Dios los cría y ellos se juntan

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Por Rolando W. Sasso(*)

En nuestra anterior nota para Mate Amargo reflexionamos sobre la obsesión que tienen la derecha y la ultraderecha con el Frente Amplio. Para ellos lo único importante es que no gane el Frente. Para nosotros hay otras cosas importantes, entre ellas que no ganen ellos.

Así está planteada la confrontación, descarnadamente: derecha y ultra derecha contra izquierda. Son ellos los que la formulan así, sin tapujos. Me recuerdan a Don González, empleado de un puestero de feria, un hombre bueno que conocí en los puestos sabatinos de Piriápolis que me dijo en la campaña del 2019: “yo soy colorado, pero para ganarle al Frente hay que votar a los blancos.”

Don González votó a la derecha con la ilusión de mejorar su situación económica, pero como no figuraba en la lista de los “malla oro” siguió calzando alpargatas y vendiendo frutas y verduras en la feria vecinal, con el mismo patrón y con un sueldo escaso. Ni siquiera le daba para la jubilación porque cuando los pesos son flacos no se hace el aporte al BPS.

En el fondo es la expresión de dos modelos de país, uno productivo y solidario, en tanto el otro solamente favorable a los grandes capitales, sean éstos nacionales o extranjeros. De paso en la tarea de gobernar para los dueños de los grandes medios de producción, intentarán desmontar el Estado y radiarlo de toda competencia y si se les pega un vuelto (el ex intendente de Artigas Pablo Caram y la diputada Valentina de los Santos son apenas un ejemplo), agradecen gustosos.

Son dos modelos de país que responden a distintos intereses, uno trabaja para atraer importantes inversiones y otro (aún convocando inversiones) trata de repartir mejor el fruto del trabajo de los uruguayos. Uno ni se inmuta al constatar que cada vez hay mayor cantidad de riqueza en manos de menos poderosos y otro que intenta aplicar la justicia social que implique achicar la brecha entre pobres y ricos, Que quede claro, no para terminar con éstos, sino para que aquellos puedan vivir algo mejor en un país tan fecundo.

El Frente Amplio quiere ganar y volver a gobernar para mejorar la vida de todos los ciudadanos, para que pagando más el que tiene más y no exonerando de impuestos a los grandes capitales, que ya tienen un enorme aumento de ganancias empresariales, podamos vivir en un país más igualitario.

El Partido Colorado con Andrés Ojeda en alianza con claros personajes de la derecha más conservadora está delineando la figura del conservadurismo (nueva derecha le llaman algunos imitando los esquemas europeos). De esa manera pretende arrasar con políticas progresistas y superar a Álvaro Delgado y a Luis Lacalle Pou en su estrategia para erigirse en líder de la coalición.

Hay una dura disputa en tiendas conservadoras por quién es más realista que el rey y está mejor preparado para enfrentar a la izquierda. ¿Quién tomará el timón del barco de los reaccionarios? Ojeda picó en punta y obtuvo la incorporación de la ex fiscal Gabriela Fossati además de su acuerdo con Gustavo Zubía y los pizpiriteos de Guznán Acosta y Lara. En tanto Delgado y Lacalle juegan su apuesta a una voz que llega desde filas sindicales: Valeria Ripoll, la que les ha traído no pocas disconformidades al interior del Partido Nacional.

Son poco tomados en cuenta los líderes del Partido Independiente Pablo Mieres y el de Cabildo Abierto general Guido Manini Ríos, por su escaso caudal de votos. A pesar de todo el partido militar insiste en participar de la coalición multicolor porque allí supone que tendrá un lugar donde agitar su bandera y sus reivindicaciones olvidando agravios y ninguneos que le propinara el actual presidente de la República durante todo el período.

Pero como dice la voz popular “Dios los cría y ellos se juntan” para no hacer nada bueno, habrá que esperar a octubre para ver quién se queda con el bastón de mando y quienes inclinarán la testa para seguir al mandamás de turno.

(*) Rolando Sasso es fotógrafo, Periodista y escritor. Tiene en su haber varios libros de profunda investigación periodística sobre el accionar histórico del MLN-T

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