Vasapollo: se mueve aquí el choque entre el Imperio en crisis
y el Sur pluripolar que avanza.
Por Aurelio Tarquini
“El futuro de la humanidad se juega en gran medida en África”. El profesor está convencido de ello. Luciano Vasapollo, decano de economía de la Universidad La Sapienza de Roma y miembro del secretariado internacional de REDH, además de gerente de la Red Comunista y uno de los inspiradores de esta revista en línea. “La reunión de los BRICS que decidió unir a los nuevos países de Egipto y Etiopía – explica el profesor en conversación con FarodiRoma – demuestra que la pluripolaridad en África es hoy algo real, como una oposición concreta a los polos imperialistas: el de Estados Unidos y el de la Unión Europea, que entre otras cosas en el continente no tienen intereses convergentes sino divergentes, y en lo único en lo que todos están de acuerdo, como vemos en la situación de Níger, es en que debe predominar el mundo unipolar, el centrismo del norte, frente al multipolar y multipopular. Entre ellos, de hecho, hay varias competencias interimperialistas”.
Según Vasapollo, “Una cuestión fundamental que debemos resaltar inmediatamente es que esta ampliación de los BRICS se ha hecho en clave geopolítica, como también lo pone de relieve el nombre ‘BRICS plus’. Pero sobre todo es testigo de la redención de pueblos esclavizados y oprimidos durante siglos y que siguen siendo saqueados y explotados por Occidente a través de las multinacionales y también de la presencia de ejércitos, como el francés en Níger, que deberían garantizar (pero no lo logran ni a nivel militar ni a nivel político de convicción) la aceptación pasiva de políticas destinadas a enriquecer a las elites locales y favorecer a los países extranjeros en detrimento de las poblaciones africanas”.
“Está en marcha una lucha contra el imperialismo y contra el colonialismo – subraya el estudioso y asesor económico histórico de los gobiernos de La Habana y Caracas – y, incluso con diferentes regímenes políticos en las diferentes realidades involucradas, vemos que trae un resultado económico fuerte a favor. del Sur del mundo, porque ahora la suma de los países BRICS plus destaca una porción muy importante (que se está convirtiendo en mayoritaria) de la población y del PIB mundial, y además de esto obviamente emerge una clara supremacía en materia de hidrocarburos y materias primas en general. Un protagonismo que quedará aún más claro con la entrada de los demás países que han solicitado la entrada y ahora están esperando hacerlo: estamos hablando ciertamente de los países del Alba (Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia) pero también estamos hablando de el Congo, Indonesia y Filipinas. En definitiva, hablamos de grandes superficies en cuanto a extensión e importancia. El resultado es que África y el hemisferio sur pasan a ser centrales y un país que sufre como Etiopía se une a los Emiratos Árabes Unidos, que tienen indicadores económicos muy diferentes”.
“Precisamente esto – observa el decano de economía de Sapienza que siguió los trabajos en Johannesburgo para FarodiRoma – evidentemente puso muy nervioso al norcentrismo, porque al permitir la entrada a Etiopía y Egipto, que son dos países, penalizaron fuertemente su nivel de inflación, como es el caso Argentina, indican que las inflaciones especulativas que se inducen (como las de Cuba y Venezuela) se pueden superar porque es el propio imperialismo el que crea estas inflaciones erosionando el poder adquisitivo de los salarios y esto endeuda más a los países, con ventaja para Occidente. de mayor dependencia del Norte. De hecho, la inflación especulativa no es inflación debida a un exceso de demanda ni a una caída de la oferta.”
“Más allá de la cuestión de los regímenes políticos, en mi opinión la presencia de Egipto y Etiopía es fundamental porque pueden representar – observa Vasapollo – una referencia central respecto de la hipótesis de la Tricontinental imaginada por el Che Guevara. Con África que empieza a dejar de ser tierra de nadie y ya no es una zona de libre colonización, sino que se convierte en la zona donde comienzan los procesos. En este sentido, el significado de la presencia de Etiopía y Egipto es fuertemente “geopolítico” y anticipa la entrada de otros países africanos, en particular el Congo, que se encuentran entre los que piden entrar”. En particular, recuerda Vasapollo, “el Congo es una gran potencia económica con recursos increíbles y, junto con Venezuela, posee la mayor parte de la riqueza mineral, incluido obviamente el coltán: recursos fundamentales para el desarrollo tecnológico”.
En Níger, continúa el profesor, “No se juega el juego de un solo país, aunque sea importante, sino que hay una rebelión anticolonizadora y antifrancesa que puede extenderse por toda África y esto lleva a un choque de interpretaciones porque aparentemente tanto Francia como Estados Unidos están juntos para mantener la colonización de África, pero luego tienen posiciones diferentes. Por ejemplo, Francia en Níger presiona fuertemente para una intervención militar mientras que Estados Unidos desearía una vía diplomática, y esto pone de manifiesto una contradicción, es decir, que Estados Unidos se retira de una aventura militar que sería extremadamente arriesgado”.
Según Vasapollo, “De este modo vemos que hay intereses divergentes, que en cualquier caso se remontan al imperialismo. Aunque la verdadera novedad es que el pueblo está del lado de la nueva junta que gobierna Níger, que ha tomado el poder en defensa de los derechos humanos de los migrantes que cruzan también el país. El partido occidental es contra la Unión Africana. Los americanos y los franceses pensaban que después de haber matado bárbaramente a Gadafi, que era uno de los artífices más esperados de la perspectiva de la unidad africana, dominarían toda África durante muchas décadas, pero esto no ha sucedido y África está en ebullición. rebelión que hace del continente un punto de referencia para el Sur global, porque de ello depende el multicentrismo y el destino tanto de los recursos energéticos como de los equilibrios internacionales, el llamado destino geopolítico del proceso de descolonización pero también del choque entre el Norte y el Sur”.
En este sentido, Vasapollo señala que “También es necesario recuperar cierta terminología: a menudo uno tiene miedo de utilizar términos que de manera inadecuada y provocadora se aproprio la derecha, como soberanía, la autodeterminación, la organización autogestionada de los trabajadores, la independencia del estado de la dominación extranjera y el imperialismo. Pero en Gramsci esta herencia de ideas y terminología es importante como revolucionario, como comunista, cuando defiende a quienes son explotados por el americanismo: la subjetividad de clase revolucionaria sabe derivar la soberanía nacional de la soberanía popular, de la soberanía de clase”. “Marx – recuerda Vasapollo – habla del subdesarrollo como una consecuencia inevitable de la dinámica de la economía capitalista mundial y de sus contradicciones internas. El único camino viable para la emancipación de la periferia resulta entonces ser la lucha revolucionaria contra las fuerzas entonces colonialistas que hoy llamaríamos el conflicto imperialista”.
Para Vasapollo, “El pensamiento marxista fue importante para comprender el subdesarrollo pero es limitante mirar sólo a Marx porque analiza la sociedad de su tiempo refiriéndose a tres países, Alemania, Francia e Inglaterra. Pero hoy el imperialismo se diferencia del colonialismo por la dimensión espacial. Hoy deberíamos decir que los tiempos de la explotación, que no lograban ubicar a Marx en la dimensión actual geoeconómico-político, pasan por la variable de los desplazamientos de localización de la explotación en el espacio y no sólo en la entidad temporal”.
Y aquí Vasapollo cita al gran físico Carlo Rovelli para quien “La noción común de tiempo no corresponde a los resultados de la física de los últimos cien años. No existe un gran reloj que marque el tiempo en el universo.”
“Necesitamos hablar de las estructuras que desvinculan el Norte del Sur – continúa el profesor -. Por lo tanto, creo que debe haber una especificidad de las luchas de liberación de los suburbios en las separaciones con los espacios del Sud Liberato. Intelectuales mayores que nosotros como Oseas Jaffe y David Harvey se han centrado en este tema y analizan el sistema mundial desde el punto de vista no del tiempo sino de la geografía mundial. ¿Y eso qué quiere decir? Significa que debemos ser capaces de desarrollar una nueva teoría”.
“Lamentablemente el fordismo no ha terminado pero se ha deslocalizado, el Estado-nación ha regresado”. Y es necesario volver a la conciencia de los años 1970, “cuando la crisis industrial del fordismo redujo el control imperialista sobre las periferias e incluso canalizó hacia ellas una parte del capital financiero global”.
Sin embargo, la evolución posterior fue muy negativa en los años 1980 y 1990, cuando la crisis de la deuda reforzó “el control externo sobre las economías de estos continentes, y aunque la expansión financiera de principios de siglo permitió una cierta mejora de los precios de exportación y, En consecuencia, el valor agregado per cápita, el estancamiento posterior a la Gran Recesión se traduce en un estancamiento en África y una recesión general en América Latina. En esta evolución, la crisis de la deuda latinoamericana puede interpretarse como una crisis de reorganización central de las relaciones entre el centro y la periferia. El dinamismo de América Latina disminuye constantemente, a tal punto que hoy el PIB por habitante de todo el continente representa apenas el 20% del PIB por habitante de los países desarrollados. Se han perdido más de cinco puntos y África sigue estando peor: a finales de los años 1970 iba camino del 10% y a finales de los años 1920 rondaba el 5% del PIB per cápita de los centros capitalistas”.
Pero ahora, por fin, gracias a los BRICS, concluye Vasapollo, “los juegos se reabren”.
(tomado de ForodiRoma 6/9/2023)