Por Maribel Acosta Damas
Recientemente sesionó en La Habana la reunión de ministros de Turismo del Grupo de los 77+ China con el tema “El turismo como motor impulsor del desarrollo económico, inclusivo y sostenible para los países del Sur”. La isla asume por primera vez la presidencia del denominado Grupo de los 77, conocido también como el brazo económico del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), que impulsa la cooperación Sur-Sur en sectores económicos, de educación, ciencia, tecnología e innovación, y cultura.
El evento, propiciado por Cuba, constituyó un espacio para establecer estrategias que potencien el sector turístico en sus dimensiones de desarrollo económico, social, cultural y medio ambiental en que, desde el Caribe, las condiciones cubanas de liderazgo cultural, patrimonial y de hospitalidad de su pueblo, otorgan interés para los países que conforman este cónclave en la actual crisis global que impacta transversalmente al sector turístico. La declaración final respaldó la construcción de consensos en el Grupo de los 77+ China, la solidaridad internacional y los mecanismos de colaboración para reducir las brechas que agudizó la pandemia de covid-19.
Reconocido como el grupo de concertación más amplio y diverso de la esfera multilateral, G77 +China, con 134 estados miembros, representa dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y el 80% de la población mundial. Fundado en 1964 por miembros del Movimiento de Países No Alineados al término de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, surgió para impulsar los intereses económicos de los países miembros y fortalecer la capacidad de negociación conjunta dentro de la ONU.
Cuba se integró al G-77+China en 1971, y el liderazgo de Fidel Castro contribuyó a la unidad y la concreción de objetivos conjuntos para los pueblos del Sur, pues ante los procesos globalizadores Fidel concebía que “para que la globalización haga realidad su enorme potencial de beneficio para la humanidad, necesita ser acompañada por un nuevo orden mundial, justo y sostenible, que incluya la participación de los países del Tercer Mundo en la toma de decisiones globales; la transformación profunda del sistema monetario internacional, dominado por el privilegio del que goza la moneda nacional de Estados Unidos; un enfoque integrado del desarrollo, que evite la separación del comercio, la inversión y las finanzas en esferas independientes para ejercer más fácilmente el dominio de los países desarrollados. Necesita, además, la reducción de la creciente distancia entre el grupo de países más ricos y la gran mayoría de países pobres, y el cese de las prácticas proteccionistas en abierta contradicción con la retórica liberalizadora tantas veces repetida”.
Fidel insistió siempre sobre la capacidad del grupo para enfrentar los desafíos actuales y avizoraba que “nuevos conflictos y crecientes desigualdades requieren de una negociación en la cual la capacidad de concertación como Grupo de los 77 y una conducta negociadora inteligente, flexible y con firmeza en los principios, son condición imprescindible para lograr un diálogo Norte-Sur renovado y capaz de estar a la altura de los inmensos desafíos globales que enfrenta la humanidad, en especial el de la necesidad de globalizar el desarrollo sobre bases sostenibles de preservación del medio ambiente y equidad social”.
En su presencia en el G77+China, Cuba siempre ha promovido la cooperación Sur-Sur como vía para favorecer al desarrollo equitativo entre los países, con ejemplos de colaboración fundamentalmente en el área social como el método de alfabetización “Yo, Sí Puedo”, implementado por colaboradores cubanos en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Uruguay entre otros países; con notables contribuciones a la reducción del analfabetismo; y en la salud, con decenas de miles de profesionales desplegados en todos los continentes, así como la formación de profesionales tanto en Cuba como en sus países de origen.
A instancias de Cuba, el Grupo de los 77 + China presentó en la Segunda Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas los proyectos de resolución Hacia un nuevo orden económico internacional y Medidas económicas unilaterales como medio de coerción política y económica contra los países en desarrollo, con el objetivo de fortalecer y concertar política al respecto.
Durante su periodo de presidencia pro témpore al frente del G77+ China (que comenzó en este 2023), Cuba propone avanzar en acciones de interés común a las naciones del Sur, ampliar la cooperación, asegurar relaciones con el resto del mundo y promover estrategias concretas para el cumplimiento de la agenda 2030 de Naciones Unidas. Esta etapa se vislumbra como un cambio fértil para el grupo y de exploración de nuevos caminos en un tiempo en que las alianzas entre los países del Sur son determinantes para afrontar los complejos desafíos de la humanidad. La experiencia de Cuba y su capacidad de concertación, seguramente consiguen impulsar numerosos programas en beneficio de los pueblos en desarrollo.
