Por EconomiaPolitica.uy (*)
Gabriela Cultelli (**)
En los últimos años, concretamente desde que este gobierno de coalición derechista asumió el gobierno, ser niño o niña en Uruguay puede ser, no solo peligroso (en referencia clara a los actos delictivos de Penades y de todos los que de una manera u otra lo encubrieron a sabiendas o no de sus crímenes), sino también motivo de vulnerabilidad ante la pobreza.
No son números, son NIÑAS, NIÑOS y ADOLESCENTES
Los datos rompen en nuestras caras. Desde el mismo Instituto Nacional de Estadísticas surge que 1 de cada 6 güirises/as entre 0 y 5 años (o lo que es lo mismo decir, menores de 6 años) es pobre. Nos referimos a un 20% de la población infantil en esas edades. Nos referimos a la infantilización de la pobreza que pega y pega en esa primera etapa de vida. Nos referimos a más de 56 mil niñas y niños pequeños.
La siguiente franja etaria, de 6 a 12 años, suma un 19,4%, casi 63 mil niñas y niños en situación de pobreza.
Si sumamos ambas franjas, tenemos en Uruguay casi 119 niñes en esa situación, un 20% del total de la población en esas edades.
Los adolescentes entre 13 y 17 años, también menores de edad, que viven en condiciones de pobreza son el 18.3% de esa población, o sea, más de 43 mil jóvenes.
En total de 0 a 17 años, en condiciones de pobreza, viven más de 162 mil niños, niñas y jóvenes, el 19.6% de la población en esas edades.
Es que entre 0 y 12 años se concentra la tercera parte de la población pobre (32%), y entre 0 y 17 años el 44% de esa población.
La pobreza infantil entre 2019 y 2023 creció en la primera franja de niñas y niños menores de 6 años. En esa franja de edades aumentó un 25,9%, o sea se sumaron 11,5 mil niños y niñas entre 0 y 5 años a la pobreza, comprometiendo el futuro inmediato.
Asimismo, la pobreza también creció en jóvenes entre 13 y 17 años, 6,3 mil jóvenes pobres más, 17.2% más en 2023 en comparación con 2019.
Pero la riqueza creció en iguales años
En el año 2022 se había recuperado la caída del PBI ocurrida en la crisis de la pandemia, pero el porcentaje de población infantil jamás volvió a los niveles anteriores y continuó creciendo en todas las franjas.
Lo expuesto viene atado a la baja salarial, al desempleo, a la precarización laboral de los padres y las madres que además, en este último caso, disminuyeron su participación en la PEA (población económicamente activa). A ello se le suma el deterioro de la enseñanza, de la salud pública y demás servicios del Estado.
No se trata de limosnas de última hora, que probablemente ni lleguen. A estas alturas, se trata de cambiar el gobierno.
(*) EconomiaPolitica.uy es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Politica, dirigido por el Mag. Hector Tajam.
(**) Gabriela Cultelli, Licenciada en Economía Política (Universidad de La Habana), Mag. en Historia Económica (UdelaR), escritora, columnista y co- Directora de Mate Amargo. Coordinadora del Capitulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH)
