Por Colectivo Histórico “Las Chirusas”(*)
“Mire la calle.
¿Cómo puede usted ser
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río”(**)
Parece ser el año de los números redondos este 2023, porque a los 50 años del Golpe de Estado cívico-militar se le suma los 40 años de aquella multitudinaria manifestación frente al Obelisco.
Un 27 de noviembre de 1983, más de 400.000 personas se congregaron “Todos juntos por libertad, trabajo y democracia”, para hacer valer la opción de la ciudadanía que hacía 3 años había decidido rechazar la propuesta de la Dictadura de modificar la Constitución y legitimarse.
El año 1983 estuvo marcado por el inicio del diálogo entre los partidos políticos habilitados y las Fuerzas Armadas, y la instalación de las convenciones del Partido Colorado, Partido Nacional y Unión Cívica. El Frente Amplio todavía seguía ilegalizado y Líber Seregni preso.
Las negociaciones políticas se fueron sucediendo -no sin engaños, talentos y bravuconadas- entre el gobierno militar y las autoridades de los partidos políticos, electas en las elecciones internas de noviembre de 1982, para buscar una salida negociada que desembocara en un retorno al sistema democrático y la plena vigencia de las instituciones republicanas.
En la primera reunión celebrada en mayo, las Fuerzas Armadas presentaron su documento base para la negociación política, que -prácticamente- contenía sus proposiciones presentadas en el plebiscito que perdieron en 1980. Entre otras cosas, exigían mantener el estado de subversión y la suspensión del habeas corpus, propuestas que fueron rechazadas por los delegados de los partidos políticos.
Las reuniones en el Parque Hotel continuaron sin avances, hasta que el 5 de julio los delegados políticos anunciaron la suspensión del diálogo ante las discrepancias insalvables y el clima de represión existente. Todavía habían dirigentes políticos proscritos, clausuras parciales o totales de la prensa opositora, encarcelamiento y tortura de militantes políticos, manifestaciones y protestas populares, centenares de presos políticos en cárceles y cuarteles, Wilson Ferreira Aldunate todavía se encontraba exiliado y requerido por la Justicia Militar.
Para agosto, colorados, blancos y cívicos constituyeron una alianza “Intersectorial” con el fin de coordinar la realización de movilizaciones y acciones de protesta en demanda de una apertura democrática. A ella se agregarían el Frente Amplio y algunas organizaciones sociales. Es esta alianza, “La Intersectorial” la que convocaría al Acto del Obelisco.
Previamente se había programado un acto público conjunto para el día 6 de agosto, pero las Fuerzas Armadas le negaron la autorización. El 8 de octubre los partidos políticos tradicionales emitieron una declaración conjunta en la que establecieron condiciones mínimas para reiniciar las conversaciones con las Fuerzas Armadas. Pasados los meses y al no registrarse respuesta desde el gobierno, fue que se propuso la realización de un gran acto conjunto para exigir la celebración de elecciones libres el último domingo del noviembre de 1984.
Se le conferiría la responsabilidad para la lectura de la proclama al actor Alberto Candeau, destacada figura de la Comedia Nacional.
En el estrado, bajo el cartel que rezaba «Por un Uruguay democrático sin exclusiones», unas 130 figuras del Partido Colorado, Partido Nacional, Unión Cívica y varios de los partidos integrantes del Frente Amplio, así como dirigentes sindicales y estudiantiles que abarcaban todo el espectro político y social, expresaban un nivel de unidad nunca antes alcanzado.
Las agencias internacionales estimaron la concurrencia, en Montevideo, en unas 400.000 personas. Pero las movilizaciones no se limitaron solo a la capital, llegando a juntarse más de 10.000 personas movilizadas en Salto, 3.000 en Artigas, 5.000 en Melo, 11.000 en Paysandú, 10.000 en Florida, 1.500 en Fray Bentos y 500 en Young.
Si el Plebiscito del 80’ fue el acto material que ponía una fecha cercana al fin de la Dictadura, el Acto del Obelisco fue el acto simbólico que aceleró el proceso para que 15 meses después Uruguay volviera a tener un Presidente electo democráticamente…o, lo más parecido a eso posible.
(*) Colectivo Histórico «Las Chirusas» está constituido por estudiantes y docentes, investigadores/as de historia.
(**) “Trece hombres que miran”, de Nicolás Guillén