Por Gabriela Cultelli (*)
En estos días no podemos dejar de pensar en Camila, su esposa, o en sus hijos mayores o la pequeñita que no conocimos pero que igual abrazamos. Es que una vez estuvimos en su lugar.
Dos años ya se cumplieron esta semana, el día 16, del segundo secuestro del diplomático venezolano Alex Saab. Porque su primer secuestro fue en Cabo Verde hace más de 3 años, y de allí el gobierno de los EEUU, autoproclamado ·juez y gendarme mundial”, lo secuestro para evitar que el nuevo presidente de Cabo Verde, quien iba a ser electo un día después de su extracción, lo liberara.
Los portavoces de la campaña “Free Alex Saab” señalan que “Hoy Alex Saab es un prisionero político de EEUU, víctima de tortura física, sociológica y judicial. Además de no permitírsele la atención médica, también se le violenta el debido proceso, por cuanto, a pesar de haberse presentado apelación ante el Circuito 11 de Georgia en diciembre de 2022, ya que la defensa insiste en que a Alex debe respetársele su inmunidad diplomática y por tanto no debe ser procesado, la fiscalía de EEUU ha pedido prorrogas sucesivas para responder y apenas dio su respuesta el 4 de octubre. Si todo sigue así, entonces la audiencia sobre la inmunidad seria, mínimo, para agosto de 2024.”
Su secuestro viola toda normativa internacional, y la discusión de su estatus de diplomático solo puede laudarla su gobierno. Es el gobierno de Venezuela, en actitud soberana, quien determina la calidad y el momento de tal envestidura en cualquiera de sus casos, como le corresponde a cualquier país soberano de este planeta. La violación de esa máxima, pone en entredicho la soberanía de todos y cada uno de los países que reconocemos el legitimo gobierno del hermano país bolivariano.
En el caso específico de Alex Saab, respetadas voces en el mundo, se han alzado además contra los atropellos de los que fue y es víctima en flagrante violación de los derechos humanos. El auto considerado “baluarte” de la democracia, está cometiendo atrocidades que pueden calificarse de terrorismo de Estado, por lo reiterado y mantenido de la violencia ejercida en este caso. En tal sentido se denuncia la violación a los derechos humanos de Alex Saab, a quien no le permiten la atención médica y su salud sigue deteriorándose.
El crimen de Alex Saab:
El recuerdo trae aquellas coplas de Violeta Parra en “La Carta”:
“Si acaso esto es un motivo
Presa también voy Sargento, si”
Desde el nombramiento de Alex Saab en abril de 2018 como enviado especial de la República Bolivariana de Venezuela, Alex Saab se dedicó a trabajar haciendo frente a las medidas de bloqueo económico que EEUU levantó contra su pueblo. Lógicamente eso molestó mucho al imperio en su soberbia omnipotente. Alimentos, medicinas, componentes para la producción de gasolina llegaron al país hermano por cuenta de gestiones hechas por este diplomático, en épocas de la pandemia del covid 19. Los informes de colectivo “Free Alex Saab” mencionado, cuentan que “Sólo en el 2020, Alex Saab logró la llegada a Venezuela de 16 aviones con repuestos para reactivar varias refinerías en Venezuela, así como la llegada de buques de gasolina desde Irán -mientras se reactivaban las refinerías que habían sido víctimas del bloqueo-, también aseguró el aterrizaje de decenas aviones con medicamentos de alto costo, así como la llegada de alimentos para más de cinco millones de familias cada mes, que equivalía a decenas de barcos y miles de contenedores.” ¿No es acaso otro acto de terrorismo por parte del Gobierno norteamericano el bloqueo económico contra el pueblo de Venezuela y atentar contra la libertad de quien ayudaba a romperlo?
Relatores y expertos de Naciones Unidas claman por su libertad y así lo han manifestado ante el gobierno de EEUU. “Los Relatores y expertos afirmaron que luego de una exhaustiva investigación observaron que las acusaciones contra Saab no son consideradas un delito internacional y que, por tanto, no debería haber sido objeto de un procedimiento extraterritorial o universal. Los relatores y expertos de las Naciones Unidas afirmaron ademas que ¨Las acciones contra Saab no sólo son violaciones de sus derechos humanos, como la libertad frente a la detención arbitraria, la presunción de inocencia y las garantías de un juicio justo, sino también supone la violación del derecho a un nivel de vida adecuado para millones de venezolanos, como resultado de la interrupción abrupta de su misión para la adquisición de bienes esenciales¨”.
Parece claro que, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos, Alex Saab debe ser liberado sin mayor demora.
(*) Gabriela Cultelli, Licenciada en Economía Política (Universidad de La Habana), Mag. en Historia Económica (UdelaR), escritora, columnista y co- Directora de Mate Amargo. Coordinadora del Capitulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH)
