las próximas internas. Internas a las que se le agrega una dificultad nada menor si no cortan por lo sano, y son las denuncias por pedofilia contra el dirigente mas destacado del herrerismo: el senador Gustavo Penadés, denunciado -además- por una mediática militante nacionalista.

En verdad, para el atomizado “wilsonismo” (si es que algo así aún sobrevive en el Partido Nacional) y para el grupo mayoritario del Presidente de caras a la interna, lo de Penadés no le viene tan mal, quizás por eso -en calculo maquiavélico- no deciden solicitar su renuncia.

Ni el más corrupto de los corruptos, a los ojos de la población, es peor que un pedófilo.

El chapulín colorado

Con bastante acierto, el diputado Felipe Schipiani se autocalificó como “los nabos de siempre”.

No esperaban una estocada de su histórico socio (léase negociar unilateralmente con Cabildo Abierto) y nada menos que una de las leyes que consideran más importantes como la Reforma Jubilatoria. Menos lo esperaban luego de que su más destacado dirigente, el dos veces presidente Julio María Sanguinetti, saliera públicamente a enmendarle la plana a Manini Ríos.

Por eso ahora tratando de recuperar perfilismo, están condicionando la votación del proyecto de Reforma Jubilatoria con idas y venidas. Para colmo, quién seguro podría elevar la votación del Partido Colorado del tercer sub suelo al menos uno: Pedro Bordaberry…se está convirtiendo en un opositor desde las sombras y desde el arco de City Torque.

Bordaberry tuvo cuestionamientos muy duros contra los habitantes de la Torre Ejecutiva cuando, por el caso Marset, rodó la cabeza de Carolina Ache y no la de Bustillo, como él había pedido. Y últimamente, convertido en el paladín colorado de la desregulación del mercado, cuestionó al gobierno por echar para atrás el contrato con una multinacional por la tecnología 5G.

Como pato en palangana

Todas estas contradicciones cercanas a la campaña electoral, serían esperanzadoras para una fuerza política opositora, sino fuera por dos motivos.

El primero es por esta política de moverse como “pato en palangana”, (entiéndase por palangana los muros del palacio legislativo, y por el momento pato, no como el de un paso una cagada). La dirigencia frenteamplista realiza una sistemática critica en particular a este proyecto de Reforma Jubilatoria, sin tomar en cuenta, que bien podría haber mantenido silencio y daba casi lo mismo. Porque las trabas en el proyecto, han sido obra y gracia de los colisionados. O se podía haber sumado a la movilización de las organizaciones sociales, que desde que empezó el actual gobierno, son las únicas que han demostrado capacidad de iniciativa.

El segundo motivo es que el relato central de la principal fuerza opositora, y de izquierda, del país es que ganará las elecciones no en base a los errores y horrores de gestión del actual gobierno, sino en base a un programa político superador. De allí que la oposición se mueve “sin hacer olas”.

Sin duda toda una novedad de la lucha política, pero nada de genialidad, desde la época de Maquiavelo que buena parte de la lucha política se dirime en base a explotar los errores del adversario, y vaya si éste gobierno los ha cometido, por no integrar a la lista aquellos que rayan lisamente con cuestiones condenables desde el punto de vista ético.

Relato de buenos modales y de corrección política que, además, está condenado al fracaso (salvo que se vista con la ropa del finado) cuando el primero de marzo del 2025 tenga que salir a explicar las dificultades de sacar urgentemente de la extrema pobreza a los miles de uruguayos que va a heredar de este gobierno, tenga que salir a rescatar el prestigio internacional perdido y tenga que volver a reconstruir un proyecto de país.

 

Comments are closed.