Por Ernesto Agazzi
Si hay algo que es una constante en la sociedad es el cambio, y un medio de comunicación siempre es hijo de su tiempo.
Los integrantes de la generación que convivimos con su peripecia vital, deberíamos buscar reconocer los aportes del Mate acompañándolo en las circunstancias que enfrentó a lo largo de su vida.
El Mate Amargo nos dice que el primer número tuvo su alumbramiento el 13 de marzo de 1973, pero su gestación tuvo un largo período caracterizado por hechos que es bueno recorrer.
La década previa a su aparición se caracterizó por la violencia como forma de controlar los conflictos sociales. Hay muchas formas de violencia, pero quien primero la usó fue el Estado para sofocar la protesta de sindicatos de trabajadores, de estudiantes, y toda movilización popular que reclamara por sus derechos. Y todos vimos como evolucionó en sus formas, de los caballos de la Republicana y los sables se pasó a los guanacos de la Metro y el uso de armas de fuego. Todos conocimos las comisarías y los apaleamientos, y la contracara, tanto defensiva como de bronca pasó de las pedradas y los palos a las municiones de rulemanes. Como la gente con sangre de horchata es una minoría en la sociedad, las acciones y reacciones fueron cambiando y subiendo de tono. Es historia nacional que la policía siempre usó revólveres y escopetas, y que entre la masa movilizadas siempre hubo algunos revólveres.
Fue permanente la discusión entre los militantes de izquierda sobre la forma de responder a loa violencia de arriba, ¿tenemos que soportar las salvajadas de los milicos y decir amen?, ¿como defender los derechos a expresarnos cuando la respuesta eran los gases, los sablazos y las balas?
Así fue el origen de la política con armas. En un clima espeso, que amenazaba con golpes de Estado dos por tres, con figuras políticas admiradoras del nazismo, ¿Cómo denunciar las injusticias y defendernos? ¿Cómo resistir sin callarse?. En sus inicios, todas los planteos de llevar adelante la acción directa usando armas por parte de varias organizaciones de izquierda tuvo una primera necesidad: la autodefensa, y enfrentar el atropello.
Las primeras ideas y primeras acciones de las mismas, y fundamentalmente del MLN, fueron una respuesta a la explotación en los arrozales, en los cañaverales, a la vida infrahumana en los cantegriles y a la represión policial. Para denunciar con fuerza, no alcanzaban declaraciones escritas o manifestaciones que todavía no eran muy numerosas en nuestra sociedad. Los Tupamaros surgimos como respuesta a una sociedad injusta, represiva, explotadora, con una careta de democracia que disfrazaba la realidad de la población oprimida.
La política con armas fue una consecuencia y no una causa, como quieren instalar quienes teorizan para justificar sus posiciones políticas en defensa de los opresores.
En ésta etapa que precedió a la aparición del Mate, las formas de comunicación tupamara no era un periódico, que la clandestinidad no permitía. El mensaje a la sociedad eran los hechos, las acciones en si mismas, más algunas volanteadas explicativas.
La propaganda armada nos obligó a violar la legalidad, a tener un mundo clandestino, a buscar información, y sellar compromisos, y todo ello lo hicimos corriendo los riesgos que implican y respetando la vidas, proporcionando el uso de medios violentos y calculando con cuidado los riesgos para la población. El reglamento no permitía el uso de explosivos cerca de las paradas de ómnibus. Nunca utilizamos la tortura, y siempre cuidamos los riesgos para los civiles. En el principio, el enemigo no era la policía ni el ejército sino la oligarquía y sus socios
Desde sus orígenes el MLN no se planteó destruir el Estado, ser un ejército, usar uniformes militares. Tuvo formas diferentes a las de las conocidas guerrillas latinoamericanas de la época, porque surgió en nuestra realidad política y social, y desde el inicio todas sus acciones tuvieren siempre en cuenta la importancia de las mayorías populares.
Uruguay era un País con “condenados de la tierra” sometidos a condiciones iunfrahumanas, peludos de la caña, trabajadores en los arrozales, trabajadores rurales superexplotados, dispersos, sin oportunidades de socialización y construir conciencia de sus derechos. Hacer visible estas realidades en las ciudades, ayudar a construir herramientas gremiales, y plantear métodos de acción directa sindical, fueron todas una novedad que obligaba a acciones semilegales y clandestinas.
Así se fue dando forma el MLN, en una época en que la liberación nacional estaba en los primeros planos, con múltiples formas, y con ejemplos de procesos exitosos, como el Cubano. En nuestra realidad, con independencia táctica, y estratégica de todas otra organización, nació el movimiento tupamaro.
Seguramente aquel cuidado por la inserción social es una de las razones, que también excepcionalmente, explica la continuidad histórica de la organización luego de la tierra arrasada, los asesinatos, las desapariciones, la práctica de rehenes, el encarcelamiento y el destierro que aplicaron los ejércitos formados en los Estados unidos y la CIA durante el Plan Condor.
Si es complejo y difícil discutir y acordar, sin inpedimentos de reuniones o movimientos, en la izquierda uruguaya, para definir estrategias o prioridades políticas, es casi imposible de hacer en la clandestinidad con la persecución policial y la caida permanente de militantes con recambio de direcciones.
Documentos breves, distintas visiones en torno a la insurrección, los caminos de la revolución socialista, y opciones en torno a la lucha o la propaganda armadas, fueron asuntos discutidos como se pudo, pero en todo caso el MLN no se planteó acceder al poder por la vía armada.
Dos meses antes de firmarse la declaración constitutiva del Frente Amplio, el 23 de diciembre de 1971, el MLN declaró su apoyo al Frente, y el 8 de Abril del mismo año se lanzó el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, organización de masas legal y autónoma que integró el Frente Amplio, respaldado por el MLN que había creado la columna 70 para el trabajo de masas. En Agosto de 1971 aportó 130 grupos de base en Montevideo y 64 en el interior, que integraban entre 6 y 10.000 militantes, que trabajaban a nivel de los grupos de base del F.A.
En forma paralela a éstos hechos, también actuaron grupos de extrema derecha que utilizaron la violencia. El Escuadró de la Muerte, el Comando caza tupamaros, la Juventud Uruguaya de Pie, fueron actores que junto a la policía jugaron un papel importante en los secuestros, atentados, asesinatos y operaciones de terror hacia la militancia de izquierda.
Este fue el clima previo al golpe de Estado de 1973, y el Mate nos dice que salió a luz tres meses antes, el 13 de marzo de 1973
Fue la búsqueda de tener un medio de comunicación que aportara a la lucha del pueblo frente a la dictadura que se veía venir. El 27 de Junio de 1973 cayó el telón del Uruguay de la república, y de ahí en más el Mate no pasó a ser más que un intento de hacer, que fue superado por la dictadura. Nos dice que como otros intentos de reorganizarse para la lucha, fue el nacimiento en las peores condiciones imaginables, y con el MLN derrotado militarmente que no podía ayudar.
Posteriormente el Mate Amargo nos dice que13 años después de aquel inicio, reapareció, dentro del proceso de recuperación democrático, en plena discusión dentro de la organización sobre el que hacer. Período muy rico en análisis y búsqueda del mejor camino en la realidad post dictadura, aún con una democracia tutelada.
Esta segunda etapa tuvo un periodismo ligado al renacer social, con muchas crónicas y difusión del trabajo barrial, de los centros de trabajo y su reorganización, poniendo la pluma en los actores sociales, con mucha voluntad y compromiso. Fue una etapa de búsquedas, con mucho empirismo periodístico, conducido por el inolvidable compañero Carlos Nuñez, que como secretario de redacción obligó a respetar y buscar la formación de periodistas. En tal etapa se priorizó el trabajo hacia afuera del MLN. Fue el período de divulgación de los grupos de poder, de los prontuarios de la corrupción, del “cagarandum” como lo llamaba el Ñato. El Bebe Sendic lo enriquecía con análisis sobre la economía nacional y sus prioridades. La pluma genial del Ñato siempre traía asuntos nuevos a la superficie.
Este período de búsquedas, fue seguido en nuestro País una etapa de síntesis. Los actores de la lucha antidictatorial, la juventud inquieta y con nuevas ideas, la reorganización sindical, el resurgimiento del Frente Amplio, las discusiones del MLN, fueron empedrando un camino de síntesis política de las ideas para el camino de los cambios en el País.
A partir de 1988, con el compromiso de siempre y la capacidad periodística del Negro López Mercao, el Mate Amargo tuvo una etapa de gloria. La decisión del MLN de incorporarse al frente de masas trajo como consecuencia la creación de herramientas de comunicación con un enfoque nuevo, creativo, abierto, y plural. Tuvo el Mate nuevos compañeros, porque nacieron la editorial Tupac Amarú, la Radio de la Gente CX 44, el sello discográfico Canto Libre, y el nuevo Mate formó parte de ese elenco.
La reinstitucionalización del Uruguay posterior a la sustitución del aparato del Estado por los cuarteles y la lógica dictatorial no fue fácil. Las esperanzas de Libertad y nunca más se condensaron en el plebiscito contra la ley de impunidad, que fue un punto de inflexión en la sociedad.
Muchos hechos importantes sucedieron en esos pocos años, pero lo que cambió cualitativamente fue que las grandes mayorías vieron la necesidad de construir herramientas políticas de cambio, y el Mate Amargo se volvió menos social y más político.
Hubo un cambio fundamental que fue la definición estratégica del MLN de comenzar un período de política sin armas, de llamar a construir un Frente Grande, proponiendo un programa sencillo y profundo, que tuvo la iniciativa de juntar a varias organizaciones chicas para formar un gran Movimiento nuevo, participativo, aglutinador, con rumbo hacia el socialismo, sin ataduras a estructuras ideológicas o partidarias. Nuestro, independiente, sencillo y pretencioso. Así nació el MPP.
El Mate Amargo nos relata como vivió ese periodo, denunciando al primer neoliberalismo del gobierno herrerista, y la posterior apertura de la patria financiera del partido colorado. Fue actor comprometido con la acumulación política de las mayorías, desde el triunfo del F.A. en Montevideo, hasta la llegada al Gobierno Nacional después de la terrible crisis económica, política y social de comienzos del siglo XXI.
La nueva realidad del resultado electoral del 2004 hizo que toda la izquierda tuvo que ponerse al hombro la compleja reconstrucción nacional, y dentro de ella el MPP. Durante 15 años, con compromiso, poniendo lo mejor de nosotros, aportamos a muchos compañeros junto a las demás organizaciones de la izquierda para conducir el País, incluso el Pepe para la presidencia de la República. El Mate pagó el precio de haber destinado muchos compañeros a la gran tares de gobernar, sin dejar de cumplir su rol de análisis e información.
Nuevas estrategias de la derecha, el costo de aprender a gobernar, el desgaste inevitable del gobierno, incapacidades, entre otras razones, condujeron al actual período de vuelta del poder real al gobierno nacional.
Y hoy el Mate Amargo nos dice que está aportando a la lucha del pueblo, pero con nuevas formas. La comunicación de hoy ya no es principalmente sobre papel, ni las radios AM tiene la importancia de antes. La Radio M 24 en AM, el Mate digital, las redes, son hoy el campo de batalla de la comunicación de masas.
El Mate ya no es una herramienta para la denuncia social, y ha cambiado hacia el análisis político, la realidad regional e internacional, el funcionamiento de la economía global y nacional y las luchas de la liberación latinoamericana.
Nada más ni nada menos que vinos nuevos en odres nuevos, y muchas gracias Mater Amargo por tu presencia militante en éstos 50 años.