Por Graciela García
Noche del 26 de Junio
Desde hacía muchos años existían amenazas de Golpe de Estado por parte de los Militares. Sabíamos que había sectores Políticos y Militares que instigaban y pedían un Golpe, desde los años 60’ y durante el Gobierno de Pacheco Areco, en la medida en que se agudizaban las contradicciones y los enfrentamientos.
Esa noche, regresando en un ómnibus desde el Centro hacia la Teja, recuerdo el clima previo, observando camiones militares y tanques desplegándose por distintas calles de la ciudad, rumbo al Palacio Legislativo.
El 27 de junio, luego de una Sesión borrascosa desde la noche del 26 y hasta la madrugada del 27, el presidente Juan María Bordaberry disuelve las Cámaras de Senado y Diputados, creando un Consejo de Estado que restringía la libertad de pensamiento y facultaba a las Fuerzas Armadas y Policiales a asegurar el funcionamiento de los Servicios Públicos.
Huega General
Temprano en la mañana, al llegar a la Facultad de Agronomía, ya se vivía con preocupación la consumación del Golpe de Estado. Esperamos la resolución de la CNT, que estaba reunida desde la madrugada, para resolver la declaración de Huelga General y Resistencia al Golpe.
Una vez resuelta y declarada la Huelga General, se comienzan a ocupar los centros de trabajo. La FEUU se plega, por lo que comienzan a ser ocupadas todas las Facultades.
Durante los 15 días de Huelga General, las Facultades ocupadas pasaron a formar parte de la Resistencia y de las Movilizaciones Populares, junto a los trabajadores en sus lugares de trabajo, desplegando la lucha a nivel territorial. Eran zonas liberadas, ya que las Fuerzas Represivas no podían ingresar a los terrenos de la Universidad debido a la Autonomía Universitaria.
La Facultad de Agronomía, por su ubicación geográfica, inserta en una zona de barrios populares e industrias y talleres donde se nucleaban trabajadores, pasa a ser un núcleo de coordinación y movilización de varios Centros de Estudio de la zona norte (abarcando desde Avenida Garzón hasta Propios, Millán y Raffo, los barrios Sayago, Colón y Conciliación). Se coordinaba con trabajadores de Fábricas ocupadas como la Fábrica de Portland, la Aceitera COUSA, y otros lugares de trabajo de toda esa populosa zona de Montevideo.
En los terrenos de la Facultad se reunían gremios de estudiantes y docentes de Magisterio, estudiantes del Liceo Bauzá, del Liceo Colón y del Liceo de Sayago, así como Agrupaciones de Frenteamplistas de los Comités de Base, de los barrios de la amplia zona norte de Montevideo.
La ocupación de la Facultad también contó con gran solidaridad y apoyo del barrio, los vecinos y comercios de la zona -así como los gremios con los que coordinábamos- donaban alimentos para que pudiéramos mantener la resistencia.
La Asociación de Estudiantes de Agronomía (AEA), junto con la Asociación de Funcionarios y Docentes de Agronomía, ocupaban y coordinaban con los demás gremios: las Barriadas; la elaboración de volantes, folletos informativos y de denuncia del Golpe Militar, volantes que eran utilizados en las Movilizaciones Relámpago; cortes de calles y barricadas que se realizaban en Paso Molino, Sayago y Colón, llegando hasta Millan y Raffo, y cercanías de Propios y aledaños.
Grandes zonas de Montevideo estaban totalmente cerradas con corte de rutas y barricadas. Por ejemplo, del Paso Molino hacia La Teja o el Cerro no había ómnibus, había que caminar mayoritariamente o andar en vehículos particulares, bicicletas, etc.
Estaba todo desierto, comercios cerrados, pocos vehículos particulares y sí muchos vehículos militares andando de un lugar a otro, reprimiendo concentraciones, desocupando fábricas (que se volvían a ocupar a las pocas horas), cuidando lugares estratégicos o edificios públicos.
9 de Julio de 1973
Todos los Gremios de la FEUU participaron de la Movilización del 9 de julio, “a las 5 de la Tarde”, por la Avenida 18 de Julio. La respuesta a la multitudinaria Movilización fue una tremenda represión con carros de agua o guanacos, tanquetas, chanchitas, palos y balaceras. Muchos enfrentaron a los carros y caballos, algunos se subieron a las tanquetas y siguieron peleando, miles fueron detenidos, como el General Seregni y otros compañeros dirigentes. Tiramos piedras, hubo enfrentamientos, y muchos seguían subidos a las tanquetas y los golpeaban, nos apalearon, nos corrieron con caballos y con carros lanza aguas. Imposibilitados de continuar la movilización, recuerdo que miles corrimos por calles desiertas y regresamos a los lugares de ocupación.
Luego, al levantarse la Huelga General, por acuerdo de diferentes gremios y corrientes sindicales y estudiantiles, y a pesar del sentimiento de derrota imperante en los sectores populares, la Resistencia y movilizaciones continuaron de otras formas.
La masiva Huelga General, las ocupaciones de lugares de trabajo en todo el país durante 15 días, demostró el gran repudio y rechazo de gran parte de la población contra la naciente Dictadura Cívico Militar.
En el caso de los gremios y agrupaciones estudiantiles se pasó a una militancia más clandestina y conspirativa, tratando de mantener la denuncia y la movilización en los diferentes barrios y ciudades. Yo fui detenida con otros estudiantes en setiembre de 1973, luego de realizar cortes y barricadas en Avenidas de Montevideo.
La Universidad y todas las Facultades fueron intervenidas, en octubre de 1973, posteriormente a un incidente provocado con explosión en la Facultad de Ingeniería.
Durante los años de Dictadura fue muy difícil mantener el funcionamiento y seguir estudiando en las diferentes Facultades, a causa de la renuncia masiva de Docentes, la censura y persecución a docentes y estudiantes, terminando muchos en cárceles y exilio, cuando no asesinados o desaparecidos.
Hoy, a 50 Años de esos días de Lucha y Resistencia, siento que fue un orgullo inmenso formar parte de esa Gesta Histórica de nuestro Pueblo, desde otra trinchera de lucha, como fueron las Facultades, juntos a los estudiantes magisteriales, liceales y universitarios, manifestando también el repudio a la Dictadura y al Terrorismo de Estado que pretendían instaurar.