Por Gabriela Cultelli
“Yo les encargo mis fieles compañeros
Que se estén firmes al pie de su cañón
Que disparen la última metralla
Para defensa de nuestra nación”
Salú López Obrador
Hechos acaecidos hace más de un siglo, relata este corrido mexicano, cuando el 23 de febrero de 1916 Carranza, quien ocupaba la presidencia de México, dejara pasar a las tropas yanquis en persecución del revolucionario Pancho Villa, aquel que repartía la tierra entre los que la trabajaban. Por cierto, el 28 de febrero entró a nuestras tierras de la patria grande y a través de México, el ejercito imperial, aunque Venustiano Carranza firmó la autorización después que estaban adentro (a mediados de marzo) detalle menor pero vergonzoso ejemplo de gobernantes de este continente. Aquella invasión, como otras anteriores y posteriores, dejó un tendal de muertes, pues a sangre y fuego se logro la retirada de aquellas tropas.
Hoy vuelve a campear la dignidad y la firmeza al pie del cañón se manifiesta en la voz de AMLO, el presidente Andrés Manuel López Obrador, advirtiéndonos por la entrada de tropas en el Perú, autorizadas por el parlamento de ese país andino el 19 de mayo pasado a partir del 1 de junio y hasta el 31 de diciembre del corriente. Según publicaba Sputnik decía AMLO:
“Ese congreso del Perú autorizó, que lleguen al Perú, 700 soldados estadounidenses, armados, a petición de la que está detentando la Presidencia y con autorización del congreso del Perú. Setecientos soldados estadounidenses, para entrenar a Fuerzas Armadas del Perú y a la Policía del Perú.
No culpo solo a quienes permiten eso. Hago un llamado de atención al Gobierno de los Estados Unidos, porque eso es mantener una política injerencista que en nada ayuda a buscar la hermandad entre los pueblos del continente americano. Es prepotencia, no tiene nada que ver con la política de buena vecindad”.
A Biden no y aunque parezca demasiado, si no a López Obrador, se le declaró persona no grata por una comisión del parlamento golpista peruano. A ello el presidente mexicano respondió: «Si esos legisladores o la señora que detenta el poder [Boluarte] me entregaran una condecoración o me aplaudieran, a lo mejor me produciría vergüenza. Me sentiría muy mal» y agradeció por ello, refiriéndose además de la siguiente manera al pueblo del Perú:
“respeto, admiración y cariño al pueblo del Perú. Estamos muy conscientes que es una elite, una minoría rapaz. Políticos corruptos, traficantes de influencias, periodistas vendidos, intelectuales alcahuetes; no es el pueblo».
Salú Lula
Cuando el presidente brasilero, Ignacio Lula da Silva, viajó a Londres para asistir a la coronación del rey Carlos III, reclamó la liberación de Julian Assange:
“Me parece una vergüenza que un periodista que desveló las trampas de un Estado contra otros esté condenado a morir en la cárcel y que nadie haga nada por su libertad…es necesario un movimiento de la prensa mundial en defensa de Assange y en defensa de la libertad de denunciar (que) deben tener todos los periodistas… sólo denunció que había un Estado que espiaba a otros y eso lo transformaron en un crimen del periodista… (es) inaceptable…triste”. Dijo en conferencia de prensa en la misma ciudad donde Assange permanece encarcelado desde hace 4 años, luego que Ecuador le reiterara el asilo, y en espera de una extradición a EEUU dónde lo condenarían a 150 años de prisión.
Pero hubo más, hubo reuniones no realizadas como la bilateral propuesta por Zelenski en la cumbre del G-7, tal vez por “problemas de agenda”, aunque da para pensar que Brasil, tampoco retrocede con su definición neutral en relación a la guerra de Ucrania.
En su gira por China y emiratos árabes dijo: “El presidente Putin no toma la iniciativa de parar, Zelensky no toma la iniciativa de parar. Europa y Estados Unidos siguen contribuyendo a la continuidad de esa guerra. Tenemos que sentarlos en la mesa y decirles ‘ya basta’”, da para pensar que si no se propiciaba una mesa de dialogo como propusieron China y otros, ¿por qué razón sentarse con Zelensk? ¿Para apoyarlo? Ya se les dijo que América Latina era territorio de paz, es hora de que se nos oiga.
De hecho y durante los dos días en Indonesia por la cumbre, Lula mantuvo varias reuniones bilaterales. En varias de ellas habló de la necesidad de conformar un dialogo por la paz… pero un dialogo, no un monólogo.
En otro orden (o en el mismo orden) de cosas, Lula presentó un reclamo formal al gobierno de España a través de su embajada en Brasil por el destrato brutalmente discriminatorio, racista, fascista, que gran cantidad de hinchas ejercieron contra Vinicius, el jugador de futbol brasilero quien ya había hecho varias denuncias formales sin respuesta, pues esta no es la primera vez. Veremos si la FIFA, la Real Federación Española de Futbol o los propios clubes, hacen algo. El gobierno español tendrá que pronunciarse y tomar las medidas pertinentes. Lula expresó:
“Quiero hacer un gesto de solidaridad a un jugador brasilero.
No es justo que un niño pobre que venció la vida y que se está conformando posiblemente en uno de los jugadores mejores del mundo, ciertamente del Real Madrid es el mejor, sea ofendido en cada estadio en que aparece.
Yo pienso que es importante que la FIFA, que La Liga española, que la liga de otros países, tomen serias medidas, porque no podemos permitir que el fascismo y el racismo se instalen dentro del futbol”.
No es un hecho menor, es una cultura que se va instalando, que viene de atrás, desde lejos en la historia. Por eso Lula le plantó respuesta, digna tomándolo como lo que es: un problema de Estado.
Notas:
(1)Samuel Margarito Lozano (Corrido “Nuestro México febrero 23” o “la persecución de Villa)”)