Mate Amargo, continuando el homenaje al Che
y a los compañeros caídos en Pando:
Alfredo Cultelli, Jorge Salerno y Ricardo Zabalza,
en el acto del 13 de octubre pasado.
Palabras de Estefanía Díaz,
integrante del Comité Central del MLN-Tupamaros.
Compañeras y compañeros, un año más que nos convocamos para recordar a 4 revolucionarios: Alfredo Cultelli, Jorge Salerno, Ricardo Sabalza, compañeros caídos en Pando y al CHE.
Revolucionarios que entregaron sus vidas a una misma causa: el anhelo de cambiar la sociedad, por una más justa y solidaria.
Hoy, especialmente, quisiera reconocer a las compañeras. Jóvenes y estudiantes del 60′ y 70’, hoy madres o abuelas tupamaras, compañeras que sin vacilar fueron partícipes en el anhelo colectivo de pelear por un mundo mejor.
Contestatarias de lo cotidiano en aquella época, rupturistas frente a «lo normal» que la sociedad esperaba para éstas mujeres; se entregaron a la lucha colectiva, armada, dolorosa y clandestina.
Tomaron roles y tareas fundamentales, que son ejemplos para nuevas generaciones. Nos enseñaron otra forma posible de ser mujer, que en cada época y rincón del mundo es posible revolucionar los estereotipos de género. A nuestras tupamaras, ¡habrá patria para todas!
En aquellos tiempos el mundo cambiaba, se convulsionaba nuestra América Latina en todos los rincones… por un mundo mejor y una patria grande. En ese afán, se reaccionaba frente a la coyuntura de la época: dura represión del gobierno a las ocupaciones educativas y a los trabajadores, jóvenes estudiantes asesinados… movilizados por el boleto estudiantil y desarmados, ámbitos laborales militarizados y una sociedad clasificada en categorías que el aparato estatal realizaba sin temor. Allanamientos, tortura y muerte…Desapariciones, ¿dónde están? La verdad la queremos toda.
Compañeras y compañeros, estamos aquí reivindicando nuestro compromiso militante de tener una patria para todas y todos. Aquí estamos, levantando las banderas que hemos ido construyendo en este largo camino: nuestro accionar siempre en beneficio de nuestra gente.
Siempre han sido los valores tupamaros la voz de los más infelices, cómo decía Artigas, de los desposeídos, postergados y marginados, de estudiantes y trabajadores, del pueblo que no calla injusticias, robos ni atropellos.
Como izquierda tenemos la obligación, para y por nuestro pueblo, de volver a gobernar. Un sin fin de hechos ilícitos de este gobierno escandalizan la imagen y reputación de nuestro país.
Lo decíamos desde el principio, esta coalición venía a barrer con su brazo todas las conquistas de nuestros gobiernos frenteamplistas. Generamos los mecanismos para hacer frente a esta embestida baguala, pero el accionar sin escrúpulos de este gobierno no deja de sorprendernos.
Recorte, reajuste y enriquecimiento de unos pocos, era lo menos novedoso que tenían preparado. No nos cansamos de decirlo, este gobierno supo a qué vino y tomó todas las acciones para volver a viejas prácticas y recuperar los espacios de poder de los poderosos de siempre.
Un gobierno para los amigos y sus fieles colaboradores. Del otro lado, mucho pueblo con los mayores recortes en políticas económicas, sociales y culturales. Es verdad, la fruta cae cerca del árbol.
Tantos agujeros tiene este gobierno que la corrupción y la mafia se colaron en el aparato del Estado: cargamentos ilegales, pasaportes truchos, espionaje a referentes políticos, ñoquis y acomodados en todo el aparato estatal, venta sin escrúpulos de nuestro rico patrimonio y podríamos seguir, pero le dejamos algo para la compañera y los compañeros que siguen en la oratoria.
Condenamos y con todas nuestras entrañas, los delitos sexuales cómo el abuso de menores, explotación y violación por parte de un ex Senador herrerista, defensor de este gobierno. Años de violencia y abuso de poder hacia las víctimas no alcanzaron ni fueron suficientes, ya que fue agasajado por conferencias presidencialistas y ministeriales para la defensa de un amigo intachable, mientras corría una investigación extrajudicial paralela en los pasillos.
Este gobierno no fue inocente, ¡que nos deje de mentir! ¡Ellos lo sabían!
Indignación. Una palabra que cabe a los largo y a lo ancho de este pequeño país, tras este período de gobierno, un gobierno a espalda de la gente. Un gobierno con desidia y poco apego.
Pero ¡cuidado!, se equivocan quiénes piensan que la izquierda ya ganó las próximas elecciones, no seamos miopes, los hechos indefendibles de este gobierno no deben inmovilizarnos para alcanzar la máxima expresión en las urnas y lograr un nuevo gobierno progresista, con el respaldo de las grandes mayorías.
Ya dejamos en claro, y los acontecimientos públicos lo demuestran, las y los políticos no somos todos iguales.
La izquierda reflexionó y entendió porqué perdió las elecciones, supo analizar sus errores y respondió con un Frente Amplio movilizado en todo el país. Escuchó las voces de organizaciones sociales, culturales, comerciales, industriales y productivas en esos Diálogos por Uruguay y de puertas para adentro, confeccionó su borrador de programa de gobierno. Ahora un montón de militantes de izquierda discuten entre certezas y matices, cuál es la mejor propuesta que represente a nuestra gente.
Quienes votan están fuera de esos espacios, hay que salirle a esa conversa frontal con nuestra gente. No debemos permitir que las especulaciones electoralistas e individualistas nos generen resquemores internos que nos vuelvan a distanciar de la cercanía que hemos recuperado con nuestro pueblo.
Así como ya acompañamos, también tenemos que aprovechar esa gran sinergia popular que durante este período de gobierno ha dado sus batallas: ollas y merenderos solidarias hacia los más desprotegidos, organizaciones sindicales denunciando hechos ilícitos en nuestras empresas públicas, usuarios reclamando desatención y falta de medicamentos en la salud; estudiantes, familias y docentes luchando por una educación pública de calidad y sin recortes. Mientras que, en el ámbito privado, se da la pelea frente a despidos, pérdida salarial y flexibilización laboral en las diferentes ramas de actividad.
Nuestro compromiso y accionar militante, siempre dentro de esa gran alianza con nuestro pueblo.
Hoy y como siempre, el futuro le pertenece al pueblo.
¡Habrá patria para todas y todos!