Por EconomiaPolitica.uy (*)
Dibujo Prof. Adán Iglesias Toledo (**)
La presencia o no del estado fue uno de los ejes transversales del discurso del presidente en el parlamento y sobre el que hizo particular énfasis. Sigamos viendo entonces, dónde ha estado el estado y dónde no: en este artículo según las asignaciones presupuestales y las ejecuciones realizadas por su gobierno. Las asignaciones presupuestales son una muestra de las prioridades políticas, luego de una asignación presupuestal, en nuestro país, año tras año se hace una Rendición de Cuentas (que debe ser aprobada por el parlamento) y se observa lo que efectivamente se gastó según programas y tipo de gasto cada inciso y su correspondiente unidad ejecutora.
Donde está el gasto público
Para tener una primera aproximación de dónde el estado se ha hecho presente en los años recientes de la administración liderada por el presidente Lacalle Pou, veamos cuál ha sido la distribución del gasto público según conceptos: remuneraciones, inversiones y otros gastos de funcionamiento.
En 2019 el gasto total en inversiones representaba el 6% del total, en 2022 fue el 7,2%. En el medio, la película: hubo una caída de las inversiones del 5,1% el primer año que golpeó fuertemente a los incisos de la Administración Central, en el 2020 la caída promedio de inversiones en ese sector del estado fue de 27,5%. Lentamente, para los siguientes años el gasto en inversión aumentó y se destaca el mayor empuje en 2022. De todos modos, los aumentos en inversión fueron notoriamente superiores en los ministerios de Defensa, Interior y Transporte y Obras Públicas que en el resto de los incisos de la Administración Central.
Luego, el gasto destinado a remuneraciones en 2019 representaba el 30,2% del total, en el año 2022 bajaron al 22%. En el año 2020 cae 1,9%, al siguiente 2% y en 2022 0,5%. En promedio la caída en remuneraciones entre 2019 y 2022 fue del 13,5% pero se destaca el inciso de Defensa e Interior: el primero tiene una variación extraordinariamente positiva en este contexto y, el segundo es el que tiene la menor caída dentro de la Administración Central (-1%).
Finalmente, sobre los gastos de funcionamiento y otros gastos que no incluyen inversiones ni remuneraciones, entre 2019 y 2022 no se observa una caída total, de hecho, la variación es positiva: se gastó más en otros gastos de funcionamiento en 2022. De todos modos, en la administración central, hubo una fuerte caída de este gasto en 2020 que se fue atenuando hasta presentar una variación positiva en 2022 frente a 2019, a excepción de los ministerios de salud pública e interior cuyos gastos de funcionamiento aumentaron incluso en los primeros años de la pandemia.
Donde están los funcionarios públicos
Si a este análisis le sumamos lo que sucedió con los vínculos en el estado, tenemos una foto más cercana de la situación actual: dónde está y dónde no está el estado.
Los vínculos con el estado, según su naturaleza pueden ser funcionarias y funcionarios públicos y no públicos. La Administración central se vio fuertemente afectada en la cantidad de vínculos de función pública desde 2019 hasta 2022 en cada uno de los años.
Para toda la administración central según los datos de la ONSC, en 2022 hubo 2.506 vínculos menos que en 2019, lo que representa una variación negativa del 3,2%. Mientras que, en el total de vínculos para esta parte del estado, la variación entre 2019-2022 fue del -2,1% debido a la variación positiva en contratos de función no pública en los ministerios de Transporte y Obras Públicas, Desarrollo Social, Defensa e Interior.
También las empresas públicas sufrieron pérdidas en la cantidad de vínculos. La mayor afectación fue en AFE donde la cantidad total de vínculos en 2022 fue 25,5% menor que en 2019. También en 2022 frente a 2019 el BHU perdió el 18%, el BROU lo hizo en 14%, ANTEL en 13,5%, OSE y el Correo un 12%, ANCAP un 11%, ANP el 7,5% y UTE 6,5% menos.
Los menores vínculos con el estado y la dinámica del gasto en remuneraciones se ajustan a la política del gobierno orientada a “reducir el déficit” y, especialmente al decreto 90 del 2020 que rigió la línea de ajuste implementado por este gobierno. Es allí ver dónde está y donde no está presente el estado, y analizar en qué medida el estado se ha ido ausentando año tras año en este período de gobierno. Sin embargo, las medidas adoptadas no parecen haber significado una mejora en términos de eficiencia ya que los recortes se dieron con una orientación genérica y sin tener en cuenta las características particulares de los diferentes servicios públicos: se recortaron vínculos, remuneraciones, y, en menor medida inversiones durante los primeros años de gobierno. Tal como se observa desde 2022 la caída en esos sectores es menor y existe un compromiso político de recuperación salarial para el cierre del período acompañando el ciclo electoral. Pero, la menor cantidad de vínculos no se ha recuperado y, tanto los servicios públicos que venden las empresas como el resto de la administración central se han visto seriamente afectados.
(*) EconomiaPolitica.uy es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Política.
(**) Prof. Adán Iglesias Toledo, Director del Medio humorístico DEDETE del Periódico Juventud Rebelde, miembro de la UNEAC. Colabora con varios medios de prensa en su país y en el extranjero.