Por Griselda Leal Rovira
Las élites que gobiernan el mundo han declarado como enemigo al australiano, periodista, programador, director de cine y televisión y activista Julian Assange quien el 3 de julio cumplirá 52 años y se encuentra recluido en una cárcel de máxima seguridad del Reino Unido.
El delito de que se lo acusa es de ser el director de Wikileaks y haber hecho público documentos secretos que han evidenciado delitos gravísimos, cometidos por los gobiernos de los Estados Unidos, entre los que se cuentan 400.000 sobre la guerra de Irak, 900.000 sobre la guerra de Afganistán, 800 de la prisión de Guantánamo y mas de 250.000 cables diplomáticos de distintas partes del mundo. Lo mas difundido por distintos medios de comunicación fue una filmación desde un dron en Irak, donde se oye una grabación que se da la orden de disparar, y se ve cuando asesinan a un grupo de civiles indefensos entre los que se encuentran dos periodistas de la agencia Roiter. Desde el país del norte se indicó que el atentado estaba de acuerdo con la ley de conflictos, pero lo que irritó a la candidata Hillari Clinton, fue haber perdido la elección presidencial de los Estados Unidos, a causa de la divulgación de mensajes muy comprometedores enviados a su secretario de campaña.
El ex presidente Donald Trump salió favorecido con el informe, cosa que le facilitó el ganar la elección, pero no hizo nada en favor de Assange.
Entre los documentos desclasificados salieron a luz los papeles de Panamá que comprometieron a muchos políticos y figuras públicas de diversos países, en relación al lavado de dinero.
Quien proporcionó información acerca de los documentos secretos fue Chelsea Manning, una mujer trans que trabajaba como soldado y analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos, quien fue a prisión por siete años hasta que el presidente Obama le concedió la excarcelación.
La primera acusación que recibió Assange fue de parte de dos mujeres que lo señalaron como responsable de una supuesta violación durante su estadía en Suecia en el año 2010, luego, el 19 de junio de 2012 para evitar la prisión, se asiló en la embajada de Ecuador en Gran Bretaña, por ese entonces el presidente era el progresista Rafael Correa. Casi siete años después, cuando asume la presidencia el derechista Lenin Moreno, lo entrega a ese país, sabiendo que corría el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, donde podía ser condenado a muerte. Trascendió que la jugada de Moreno fue a cambio de un préstamo de varios millones de dólares, lo que no lo exime de ser considerado traidor a los principios de Correa del que fue vicepresidente en su mandato.
Desde entonces, en que Boris Jhonson dio la luz verde a la petición de los Estados Unidos pidiendo la extradición, se encuentra en la prisión de alta seguridad de Belmast, en condiciones deplorables.
Julian Assange estudió matemáticas, física, filosofía y neurociencia. En su país, Australia incursionó en la política, presentándose a un puesto en el senado, pero es mas conocido como hacker, lo que a la postre lo llevó a la situación en que se encuentra, siendo defensor de la transparencia de la información.
En 2009 recibió un premio de Amnesti Internacional por exponer asesinatos extrajudiciales en Kenia, en 2010 fue galardonado con el premio San Adams y ganador de la elección de los lectores de la revista TIME a la persona del año, en abril de 2011 fue nombrado en la lista Time 100 de las personas mas influyentes, y en una encuesta informal de editores Network fue designado como el mas relevante.
En junio de 2011 recibe el premio Martha Gelhorn Prize por su tarea periodística, premio Sydney de la Paz y persona del año por Le Monde.
El estado de Assange es de gran riesgo y pese a haber solicitado la libertad condicional ante su precaria salud, un tribunal británico se la ha negado.
Corre riego de morir en prisión si no recibe atención médica , según mas de 60 doctores, atención que le es negada.
Las movilizaciones en su apoyo se dan continuamente, siendo muy numerosas sobre todo en Londres y sus abogados hacen lo posible para su liberación.
Pese a que no lo desearía ha decidido escribir sus memorias para recaudar fondos, ya que su defensa tiene costos muy altos.
Si Julian Assange perdiera la vida en prisión, cosa que no es improbable, sería un acto mas, tremendamente grave de atentado a los Derechos Humanos, que recaería sobre los gobiernos, fundamentalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Este prercedente amenaza con socavar la libertad de prensa a lo que últimamente ha salido un titular en The New York Times, El País de España, Le Monde y The Guardian que dice: «PUBLICAR NO ES UN CRIMEN», en directa alusión al caso WIKILEAKS.
Jhon Ritz, escritor, periodista, activista por los Derechos Humanos y coordinador en Inglaterra de la campaña por la liberación de Julian Assange señala enfáticamente que «LOS PERIODISTAS NO SON ESPÍAS.»
Quien más se moviliza para su liberación es su esposa, la abogada y activista sudafricana Stella Moris, quien tiene una relación con Julian desde hace diez años, en que éste se encontraba en la embajada de Ecuador, están casados y tuvieron dos hijos varones durante ese período, pero tras su traslado a Inglaterra las visitas resultan mucho mas difíciles.
A pesar de todo, un grupo de periodistas y hakers, continúan trabajando en Wikileaks y de tanto en tanto hacen pública alguna noticia relevante.
En una de sus conferencias matutinas, el presidente de México, Andrés López Obrador se ofreció para darle asilo político.
Con motivo de la coronación del rey Carlos de Inglaterra, el presidente Luis Inacio «Lula» Da Silva asistió al acto protocolar, en el mismo país donde se encuentra recluido el fundador de Wikileaks, desde allí, en una entrevista a un medio brasileño y trasmitida al mundo, pidió a la prensa «UNA CAMPAÑA MUNDIAL» por la libertad del periodista, de quien aseguró que está preso por denunciar «las trampas de un estado». Me parece una vergüenza que un periodista que desveló las trampas de un estado contra otros esté condenado a morir en la cárcel y que nadie haga nada por su libertad. Pidió perdón por haber olvidado tratar el asunto en su entrevista con el primer ministro de defensa británico, Rishi Sunak, y agregó, «sólo denunció que había un estado que espiaba a otros y a eso lo transformaron en un crimen.
INACEPTABLE Y TRISTE.