Por Ricardo Salvarrey Arana(*)
Estamos asistiendo a un carnaval de Figurones y Figuritas que se roban de la intendencia de Artigas (según se sabe hasta ahora), ocho millones de dólares.
La cadena de posibles imputados por la justicia aún no termina. Las investigaciones siguen en curso, del intendente (aún no renunciante) Pablo Caram y Valentina Dos Santos hacia abajo, y si se “hinca” el diente a fondo, no se sabe hasta donde llega.
Es inexplicable, siguiendo las palabras del exfiscal Jorge Díaz, que a una mujer por pasar unos gramos de marihuana para su compañero en la cárcel le den cuatro años de penitenciaría y a los que roban a una población sumamente pauperizada como la gente de ese departamento norteño, apenas le den trabajos comunitarios y una palmadita en la espalda, con delitos totalmente comprobados.
Esto nos lleva a pensar quien o quienes serán los autores intelectuales y monetarios (porque les deben haber pagado bastante a ambas), del ataque que llevaron a cabo contra un hombre íntegro como Yamandú Orsi, las denunciantes y después retractadas Romina Celeste y Paula Díaz.
Lo peor de todo es que en la mente de una parte de la población suena como una campana aquello de que todos los políticos son iguales. Ese riesgo es el más enorme de todos pues es un llamado abierto a épocas oscuras de nuestro país en que campeaba el asesinato, la tortura y la desaparición forzada a diestra y siniestra. Estaría bueno saber que pasaría si nuestro padre Artigas se levantara de la tumba.
(*) Ricardo Salvarrey Arana es Periodista y Comunicador Social. Ha trabajado en medios televisivos, radio y prensa escrita en nuestro país. También es escritor, con publicaciones en España y en Uruguay
