Por Colectivo Mate Amargo (*)
En el marco de los 50 años del Golpe de Estado, de las distintas iniciativas que buscan mantener viva la memoria de esos terribles acontecimientos para que -como sociedad- jamás volvamos a repetirlos y de los innumerables testimonios que brotan, Mate Amargo conversó con el Edil Departamental de Montevideo Eduardo Luzardo, integrante de la Comisión de Derechos Humanos
Mate Amargo – ¿A qué edad empezaste a militar?
Eduardo Luzardo – Desde muy joven, en marzo de 1970, me dediqué a la militancia a nivel de Secundaria en el Liceo Nº17 y a nivel político en el Cerrito de la Victoria. Soy prácticamente de los más jóvenes de esa generación, imagínense que tenía 14 o 15 años. Mi padre era colorado y mi madre blanca. Me comprometí en la militancia de esa generación, fundamentalmente, porque esa generación luchaba por sus ideales.
MA – ¿Toda esa generación luchaba por los mismos ideales?
EL – No, también estaba la Juventud Uruguay de Pie, la JUP. Una agrupación de ultraderecha que entraba armada a los liceos para aterrorizar a los estudiantes, mientras el patrullero policial estaba en la esquina cuidando que no les pasara nada.
MA – ¿En dónde te encontró el 27 de junio de 1973?
EL – Ese día, en el Cerrito se daban dos acontecimientos importantes. Por un lado, en el Cine Grand Prix, por San Martín, había un acto de Ferreira Aldunate. De ahí fue al Palacio, la noche en que se da el Golpe de Estado, para hacer su memorable discurso. Por otro lado, en el Cine Flores, por General Flores, había un acto de un grupo del Frente Amplio: la Corriente Nacionalista Popular y Revolucionaria, compuesta por el 26 de marzo (uno de cuyos dirigentes era Mario Benedetti), Enrique Erro, Zelmar Michelini y Alba Roballo. Es preciso recordar que en los días anteriores, en las afueras del Palacio Legislativo, hubo campamentos de estudiantes y trabajadores para que no tocaran a Erro, a quien le querían sacar los fueros. La mañana del 27, un compañero y yo -siendo prácticamente menores- fuimos a poner una cartelera en la esquina de General Flores e Industria, frente al Cine Flores, para convocar al acto. Allí nos para un “camello”, una de esas camionetas del Ejército, nos hacen subir con los carteles y nos llevan a la Iglesia del Cerrito, nos hacen tirar los carteles en un baldío y después nos sueltan. Esa noche, en el Cine Flores -prácticamente lleno y con Tabaré Etcheverry cantando en ese momento-, nos avisan que se había dado el Golpe de Estado. El cine quedó vacío en 5 minutos, al otro día comienza la Huelga General.
MA – ¿Qué recordás de la Huelga?
EL – No había locomoción, las líneas de ómnibus eran de CUTCSA y AMDET, AMDET era del Estado y sus talleres -en San Martín- estaban ocupados. Los fábricas estaban ocupadas, se desocupaban militarmente pero los trabajadores volvían a ocuparlas una vez que los militares se retiraban. Por la televisión, las empresas daban mensajes convocando a los trabajadores a trabajar, pero nadie iba. La Huelga fue rotunda.
MA – ¿Y del 9 de julio?
EL – Tanto por 18 de julio como por las calles transversales, la gente caminaba, se sabía que a las 5 de la tarde se iba a copar 18 de julio. El Ejército también lo sabía y los jeeps estaban preparados, con ametralladoras de pie montadas. A las cinco de la tarde, miles de compatriotas empiezan a cantar el himno, en 18 de julio, y cuando llegan a la parte de “tiranos temblad”, el Ejército abre fuego con las ametralladoras. Aparecen también los carros lanza agua, recuerdo que un compañero que había ido conmigo se subió a uno e intentó tapar el chorro…cosas heroicas de los integrantes de esa manifestación. Hubo cientos de heridos y detenidos, entre ellos, Líber Seregni y el General Licandro. Que yo recuerde, fue la represión más grande que haya habido contra un pueblo desarmado en la historia del Uruguay.
MA – ¿Algo que te haya quedado en el tintero?
EL – Una de las cosas que me gustaría recalcar, una síntesis se podría decir, que a partir de la Huelga General y de la heroica resistencia del 9 de julio, la Dictadura nació herida. La Dictadura nació herida de muerte, porque la resistencia siguió. El 1º de mayo del 74’ se organizó una movilización por 8 de octubre, porque los actos estaban prohibidos, esa movilización fue reprimida con helicópteros. Un año después del Golpe, la resistencia masiva también se produjo. Ya sobre finales de la Dictadura, pero todavía en clandestinidad, con un grupo de compañeros en el Cerrito organizamos la Coordinadora Ñ del Frente Amplion y fundamos el Comité Juan Povaschuk…Coordinadora y Comité que siguen activos al día de hoy.
MA – Gracias por tu testimonio Eduardo
EL – Gracias por el espacio. Son experiencias personales que nunca planteé de forma pública y que me parecía importante, en el marco de los 50 años, poder compartirlas.
MA – Por supuesto
(*) Colectivo Mate Amargo está integrado por las y los compañeros que construimos a diario este medio de comunicación alternativo.