El patio trasero

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Por Griselda leal Rovira

Desde mediados del siglo XIX los gobiernos de Estados Unidos han considerado al resto de América como su “patio trasero”, y como tal lo han venido tratando con bastante éxito hasta el presente, es decir con total desprecio y en lo posible explotando sus riquezas.

La historia de los saqueos es muy larga y comprende la explotación de las repúblicas bananeras en Centroamérica, con empresas que contrataban trabajadores en un régimen de semi esclavitud apañados por gobiernos serviles, en muchos casos dictatoriales, con golpes de estado permanentes, con familias viviendo en la miseria y miles de muertos producto de enfrentamientos en intentos de rebelión.

Los países más cercanos han sido los que han llevado la peor parte, como ejemplo México adonde se popularizó la frase “pobrecito México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Además de haberles quitado gran parte de su territorio, han manipulado a la mayoría de los gobiernos y en cuanto asumió uno con un intento independentista no dudaron en desplegar toda su estrategia para derrocarlo, hoy el presidente López Obrador hace lo posible para enfrentar al gigante y defender lo que le pertenece a su pueblo.

Lo mismo ha sucedido con los países Centroamericanos, la lista es interminable de dictadores, derrocamientos, rebeliones, baños de sangre y explotación de parte de los distintos gobiernos de Estados Unidos hacia la región.

Un capítulo aparte es Cuba que hace más de 60 años soporta el bloqueo y el acoso de su vecino cercano, hoy como ayer con grandes dificultades para dar una vida digna a su población.

Por mucho tiempo el Cono Sur fue evitando tanto saqueo tal vez por estar más alejado y por tener una población mayoritariamente formada por descendientes de europeos, pero a mediados del siglo pasado empezó a gestarse el plan Cóndor, cuyo cerebro se centraba en los grandes poderes mundiales con poderosos apátridas reunidos a puertas cerradas y el brazo ejecutor fue la CIA o Centro de Inteligencia de los Estados Unidos, organización que forma parte del gobierno de aquel país.

El plan Cóndor es parte de la historia relativamente reciente y afectó primero a Brasil y Paraguay con gobiernos serviles y luego con enorme virulencia en Chile, Argentina y Uruguay.

Si bien en nuestro país se suele hablar de un enfrentamiento entre militares y guerrilleros, no debemos olvidar que detrás de los militares golpistas y sus aliados civiles estaba la CIA asesorando, adiestrando y manipulando. Hasta el día de hoy nuestra sociedad está sufriendo las consecuencias de lo que fueron esos años de terror en los que hubo personas torturadas, violadas, asesinadas y desaparecidas. Fueron cientos de compatriotas en especial jóvenes, trabajadores y estudiantes.

Pero esta no ha sido la única forma de penetración.

La deuda externa impuesta a los gobiernos, sobre todo a los de facto, a través de bancos, en especial el Fondo Monetario Internacional con préstamos que contenían cartas intención, o sea condicionamientos en los que se incluía la recomendación de bajar los salarios de los trabajadores y la privatización de los servicios públicos, ha sido la manera en que aún estamos viendo en particular en la república Argentina con una deuda de más de 40.000 millones de dólares contraída por un gobierno de ultraderecha que el pueblo debe pagar en un lapso de cien años. Al Fondo Monetario no le interesa que los países salden la deuda, el negocio está en que paguen los intereses indefinidamente y si no lo hacen deben entregar parte de su patrimonio, por ejemplo, la tan codiciada Patagonia con riquezas inexplotadas y cercana a la Antártida que aún esconde grandes valores debajo de los hielos.

Los grandes Medios de Comunicación con cadenas internacionales cuyos dueños son señores poderosos que también tienen acciones en empresas multinacionales como la de fabricación de armas, medicamentos, alimentos, tecnología etc., manipulan a la población difundiendo las noticias que les interesa hasta el cansancio y ocultando las que los pueden perjudicar, es una manera de dominio a través de las ideas que adormecen y convierten individuos sumisos y carentes de conciencia crítica.

Otro propósito ha sido introducirnos un modelo de sociedad a su conveniencia, cosa que en buena medida lo han logrado.

Una estrategia es la de ofrecer «becas a profesionales» para perfeccionarse en el país del norte, algunos de los cuales vuelven a su tierra con otra mentalidad, y los que quedan son aprovechados, siendo que se formaron en su país de origen quien costeó sus estudios con dinero del pueblo.

Por otra parte la acumulación de riquezas, en parte debido a saqueos en ocasiones muy bien disfrazados con engaños, hizo que el país del norte deslumbrara con su visión de lugar maravilloso a través del cine, la música y la exhibición de una vida suntuosa, lo que llevó a que millones de migrantes de todo el mundo y en especial de Latinoamérica ingresaran de la forma que fuera posible, desafiando inclusive la muerte y escapando de una realidad de miseria y violencia en sus países de origen, para realizar las tareas más humildes que los norteamericanos no deseaban hacer.

La droga no es casualidad, históricamente ya hubo antecedentes de países derrotados por el consumo de estupefacientes y si bien ahora nos señalan a los narcotraficantes como los peores de la película, poco se sabe que detrás de ellos no sólo hay poderosos de guante blanco que se benefician económicamente, sino que además es una estrategia para debilitar gobiernos.

Por otra parte, agregada a la droga está la violencia. Todos los días  permanentemente en las noticias tenemos presente la locura de nuestra sociedad por parte de personas de todas las edades, especialmente jóvenes, que asaltan, atacan y asesinan personas inocentes, pero hay otra razón mas oculta, además de la droga es el veneno que desde hace décadas se viene infiltrando a través de la pantalla de televisión, las películas basura y los video-juego con actos de violencia, las armas de fuego y la muerte, quienes consumen esto, son principalmente los jóvenes y en gran medida los de contexto crítico, quienes han ido elaborando en su mente esta modalidad, que combinada con el machismo,  que si bien parte de la sociedad está condenando, aún está muy arraigado sobre todo en algunos hombres que no aceptan que la mujer sea independiente.

Pero el movimiento feminista, con sus luces y sus sombras está avanzando aceleradamente para contrarrestar algunos de los males que nos afectan.

Ante lo dicho, es evidente que tenemos un cóctel casi diría que satánico de dominación y de imponer cierta cultura del consumismo, la frivolidad, la violencia y la falta de valores.

Un capítulo ha sido la ofensiva contra Venezuela, que más allá del concepto que cada uno tenga acerca del gobierno encabezado por Nicolás Maduro, lo cierto es que fue democráticamente electo y ante el cual apareció un autoproclamado “presidente” Juan Guaidó en un principio con apoyo de muchos gobiernos sumisos, hoy convertido en un cadáver político y acusado de estafador.

Ellos siguen pensando en aquello de “América para los americanos”, considerándose dueños hasta del nombre de nuestro continente.

Históricamente todos los imperios han tenido su crecimiento, su apogeo y su caída, Estados Unidos, con ser el más grande y poderoso de la historia hasta ahora conocida, no puede ser la excepción, pero es evidente que el retroceso está siendo lento y aún puede hacer mucho daño, en la medida que otros países emergen como potencias y lo esperable es que el mundo sea multipolar para que la historia no se repita.

Hoy América Latina está girando nuevamente hacia una izquierda o progresismo, con mucho esfuerzo, con mucha lucha, con pérdida de vidas en algunos casos, ya no tenemos grandes enfrentamientos armados pero nos enfrentamos una nueva estrategia: la (in) JUSTICIA, manipulada por la derecha que ya condenó a Lula, a Dilma, a Evo, a Zelaya, a Correa, a Glass y ahora va por Cristina, pero los pueblos van despertando de a poco y el Uruguay no está dormido, tal vez nos haya tocado un retroceso para volver a juntar fuerzas y corregir los errores pasados.

La historia se escribe todos los días, es muy difícil augurar un futuro, pero es evidente que tenemos todavía un largo camino por recorrer y no podemos flaquear, América Latina y el Caribe se deben fortalecer para formar un bloque que no permita una nueva dominación.

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