Venezuela Comunal. Parte 1: Las Comunas

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Por José Ernesto Nováez Guerrero

Uno de los grandes retos del presente es cómo articular un proyecto que sea verdaderamente alternativo al del capitalismo. Un modelo que no solo sea productivo, sino que promueva nuevas formas de socialización y cree una conciencia diferente en los sujetos implicados. No es solo trascender el modelo consumista, sino lograr individuos nuevos y una socialidad nueva.

En Venezuela desde hace más de una década se gesta un extraordinario experimento social en este sentido. La magnitud de este empeño, que comprende todas o casi todas las regiones del país, el carácter específico de una nación que emprendió hace 25 años un camino de transformación revolucionaria y que ha sido sometida en tiempos recientes a feroces sanciones económicas y agresiones de todo tipo y la guía política e intelectual de Chávez, en cuyo pensamiento y obra se sintetizan muchas de las aspiraciones y acumulados de resistencia de la nación y el continente, hace que las comunas venezolanas adquieran un especial realce e interés.

Más allá de cuál sea el resultado final, siempre imposible de prever, en Venezuela se rescatan viejas formas de sociabilidad, prácticas históricas de resistencia popular provenientes de todas las latitudes y a la vez se crea, se forja, una esencia nueva. Y se hace a una escala que tiene pocos precedentes en la historia de la humanidad.

Mirar de cerca la experiencia de esa Venezuela Comunal que aún está naciendo, acercarse a sus protagonistas, entender las contradicciones y retos de un proceso vivo, donde se amalgaman vicios y virtudes, anhelos y trabas, burocracias y voluntad política revolucionaria, es entender las complejidades de todo nacimiento, las contradicciones de gestar el futuro sobre la tierra labrada por el pasado. Es entender la dialéctica de una revolución que es un organismo vivo.

El Comandante y las Comunas

Para hablar de la Venezuela Comunal es imprescindible la figura de Hugo Chávez, líder indiscutible de la Revolución Bolivariana desde 1998 (y mucho antes) hasta 2013, momento de su temprano fallecimiento.

Rastrear el origen de la idea comunal en la evolución del pensamiento de Chávez es algo que excede con creces el objetivo de este texto. Sin embargo, considero que no es arriesgado afirmar que el propio carácter de alternativa contrasistémica que tuvieron las transformaciones emprendidas en el país durante sus sucesivos mandatos, las propuestas de su socialismo del siglo XXI, ya contenían en potencia, en germen, la búsqueda de esas  nuevas formas de producción y reproducción de la vida que trasciendan a las del capital.

La tradición revolucionaria marxista ha mirado siempre con interés las formas de autoorganización popular de carácter comunitario. Es sabido el interés de Marx en sus años de madurez por la comuna rural rusa y la apuesta decidida de Lenin y los bolcheviques por los soviets como modelo de construcción de una sociedad nueva. Estas formas han existido de diversas maneras en todas las sociedades y entroncan con múltiples otras experiencias de resistencia popular desde la autoorganización.

En Chávez parecen haberse dado la confluencia de sus lecturas y conocimiento de diversos pensadores de la tradición marxista (en particular István Mészáros) con el acervo de resistencia popular heredado de la propia historia venezolana. La resistencia de los indígenas, el programa de Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez y los diversos empeños de autoorganización comunitaria conque el pueblo enfrentó el despojo primero de los conquistadores españoles y luego de la oligarquía nacional y el modelo económico neoliberal en el siglo XX.

La emergencia de la idea de las comunas en Chávez está, desde el principio, asociada a la búsqueda y profundización de una nueva forma de poder popular. Una donde no solo se daba la emancipación de los individuos, sino también la superación del viejo estado político heredado y su sustitución por un estado de naturaleza y carácter totalmente diferente.

Aunque había hablado del tema antes, quizás la primera gran alocución dedicada al tema de las comunas y el poder popular sea la del primer Aló Presidente teórico que realizara el 11 de junio de 2009 desde el Teatro Teresa Carreño. En esa intervención el Comandante afirmó:

«La comuna es el espacio pequeño donde vamos a engendrar y parir el socialismo desde lo pequeño. Grano a grano, piedra a piedra se va haciendo la montaña.»[1]

Y ya desde esa primera alocución Chávez, anticipando uno de los retos fundamentales que debían y deben enfrentar las comunas en su nacimiento y consolidación, indicaba al gobierno coordinarse con ellas y advertía al partido de entenderlas como un mero apéndice suyo. O sea, todas las estructuras administrativas y políticas debían ponerse en función del nacimiento y maduración de aquello que las negaba superándolas, algo que explica la dialéctica de las contradicciones que todavía hoy subsisten en las relaciones entre estos.

Chávez le planteaba a la comuna impulsar el socialismo desde cinco frentes principales: la moral y la ética revolucionaria; el social; el político (reconociéndole a las comunas el derecho incluso de legislar en sus territorios y dándoles una amplia autonomía frente a alcaldes y gobernadores, sin negarlos); el económico y el territorial. Chávez entendía las comunas como un ejercicio de transferencia de poder al pueblo[2].

En alocuciones posteriores Chávez hizo hincapié también en la importancia de la creación de una “cultura comunal”. La comuna no solo era un acto de autoorganización productiva popular, sino que debía crear una nueva conciencia en los sujetos del proceso.

El Comandante también acompañó el nacimiento de las comunas con un amplio conjunto de normativas jurídicas e instituciones que le dieran un basamento sólido. Así, en 2004 surge el Ministerio del Poder Popular para la Economía Comunal y en 2005 el Ministerio para la Participación y Protección Social. Empiezan entonces a gestarse los Consejos Comunales y el 9 de abril de 2006 se promulga la Ley que los reconoce. En 2009 se aprueba la Ley Orgánica de los Consejos Comunal y en 2010 la Ley Orgánica de la Contraloría Social, la Ley Orgánica de las Comunas, la Ley Orgánica del Poder Popular, la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal y la Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular. Y en 2009 surge el unificado Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimiento Sociales[3].

El impulso que dio el presidente Chávez a las comunas por lo menos desde 2006 explica la magnitud del proceso que se está dando en Venezuela en el presente y su potencial renovador para la Revolución Bolivariana conducida hoy por el presidente Nicolás Maduro. Pero no fue solo un impulso político y jurídico, fue también un gran esfuerzo de educación popular, al más puro estilo chavista, para crear en millones de venezolanas y venezolanos la conciencia de que existen alternativas al poder omnímodo del capitalismo.

Tanta era la importancia que atribuía al proyecto de las comunas que, a menos de cinco meses de su partida física, en una reunión del Consejo de Ministros en octubre del 2012 volvía sobre el tema y alertaba sobre el grave error de asumir la comuna como asunto de un solo ministerio.

En otra intervención en cadena nacional, en diciembre de 2012, el Comandante Hugo Chávez hacía una pequeña síntesis de cómo veía el proyecto de las comunas:

«La comuna es, bueno así la concibo yo, la sumatoria, la articulación más bien de esos espacios que van naciendo, el conjunto habitacional donde había un barranco y un rancherío, la pequeña empresa, la pequeña unidad productiva, la escuela bolivariana, el Mercal, el CDI, (…) el infocentro. Digamos que la sumatoria, la articulación de esos espacios que configuran el alma del Poder Popular.»[4]

Entender la Venezuela comunal que hoy se está gestando pasa por entender también el proteico impulso del Comandante Chávez.

Algunos datos sobre las Comunas

En Venezuela entre 2012 y 2022 se registraron 3641 comunas de distinta naturaleza. De ellas, 53 indígenas, 971 rurales, 1724 suburbanas o mixtas y 893 urbanas. Hasta el año 2022 había activos 7 circuitos económicos: cacao (en Mérida), café (en Lara), maíz (en Barinas, Portuguesa, Lara), papa (en Mérida), hortaliza y verdura (en Trujillo), cría animal (en Distrito Capital) y textil (en Distrito Capital, Delta Amacuro, La Guaira, Miranda, Portuguesa, Lara, Monagas, Sucre y Zulia). También hay 2 zonas económicas, la de Jají (en Mérida) y Cruz Paredes (en Barinas). En el propio año 2022 se financiaron 151 proyectos y 120 planes de siembra en el país.[5]

En una excelente serie de panfletos editados por el Ministerio del Poder Popular de Economía, Finanzas y Comercio Exterior en 2021 se exponen las experiencias de diversas comunas productivas en el país, mediante entrevistas a los protagonistas de esos procesos. Bajo el título colectivo de Resistencia Comunal frente al Bloqueo Imperialista, los panfletos recorren la experiencia de al menos 3 comunas, El Maizal, El Panal y la Che Guevara. Permiten tener una idea tanto de las dimensiones del impacto económico producto de las sanciones como del potencial productivo de estas formas.

El Maizal, por ejemplo, es una comuna rural situada en los estados de Portuguesa y Lara. Fundada en 2009, no solo es productora de maíz, como su nombre lo indica, sino que allí también se cría ganado vacuno y porcino.

Fuertemente golpeada por las sanciones económicas de la última década en Venezuela, la Comuna ha respondido a los retos por una doble vía: potenciando el factor político y movilizativo en la vida interna de la comuna y creando nuevas capacidades productivas, como es el caso de una unidad de procesamiento agroindustrial donde se produce harina de maíz, se tuesta y se muele café, etc. También pusieron en marcha lo que llaman el programa de Unidades de Producción Familiar para apoyar a los pequeños agricultores y sus familias en el complejo contexto de crisis económica producto del bloqueo imperialista.

Para 2021 la comuna no solo tenía la capacidad de apoyar con semillas y conocimientos a comunas en otras partes del país, sino que contaba con más de 600 cabezas de ganado y unas 300 hectáreas de maíz en cultivo (mucho menos de lo que lograron sembrar en otra época) y una economía en proceso de apertura y diversificación. Pero no solo producía comida, algo fundamental en un contexto de crisis económica, sino también producía conciencia, algo fundamental para el futuro[6].

Notas:

[1] Cfr. Carlos Herrera (2014) Frases y Pensamiento de Hugo Chávez. “El legado” Edición especial FANB p.241

[2] Cfr. Gerardo Rojas (2022) Reflexiones de Chávez sobre el poder comunal. En https://www.alai.info/chavez-sobre-poder-comunal/

[3] Cfr. Comandante Hugo Chávez, el primer comunero en https://www.comunas.gob.ve/2022/07/28/comandante-hugo-chavez-primer-comunero/ El texto es originalmente un despacho de Prensa Latina. Sin autor.

[4] Cfr. libro cit. P.243

[5] Todos estos datos son tomados de la web del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimiento Sociales en https://roraima.comunas.gob.ve

[6] Cfr. Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina (2021) Resistencia comunal frente al bloqueo imperialista. Voces de la comuna El Maizal. Editado por el Ministerio del Poder Popular de Economía, Finanzas y Comercio Exterior de la República Bolivariana de Venezuela

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