“Construir organizaciones donde el otro y el nosotros importe, como resistencia cultural a un sistema que impone el YO por sobre todo”

0

Mate Amargo, continuando el homenaje a Raúl “Bebe” Sendic en el acto del 26 de abril pasado. Extracto del discurso de la compañera Estefanía “fefa” Díaz, integrante del Comité Central del MLN- Tupamaros.

Compañeras y compañeros, es un gusto volver a encontrarnos en este acto tan importante en donde aprovechamos a vernos, conversar y compartir algún mate. Cómo siempre, una fecha marcada en la agenda casi que sin necesitar una convocatoria anticipada.

Como siempre, las distancias las achicamos mediante la transmisión en vivo y también el Mate Amargo estará publicando en el correr de la semana estas intervenciones.

Hoy recordamos al “Bebe” Sendic, a 35 años de su desaparición física, compañero tupamaro, que sin dudas sigue siendo un eje central en esta organización y su “legado” militante transversaliza a toda la izquierda: en acción y pensamiento.

Fue un compañero dirigente de a pie, silencioso y de escucha atenta. Su formación política y académica lo llevaron a compartir, convivir y reivindicar las voces silenciosas de los más débiles en nuestro Uruguay profundo: los trabajadores rurales.

Y es que el Bebe, nos dejó un material valiosísimo en ideas y en valores ideológicos básicos, que aún siguen vigentes y que nos invitan a seguir por la misma senda con rebeldía organizada.

Claro ejemplo de un militante revolucionario, la causa de los más débiles como eje de vida y el deber de cambiar la realidad porfiadamente a cualquier costo.

Y es que cada abril trae eso, el acontecimiento y la memoria de muchas tupamaras y tupamaros, y también de compañeros de izquierda, que le hicieron frente con su vida a un bestial sistema represor.

Hoy queremos nombrar a algunas de nuestras compañeras tupamaras, que eran jóvenes estudiantes, trabajadoras y hasta madres, que son memoria viva de nuestra organización: nuestras Muchachas de Abril, Ivette Giménez, Norma Pagliano, y otras muertes silenciosas cómo nuestra compañera Blanca Castagnetto que en el Peaje Espinillo (Soriano), bancó la fuga de sus compañeros para que sobrevivieran y murió por los proyectiles atrapada en un alambre de púas.

Esta organización recuerda a éstas compañeras tupamaras, las reivindica en su compromiso con la causa.

¡Presentes!

Cómo militantes tupamaras, el diario vivir nos lleva a sentir las injusticias con las que convivimos y esa es una digna causa de seguir luchando. Por eso debemos estar bien atentos a las necesidades de hoy, que podremos mejorar en un mañana.

Niñas y niños de este Uruguay, futuro del país, en los niveles más altos de la pobreza. Siempre la escuela fue una de las que bancó cubrir esa necesidad de tener un plato en la mesa y una copa de leche pa’ calentar el estómago.

Hoy las escuelas atienden y cubren las necesidades inmediatas que el Estado omite con políticas públicas: educación, atención primaria y seguimiento. Y porque con hambre no se puede pensar, nuevamente nos toca reafirmar el compromiso social y militante de las ollas populares y los merenderos, que siguen intentando acercar solidaridad en un plato de comida donde este gobierno mira para otro lado…miente y festeja cada peso que se ahorra en gasto social.

Un gobierno que tapa las carencias en la educación pública a puro marketing, nos venden una Transformación Educativa de primer nivel, pero la realidad muestra que hay aulas superpobladas, docentes sin trabajo, edificios en decadencia y cada vez menos recursos materiales. ¡No podemos transformar la Educación en el medio de un recorte presupuestal!

¿Cómo les da la cara para visitar, en estas elecciones, los asentamientos y nuestros barrios populares? A decirnos por la tele que para el próximo gobierno alcanzan las fórmulas mágicas para bajar los índices de pobreza, la delincuencia y que todo lo van a hacer mejor…¿acaso, no están gobernando?

¿Dónde está la plata de las uruguayas y uruguayos? ¿Dónde se ve el aumento patrimonial en estos años de gestión?…claro, en el monopolio de unos pocos, nos quedamos cortos en generalizar en los malla oro. ¿Dónde están los locales educativos prometidos en campaña? ¿Dónde están los medicamentos y la atención básica en cualquier policlínica?

Y parece que todo es fácil pa’ tapar la opinión pública o las denuncias desde el Frente Amplio…si el patrullero sabe en qué barrio parar y tapar el ojo. Ahí cae la gurisada, aquellos que siempre se nos caen del sistema, sin estudiar ni trabajar y que con espejitos de colores caen en la tentación de ingresar al mercado fácil y de cana segura.

Porque es tan desigual nuestro Uruguay, que a un pibe primario le damos 2 años de penintenciaría y lo mandamos al Comcar, al igual que un residente habitual que entra y sale. Cada vez mas lejos del país de oportunidades, pero hay que recordar y agradecer a talleristas, estudiantes terciarios que se meten al sistema para llevar educación, arte y oficios para rescatar del encierro a los miles de gurises que tenemos ahí hacinados. Tampoco cambia la realidad cuando miramos hacia otros centros de reclusión, pero la política del ajuste aprieta a todos por igual.

¿De qué libertad nos hablan? Mucha cátedra y poco hecho.

La mirada crítica a este sistema capitalista, nos hace ver con desconfianza nuestros valiosos recursos naturales y las posibilidades de desarrollo de nuestro país.

Seguimos levantando las banderas de la soberanía alimentaria, en este país donde se produce toneladas de alimentos nos damos el lujo de que la inequidad prohíba que en cada casa uruguaya haya un plato de comida digno.

La lucha por la tierra siempre fue la esencia de nuestro movimiento y también la organización de los trabajadores rurales y de los pequeños productores familiares.

Hoy esas banderas de lucha son más que necesarias, ya que las condiciones de acceso a tierra se han mutilado por parte del gobierno, y que ese proceso de concentración de la tierra en manos de grandes empresas transnacionales y de los históricos oligarcas, sigue firme, y dónde las principales cadenas productivas están concentradas: cárnica, láctea, arrocera.

Éste tipo de compras por parte de fondos extranjeros a los que nos acostumbramos a ver, es lo que va consolidando la concentración de la tierra y la pérdida de nuestra soberanía nacional. Y seguimos poniendo en riesgo las posibilidades reales del relevo generacional, el desplazamiento de productores y perdiendo fuentes de trabajo.

Hoy nos encontramos en un escenario electoral, donde sin dudas la izquierda tiene la obligación de alcanzar las grandes mayorías y llegar nuevamente al gobierno. ¿Para qué? Razones y ejemplos sobran, pero lo más importante es volver a poner en primera línea a nuestra gente, potenciar nuestras empresas públicas y generar oportunidades a través del desarrollo.

Nuestro programa confeccionado a lo ancho y largo del país, reflejando esa diversidad en la unidad, da razones para acompañarnos. De cara a junio el desafío más grande es replicarlo en cada casa y en cada barrio y volver a tener ese voto de confianza hacia otro Uruguay posible.

Las encuestas no deben satisfacernos, la presencia en junio debe ser un mensaje claro del voto popular, el voto que demuestre que el gobierno fracasó y se debe dar un giro. Y entendemos que el compañero Yamandú tiene la referencia y la experiencia, para en ese diálogo, en ese mano a mano, encontrar acuerdos por encima de las diferencias políticas.

Nada se puede hacer sin voluntad política, también las ideas colectivas deben referenciarse y acompañar. Nuestra tarea militante siempre ha sido construir organización, desde abajo y con la gente.

En el contexto en el que estamos, en el que lo colectivo está en crisis; es necesario reflexionar y plantearnos justamente cuáles son las dificultades que atravesamos para llevar a cabo nuestra tarea central de construir organización.

Nuestra tarea es generar organización, pero también organizar la rebeldía.. pensar y hacer una sociedad que supere la cultura capitalista que nos matriza y nos aísla. Muchos teóricos señalan con reiteración que es más fácil pensar el fin de la humanidad que el fin del capitalismo. Bueno, seamos irreverentes con la injusticia haciendo y también seamos irreverentes con la hegemonía, pensando, imaginando y proponiendo una sociedad sin capitalismo, sin explotación.

A una batalla cultural que ya veníamos perdiendo se suma un cambio tecnológico contundente que hasta ahora ha favorecido al individualismo, el aislamiento y la disgregación de la sociedad. A esto se agrega el auge de la brutal industria del entretenimiento, que compite con la vida y con la comunidad por el tiempo de las personas. Debemos de atender esta nueva sensibilidad y darle una real atención, de contención y políticas públicas reales hacia la salud mental.Este sistema va por todo y por nosotros.

Por todo esto es que a la tarea de crear organización hay que agregarle la de cuidarla y desarrollarla.

Cuidar a la herramienta que son las organizaciones más allá de vaivenes coyunturales, esto incluye estar dispuesto a veces a perder algunas discusiones, pero quedarse.

Cuidar implica construir comunidad dentro de las organizaciones a las que pertenecemos, así que la empatía, la contención y los afectos, también son necesarios en nuestra práctica militante. Porque además para discutir apasionadamente, acordar fraternalmente y cumplir tareas, también importa cómo está el de al lado, donde por lo menos y de vez en cuando, hay un fuego prendido para distendernos.

Construir organizaciones donde el otro y el nosotros importe, como resistencia cultural a un sistema que impone el YO por sobre todo. Por eso hoy más que nunca, encontrarnos con nuestros pares, la pausa cotidiana en la almacén y seguir movilizándonos por otra realidad posible. Porque acá hay mucho más lugar, siempre.

Y así cómo dijo el Bebe, no hay mejor teoría revolucionaria que las que surgen de las revoluciones hechas, por esa senda seguimos y por nosotros mismos comenzamos.

¡Habrá patria para todas y todos!

(*) Ilustración por Jorge Fuentes

Comments are closed.