Por Colectivo Histórico “Las Chirusas”(*)
Es poco probable que a la historia se le den los vicios y que -justo- uno de ellos sea la tómbola. O algún dado que -menos probable aún- siempre caiga en el mismo número.
Lo que sí da cierto es que de esa causística apuremos conclusiones, porque somos herederos de las luchas de nuestros pueblos, porque nuestros pueblos no conocen de fronteras geográficas o temporales y si conocen de siempre honrarlas…allá donde sucedan.
No quiso la historia, quisimos nosotros destacar la señal de que justo un 18 de mayo nos mataran a Túpac Amaru II, el mismo día -y contra la misma corona- en que batallábamos en Las Piedras, el mismo día que nuestro continente paría al General de Hombres Libres
“La sangre que grita libérate hermano”(1)
El levantamiento de José Gabriel Condorcanqui, alias “Túpac Amaru” o “Túpac Amaru II”, sucedió en el marco de una reordenación profunda de las relaciones administrativas, militares y mercantiles, emprendidas por Portugal y España en la segunda mitad del s. XVIII, en una tentativa por alcanzar una posición menos marginal, en un sistema europeo que se estaba haciendo mundial.
Las reformas borbónicas pretendieron, a grandes rasgos, dar marcha atrás un proceso de victorias criollas en cuánto a movilidad social, desarrollo comercial, exoneración de impuestos, etc., e instalar un nuevo sistema de gobierno económico para América, liberalizando el comercio dentro del marco imperial y creando intendencias y centros ejecutivos de jurisdicción más reducida que los virreinatos.
“Aquí no hay sino dos culpables: tú, por oprimir a mi pueblo, y yo por querer libertarlo”(2), así le contestó Túpac Amaru al Visitador Areche. El 9 de noviembre de 1780, Túpac Amaru, el cacique de Tinta, “…dio inicio al más grande movimiento de protesta de la América hispana ocurrido antes de 1810, al prender y posteriormente ejecutar en la plaza de Tungasuca a Antonio de Arriaga, corregidor de Canas y Canchis.”(3)
Un 6 de abril de 1781 es capturado y enjuiciado, pero la sentencia tuvo que esperar hasta el 18 de mayo de 1781. En un acto público en la Plaza de Armas de Cuzco, lo ataron a 4 caballos para desmembrarlo, no pudieron.
La admirable alarma
Si bien es el nombre con el que también se conoce al “Grito de Asencio”, la “admirable alarma” es una figura literaria que engloba todo el proceso de la revolución oriental en la campaña, y no solo el comienzo.
Uno tiende a pensar que la alarma suena solo una vez, o solo una vez cumple con el efecto de atraer la atención. Sin embargo, a casi 3 meses de la victoria de los orientales frente a los españoles a orillas del arroyo Asencio, a cargo de Venancio Benavídez y Pedro Viera, los revolucionarios volvían a dar cuenta de los peninsulares en la Batalla de las Piedras, un 18 de mayo de 1811.
Los ejércitos eran similares en cuanto a su número, pero muy desiguales en cuanto a su poderío militar. Los españoles eran marineros profesionales, entrenados y con un sueldo a cambio de su servicio, contaban con obuses y cañones; mientras que el «ejército nuevo» revolucionario estaba conformado por peones, indígenas, chiruzas, esclavos, gauchos y apenas un puñado de oficiales, armados modestamente con lanzas, sables y palos.(4)
Pero la estrategia de su comandante, José Artigas, fue determinante. Y su voluntad política soberanista, profundamente humanista, se hizo presente una vez finalizada la contienda: “Clemencia para los vencidos. Curar a los heridos. Respetar a los prisioneros.”. La patria se tendría que hacer con todos.
“como espectro del monte”(5)
Fue un 18 de mayo de 1895, en lo que hoy es el Municipio de Niquinohomo del departamento de Masaya, que Don Gregorio Sandino y Margarita Calderón vieron nacer a “El General de Hombres Libres”: Augusto César Sandino. Quien ya a la edad de 17 presenció la primera intervención de tropas estadounidenses en Nicaragua.
En su forzado paso por México, siguió comprobando el accionar intervencionista de la potencia del Norte a la vez que comenzaba a vincularse con sindicalistas, socialistas y anarquistas. Conoce la Revolución Mexicana y las constantes luchas de la clase obrera de ese país.(6)
Luego de 13 años de ocupación estadounidense -también un 18 de mayo pero de 1926- Sandino regresa a su país para ingresar al Ejército Constitucionalista de Nicaragua, en su lucha contra el régimen impuesto por banqueros yanquis. Sus éxitos en batalla le valieron los títulos de General en Jefe del Ejército de Las Segovias, constituyendo luego el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua con el que resistiría a las tropas invasoras durante 6 años, hasta que el gobierno estadounidense finalmente decidiera retirarlas.
“…los norteamericanos no aprendieron
que amamos nuestra pobre tierra amada
y que defenderemos las banderas
que con dolor y amor fueron creadas.”(7)
Con el farol de las gestas
A modo de síntesis o excusa, dice El Editor de “Un pueblo en armas”, el Comandante de la Revolución Carlos Núñez Tellez: “La historia de América Latina encierra gestas de enorme relevancia. La lucha de los pueblos del continente nos muestra acciones de heroísmo colectivo, que a veces no tenemos la capacidad de evaluar en profundidad.”(8)
Son esas gestas, que se agolpan o se dispersan en fechas, que nos obligan a volverlas a mirar para entender que los procesos son largos. Los de los pueblos y también los de los imperios. Ayer con invasiones lisas y llanas, hoy con cooperaciones militares o ayudas económicas de sus organismos internacionales.
Recordar, volver a leer, analizar, unir las luchas. No importa el tamaño del enemigo, material y/o simbólico, los enemigos siempre han sido gigantes pero más grande ha sido el valor de quienes están dispuestos a conseguir su libertad de cualquier manera.
Es importante tenerlo siempre en cuenta, ya sea en una contienda explícita -por más lejanas que parezcan, de las que no estamos salvados para siempre como creíamos con esto de la modernidad- o en una contienda simbólica. Como las que enfrentamos todos los días cuando tenemos que definirnos, cuando tenemos que definir de qué lado de la lucha vamos a estar…porque la lucha igual se va a dar aunque la neguemos, como la que enfrentamos cada 5 años cuando tenemos que elegir/apoyar/proponer y nos asalta la duda de si ser fieles a nuestras ideas o modificarlas con tal de que sea más vendible el producto.
La historia la escriben los pueblos dispuestos a la lucha, sin importar las tendencias del momento, contra las tendencias del momento
(*) Colectivo Histórico «Las Chirusas» está constituido por estudiantes y docentes, investigadores/as de historia.
NOTAS
(1) Fragmento de la canción “Solo digo compañeros” de Daniel Viglietti
(2) Vega, Juan José. José Gabriel Túpac Amaru. Lima; Editorial Universo S.A.; 1969; Pág. 5
(3) Fisher, John. El Perú borbónico. 1750-1824; Lima; IEP Instituto de Estudios Peruanos; 2000 Pág. 169
(4) Colectivo Histórico “Las Chiruzas”. El Pueblo reunido y armado, en https://www.mateamargo.org.uy/2020/05/18/el-pueblo-reunido-y-armado/
(5) Fragmento de la canción “Canción urgente para Nicaragua” de Silvio Rodríguez
(6) Harnecker, Marta. El camino que condujo a la victoria. Balance de la Revolución Popular Sandinista. Entrevista con H.Ortega. Impresora Latinoamericana
(7) Neruda, Pablo. Aquel Amigo en Canción de gesta. Santiago de Chile; Austral Ltda.; 1961; Pág. 25
(8) Núñez Tellez, Carlos. Un pueblo en armas. Montevideo; Ediciones del Sol; 1988; Pág. 5