La importancia del acceso a la tierra para los jóvenes

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Mate Amargo, continuando el homenaje a Raúl “Bebe” Sendic en el acto del 28 de abril pasado. Extracto del discurso de la compañera Belen Amaya, integrante del Frente Juvenil del MLN- Tupamaros.

Buenas noches compañeras y compañeros.

Hoy nos encontramos en esta esquina para homenajear a Raúl Sendic, al Bebe.
Nos reunimos a recordar a aquel compañero que marcó tantas vidas, que donde
pisó dejó su huella, como nos hizo notar Pinduca al principio. Pero sobre todo nos
encontramos a reivindicar su legado, y la senda que con su ejemplo dejó trazada.
Raúl Sendic, si sólo fuera por su nombre, podría haber pasado a la historia como un
abogado más, de aquellos que en aquel entonces sólo sabían defender los
intereses de grandes empresas extranjeras. No lo hizo: decidió ir hacia otros
lugares, más al norte, donde las letras de las leyes y los derechos laborales no
llegaban a conocer la realidad. Donde el trabajo no conocía jornadas de 8 horas,
descansos, etc. pero mucho menos conocía incluso de salarios, donde la suiza de
américa era más que en ningún otro lado un cuento de hadas. De allí en más,
decidió dar la vida a organizar. A que, colectivamente, se pueda luchar para
alcanzar otra realidad.

Ese ejemplo, precisamente, es uno de los mayores legados que nos dejó.
A 61 años de aquel 24 de abril de 1962 en el que un puñado de peludos y peludas
decidieron marchar rumbo a Montevideo, muchas cosas han cambiado, pero otras
siguen teniendo, quizás de otra forma pero teniendo al fin, los mismos problemas
que por aquel entonces.

Cuando hablamos del Bebe, una de las primeras cosas que se nos viene a la mente
o por lo menos a mi es aquel inolvidable “POR LA TIERRA Y CON SENDIC”, que
surge desde como él mismo decía los “comensales de clase B” y que denota la
trayectoria de entrega y lucha que mantuvo durante toda su vida; pero no solo eso,
también deja claro lo presente que tenía ciertas luchas como por ejemplo el acceso
a la tierra por medio de Colonización.

Hoy, el despoblamiento de la campaña es más que nunca un problema. En este
marco queremos reivindicar la importancia trascendental de que los jóvenes
comiencen a acceder a la tierra para contribuir a la modificación del modelo
productivo llevándolo a la creación de empleos dignos, a la agricultura familiar y la
autogestión del trabajo, promoviendo la inserción laboral en el medio rural de los
jóvenes y así involucrarnos para asegurar el recambio generacional, la
sostenibilidad de recursos, y una justa distribución de la riqueza, generando
espacios para impulsar la educación en el territorio donde poder implementar la
educación popular, ya que la formal en estos temas no está logrando los resultados
necesarios para revertir los procesos de extranjerización y concentración de la
tierra, así como tampoco una mirada crítica sobre el modelo extractivista de
producción.

Las capacitaciones deberían verse reflejadas en los ingresos que se perciben, la
mayoría de las veces no es el caso, un ejemplo de ello son los estudiantes de las
distintas tecnicaturas agrarias que acceden a ciertos puestos de trabajo percibiendo
como peón no especializado, promovido por la asociación de cultivadores de arroz
en la creación de nomenclatura de categoría laboral en los consejos de salario año
2010, y es intención de las patronales que se mantengan así hasta el día que se
jubilen.

Factores como estos terminan socavando derechos y develando la resistencia en
las empresas rurales para llevar adelante procesos organizativos que promuevan
cambios en materia de salud y seguridad laboral, imperiosa necesidad de ellos para
revertir la infame estadística encabezada por una gran cantidad de compañeros
muertos en sus lugares de trabajo.

La vigencia del pensamiento del Bebe sobre el cuidado de los bienes comunes en la contemporaneidad, la lucha por revertir el cambio climático y el cuidado del medio
ambiente es poner al ser humano en el centro y la distribución de la tierra es
incorporar luchadores/as a esta trinchera.

Viendo esta realidad y como me toca ya que pertenezco a uno de los núcleos
familiares de la Colonia Daniel Viglietti una colonia de asalariados rurales me atrevo
a decir de que hay que trabajar en condiciones de acceso diferenciadas para el
ingreso a la tierra, porque no es lo mismo que me vean bailar a que baile bien,
porque no es lo mismo al inicio que jóvenes y asalariados rurales en su mayoría
descapitalizados ingresen pagando el mismo monto de renta por decir algo que
productores con 200 há o más índice coneat 100%, que ya cuentan con un colchón
que los respalde.

Aquellos que ya han pasado por ese proceso o lo están pasando son los que con su
experiencias tienen que ayudar a allanar el camino de los que asumen el desafío,
porque “cuando cae el peso de la responsabilidad cotidiana es que se siente la
verdadera fuerza del carbón de piedra”, hoy día se presentan anualmente alrededor
de 1.500 familias solicitando el ingreso a tierras del INC instituto que ha sufrido
sistemáticos embates por parte de los modelos neoliberales, y en este periodo
recibió la estocada de recorte presupuestal de 30.000.000 usd anuales pero como
decía el Bebe Sendic “el río da muchas vueltas pero sabe a dónde va”
También es importante que los técnicos asuman un rol activo en la construcción y
organización de estos procesos transformadores, para que con su conocimiento
puedan contribuir a la modificación de la matriz productiva y a la conservación de
nuestros recursos para las nuevas generaciones.

Si no generamos herramientas que aseguren la sostenibilidad y mejoren la calidad
de vida de las familias en el campo, si no se establece un ingreso mínimo para las
escalas más pequeñas de la producción, si no se entiende el rol protagónico que
deben de tener la mujer en la ruralidad, si la reforma jubilatoria no contempla la
injusticia histórica que se ha hecho con los trabajadores y trabajadoras rurales y
pequeños productores familiares vamos a fracasar con total éxito con lo de llevar
adelante un modelo de producción más amigable y mitigar la historia problemática
de la migración del campo a la ciudad.

Para todo eso, la organización es clave. Así se ha ido demostrando durante años y
así lo demostraron los gurises del iava, que a un par de cuadras de acá lograron
que Silva y Cherro tengan que recular en chancletas en su estrategia constante de
persecución a los gremios y sindicatos de la educación. Así también se demuestra
cuando cada 21 de abril somos más recordando el terrorismo y cómo asesinaron a
sangre fría a Laura, Diana y Silvia, cuando cada 20 de mayo somos más pidiendo
memoria, verdad, justicia y nunca más, porque la verdad la queremos toda.

El germen que dejó plantado el Bebe sigue desarrollando sus raíces.

Si usté es hombre esté alerta
que el momento llegará
Raúl Sendic se encargará
de pegar a tiempo el grito
y en este Uruguay bendito,
otro gallo cantará

En la estrella tupamara se refleja el compromiso de cada compañera y compañero
que lucha por un mundo mejor, por justicia, por igualdad, por la tierra, por un frente
grande donde quepamos todas y todos, sin exclusiones.
¡Habrá patria para todas y todos!

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