Nicolás Viera Díaz(*)
El Presidente de la República nos ha ilustrado con frases célebres como “El fruto no cae lejos del árbol” aludiendo a la similitud entre su padre y él. Y eso es tan así que también ha tomado el modelo de recorte, ajuste y retroceso que aplicó Luis Alberto Lacalle Herrera en los años ´90 y que intentó aplicar cuando quiso ser reelecto Presidente en 2009 al mencionar la “motosierra al gasto social”.
El gobierno de Lacalle hijo viene recargado, y me hace acordar al joven “manos de tijeras”, porque lo único que propone este gobierno es reducción de la inversión social, en muchos casos beneficiando a fuertes sectores empresariales del Uruguay.
En Colonia, como en el país, la ciudadanía es rehén de políticas de gobierno que limitan el desarrollo, profundizan la brecha de desigualdad y empeoran la calidad de vida de nuestra gente.
Lo vemos en temas salud. Hay carencias de todo tipo, principalmente de especialistas como pediatras que en pleno pico del virus que impacta en niños no se ha podido contar con guardia las 24 horas.
Los block quirúrgicos de Rosario y Juan Lacaze siguen cerrados (a pesar de los anuncios de apertura) lo cual implica que el principal beneficiario de las cirugías que ASSE no puede hacer sea el Círculo Católico, al igual que los partos que también se privatizan en el mismo prestador.
En el año 2020, el Dr. Leonardo Cipriani (Presidente de ASSE) “confirmó que este año comenzarán las obras para la instalación de un Tomógrafo en el Hospital de Colonia”; es agosto de 2023 y todavía seguimos esperando el tomógrafo.
En materia de educación, la situación es igual de incierta. Faltan recursos para invertir en infraestructura. La ciudad de Colonia del Sacramento requiere la construcción de un tercer liceo y la atención urgente a la infraestructura actual del Liceo Departamental. También se requieren obras de expansión en otros centros educativos, como es el caso del Liceo de Rosario.
Necesitamos que la Universidad de la República se instale con todo su poderío, para lo cual estamos exigiendo la inversión de recursos que permitan un desarrollo fuerte y genuino del nuevo Centro Regional Suroeste que comenzará a funcionar en 2023. En ese sentido, la Rendición de Cuentas 2022 que se discute en el Parlamento otorga cero peso ($0) incrementales para UdelaR, lo que condiciona seriamente la expansión universitaria.
¡Y qué decir de la tan mentada “transformación educativa”! En la Rendición de Cuentas los recursos para implementar la reforma no aparecen, mientras el país se estanca en materia educativa.
Si pensamos en la seguridad de Colonia, la situación es aún más dramática. Van siete meses de 2023 y ya se duplicó el número de asesinatos comparados con todo el año 2022. Las denuncias de rapiñas, hurtos y violencia doméstica también crecen, al tiempo que la ciudadanía se organiza y reclama de manera pacífica y civilizada por las obligaciones que el gobierno tiene de cuidar su seguridad. Se requiere de mayor y mejor inversión en recursos humanos; el Jefe de Policía de Colonia ha reconocido en los últimos días que la falta de personal impacta sobre el trabajo que la policía debe realizar.
Hace unas semanas, el Ministro Luis Alberto Heber visitó la zona y prometió la instalación de cámaras de video vigilancia. No llegaron. Vemos a los alcaldes hacer vaquitas para comprar las cámaras. Así de seria es la política del gobierno.
Si pensamos en el trabajo, claramente el accionar del gobierno se limita a mostrar gráficas y lindos números que le cierran solo al gobierno porque la gente queda afuera. Ponen como incremento de puesto laborales a los jornales solidarios que resuelven un ingreso mínimo, circunstancial, momentáneo y mal remunerado para un número limitado de personas que, lejos de mejorar su calidad de vida, los condena al inmediatismo.
Pero además, hay situaciones puntuales que por ahora no se están atendiendo, o no se están abordando de la mejor manera. Colonia tiene a dos de sus principales fuentes laborales con serias complejidades de viabilidad. CALCAR con su planta de Carmelo cerrada y con la posibilidad de dejar sin trabajo a 90 personas y el Frigorífico Rosario con problemas financieros, sin funcionar y sus trabajadores sin la cobertura de seguro de paro.
Para todos estos problemas se requieren soluciones estables y permanentes. Resolver las situaciones cuando se tiene el problema instalado es como ponerle una curita a un enfermo terminal.
Hemos extendido la mano para ayudar cuantas veces pudimos, y lo seguiremos haciendo; el problema radica en que desde el gobierno se observa desde donde llega el planteo para desacreditarlo en lugar de construir verdaderas políticas de Estado que nos liberen del mezquino rédito electoral.
Llegaron al gobierno prometiendo hacerse cargo. Van tres años y solo escuchamos escusas.
(*) Nicolás Viera Díaz es maestro, militante político y social, Representante Nacional por el Departamento de Colonia (609/MPP – Frente Amplio)